La presidenta de la Asociación de Artesanos de Aragón, Susana Martín
Susana Martín, presidenta de la Asociación de Artesanos de Aragón: “Todos los artesanos tienen una historia que contar detrás de cada producto”
Afirma que “el escaparate al mundo que brinda la digitalización debe convivir con el trato directo con el cliente cercano”
La Asociación de Artesanos de Aragón celebra desde este viernes, coincidiendo con la celebración de la Noche en Blanco del Centro Comercial Abierto de Teruel, y hasta el domingo la primera edición de la Feria de Artesanía Aragonesa en Teruel, que servirá para retomar la actividad expositiva, muy limitada en los últimos meses como consecuencia de la pandemia.
La presidenta de la asociación, Susana Martín, invitó a los turolenses a acercarse a la antigua sede del Banco de España en la plaza de San Juan para descubrir la historia que se esconde detrás de cada uno de los objetos mostrados y puestos a la venta.
-¿Con qué objetivo han organizado esta primera Feria de Artesanía Aragonesa en Teruel?
-Con el de darnos a conocer en Teruel como artesanos de la comunidad. Esta ciudad nos ha recibido muy bien en alguna otra ocasión, en pequeñas exposiciones que hemos hecho. Cuando el año pasado se fraguó con el Gobierno de Aragón la posibilidad de venir aquí, nos pareció muy buena propuesta porque Teruel es una ciudad preciosa y muy amigable. Estamos aquí para darnos a conocer y queremos conocer a los turolenses y ver cómo reaccionan a nuestros productos. Esta no es una feria de reventa, sino de productos artesanales y piezas únicas. Quiero pedirles disculpas de antemano si tienen que hacer fila para entrar porque la situación es la que es y recordarles que además haremos algún sorteo entre los visitantes.
-¿Cómo ha afectado la pandemia al sector de la artesanía?
-Ha sido una situación muy difícil porque muchos de los artesanos tienen un comercio directo al público, con tienda, con lo que han estado meses cerrados o han disminuido las ventas. Otros se visibilizan en ferias, ya sean de venta directa o profesionales, y se han suspendido prácticamente todas, algunas nacionales y otras internacionales. Entonces, está parado desde hace mucho tiempo. Desde la asociación, hemos ido generando alguna propuesta pero nos hemos encontrado con muchas dificultades por el tema sanitario y de aforos. Además, el consumo se ha detenido mucho en este tiempo.
-¿Aprecian ya síntomas de recuperación?
-¡Este fin de semana lo comprobaremos porque llevamos sin salir desde Navidad! Entonces, hicimos la Feria de Artesanía en el Auditorio de Zaragoza con la mitad de participantes y de aforo, y fue la mitad de todo. Es una prueba y estamos muy ilusionados, la verdad.
-¿Han encontrado una salida para sostener las ventas a través de internet?
-En la asociación, hay artesanos proactivos que se han sumado, a los que hemos dado herramientas a través de cursos de digitalización con la ayuda del Gobierno de Aragón, y a los que les ha ido muy bien. Pero hay gente a la que le cuesta mucho porque no es fácil. A nosotros, lo que nos gusta es hacer nuestro producto. Entonces, en estos momentos en los que la venta está reducida, nos cuesta invertir en que alguien nos haga ese trabajo; te lo tienes que hacer tú. Me consta que hay artesanos que han dejado de hacer ferias porque se están visibilizando y están vendiendo muy bien online y son un ejemplo para los demás.
-¿Es la artesanía más difícil de vender por ese canal que otros productos?
-Yo creo que hay que tener las dos cosas. La digitalización puede darnos visibilidad y más en estos momentos en que puedes tener un escaparate al otro lado del mundo. Pero creo que no hay que olvidar nunca a tu cliente más cercano. Los artesanos tenemos una clientela fija, con la que se genere un vínculo porque realmente nosotros no vendemos productos, vendemos historias. Tenemos detrás mucho esfuerzo y muchas cosas que contar. Que el cliente venga y le puedas explicar el proceso de creación, cómo has aprendido el oficio, desde cuando lo llevas a cabo o si tus antepasados ya lo hacían es algo que aporta y que suma a lo que te llevas. Además, hay que defender el pequeño comercio y la venta directa porque es lo que le da luz a una ciudad.
-¿Qué importancia tiene el sector de la artesanía en Aragón?
-La Asociación de Artesanos de Aragón cuenta con 140 socios y en la Comunidad Autónoma hay expedidos 356 Documentos de Calificación Artesanal (DCA), de los que 33 corresponden a la provincia de Teruel, 80 a la de Huesca y 233 a la de Zaragoza, pero creo que somos muchos más. El problema que tenemos con el documento es que no es obligatorio. Somos un sector un poco invisible y a veces tampoco saben dónde ubicarnos en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE).
El sector supone el 2,4% del PIB nacional industrial y el 0,4% del total y cuenta con unas 38.577 empresas, de acuerdo a los últimos datos disponibles correspondientes a 2015. Pese a todo, somos un sector bastante superviviente, en el que no se destruye mucho empleo. Somos un sector de micropymes y productores, pero nos mantenemos. Además, hay un gran porcentaje de mujeres y está extendido en núcleos rurales porque tenemos cierta facilidad para trabajar en nuestros propios hogares o talleres.
La presidenta de la asociación, Susana Martín, invitó a los turolenses a acercarse a la antigua sede del Banco de España en la plaza de San Juan para descubrir la historia que se esconde detrás de cada uno de los objetos mostrados y puestos a la venta.
-¿Con qué objetivo han organizado esta primera Feria de Artesanía Aragonesa en Teruel?
-Con el de darnos a conocer en Teruel como artesanos de la comunidad. Esta ciudad nos ha recibido muy bien en alguna otra ocasión, en pequeñas exposiciones que hemos hecho. Cuando el año pasado se fraguó con el Gobierno de Aragón la posibilidad de venir aquí, nos pareció muy buena propuesta porque Teruel es una ciudad preciosa y muy amigable. Estamos aquí para darnos a conocer y queremos conocer a los turolenses y ver cómo reaccionan a nuestros productos. Esta no es una feria de reventa, sino de productos artesanales y piezas únicas. Quiero pedirles disculpas de antemano si tienen que hacer fila para entrar porque la situación es la que es y recordarles que además haremos algún sorteo entre los visitantes.
-¿Cómo ha afectado la pandemia al sector de la artesanía?
-Ha sido una situación muy difícil porque muchos de los artesanos tienen un comercio directo al público, con tienda, con lo que han estado meses cerrados o han disminuido las ventas. Otros se visibilizan en ferias, ya sean de venta directa o profesionales, y se han suspendido prácticamente todas, algunas nacionales y otras internacionales. Entonces, está parado desde hace mucho tiempo. Desde la asociación, hemos ido generando alguna propuesta pero nos hemos encontrado con muchas dificultades por el tema sanitario y de aforos. Además, el consumo se ha detenido mucho en este tiempo.
-¿Aprecian ya síntomas de recuperación?
-¡Este fin de semana lo comprobaremos porque llevamos sin salir desde Navidad! Entonces, hicimos la Feria de Artesanía en el Auditorio de Zaragoza con la mitad de participantes y de aforo, y fue la mitad de todo. Es una prueba y estamos muy ilusionados, la verdad.
-¿Han encontrado una salida para sostener las ventas a través de internet?
-En la asociación, hay artesanos proactivos que se han sumado, a los que hemos dado herramientas a través de cursos de digitalización con la ayuda del Gobierno de Aragón, y a los que les ha ido muy bien. Pero hay gente a la que le cuesta mucho porque no es fácil. A nosotros, lo que nos gusta es hacer nuestro producto. Entonces, en estos momentos en los que la venta está reducida, nos cuesta invertir en que alguien nos haga ese trabajo; te lo tienes que hacer tú. Me consta que hay artesanos que han dejado de hacer ferias porque se están visibilizando y están vendiendo muy bien online y son un ejemplo para los demás.
-¿Es la artesanía más difícil de vender por ese canal que otros productos?
-Yo creo que hay que tener las dos cosas. La digitalización puede darnos visibilidad y más en estos momentos en que puedes tener un escaparate al otro lado del mundo. Pero creo que no hay que olvidar nunca a tu cliente más cercano. Los artesanos tenemos una clientela fija, con la que se genere un vínculo porque realmente nosotros no vendemos productos, vendemos historias. Tenemos detrás mucho esfuerzo y muchas cosas que contar. Que el cliente venga y le puedas explicar el proceso de creación, cómo has aprendido el oficio, desde cuando lo llevas a cabo o si tus antepasados ya lo hacían es algo que aporta y que suma a lo que te llevas. Además, hay que defender el pequeño comercio y la venta directa porque es lo que le da luz a una ciudad.
-¿Qué importancia tiene el sector de la artesanía en Aragón?
-La Asociación de Artesanos de Aragón cuenta con 140 socios y en la Comunidad Autónoma hay expedidos 356 Documentos de Calificación Artesanal (DCA), de los que 33 corresponden a la provincia de Teruel, 80 a la de Huesca y 233 a la de Zaragoza, pero creo que somos muchos más. El problema que tenemos con el documento es que no es obligatorio. Somos un sector un poco invisible y a veces tampoco saben dónde ubicarnos en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE).
El sector supone el 2,4% del PIB nacional industrial y el 0,4% del total y cuenta con unas 38.577 empresas, de acuerdo a los últimos datos disponibles correspondientes a 2015. Pese a todo, somos un sector bastante superviviente, en el que no se destruye mucho empleo. Somos un sector de micropymes y productores, pero nos mantenemos. Además, hay un gran porcentaje de mujeres y está extendido en núcleos rurales porque tenemos cierta facilidad para trabajar en nuestros propios hogares o talleres.
