Solicitan hasta 41 años por delitos sexuales cometidos contra tres menores de edad
Dos de las víctimas eran primos del acusado, pero podría haber prescrito al denunciarse dos décadas despuésLa Audiencia Provincial de Teruel dejó el martes visto para sentencia el juicio a un hombre acusado de cometer delitos sexuales contra tres menores de edad, dos de ellos sus primos, por los que la acusación particular solicitó hasta 41 años de prisión. La Fiscalía consideró que el delito se perpetró en los tres casos, pero en dos de ellos habrían prescrito al haberse denunciado dos décadas después de que ocurrieran, por lo que solo pidió una pena de 7 años para el caso de un tercer menor en el que la responsabilidad penal sigue vigente.
Dos de las víctimas son hermanos y el acusado, cuyo nombre responde a las iniciales M. S. L., es su primo. Estos delitos se cometieron a finales del siglo pasado, si bien no fue hasta 2019 cuando se denunciaron después de que uno de los perjudicados se lo contara a su madre porque le atormentaba el recuerdo.
A raíz de eso su hermano reveló que también habían abusado de él, y la madre acudió a una psicóloga de asistencia a víctimas de delitos sexuales, que es la que puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil. Así es como el caso llegó al Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel.
Las investigaciones judiciales llevaron al análisis de un teléfono móvil del acusado que permitió conocer otro presunto caso de agresión sexual a un menor, pero en fechas más recientes. La Guardia Civil contactó con esa persona, que también reconoció que había sido víctima de una violación, aunque no lo había denunciado en su día.
Las tres víctimas son ahora mayores de edad, y en el caso de los dos hermanos, según lo que relataron, el acusado les violó de forma continuada durante varios años, en una cochera y en un granero de un pueblo de la Comarca Comunidad de Teruel donde vivían. Lo hizo por separado, pero con el mismo modus operandi, seduciéndoles con los animales que tenía para que se fueran con él en las horas en que no estaban sus padres.
Una de las víctimas relató que le forzaba y que las veces que había abusado de él eran “continuas”, hasta “cientos de veces”, aseguró. Añadió que nunca había hablado de eso en su vida hasta que su hermano le contó a su madre las violaciones que había sufrido, momento a partir del cual también lo hizo él.
Los abusos se cometieron por separado, sin que entre ellos hablasen y supiesen lo que les estaba pasando. El otro hermano, que fue el que se lo contó en 2019 a su madre a raíz de ser padre, explicó que las violaciones eran “casi todas las semanas”, que se sentía amenazado y que por eso no dijo nada. Ambos indicaron que les había afectado mucho a su forma de ser y uno de ellos precisó que le había “destrozado” su vida y requerido tratamiento psiquiátrico.
El acusado, que tiene ahora 43 años de edad y se lleva 7 y 9 años de diferencia con sus primos, negó que hubiera abusado de ellos siendo menores. “No es cierto”, insistió durante su declaración, en la que manifestó no entender a qué podía deberse esa denuncia.
Respecto a la tercera víctima, cuyo número de teléfono fue hallado en su móvil, dijo que no conocía a esa persona ni había quedado nunca con ella. En cambio la víctima declaró que en Semana Santa o el verano de 2012, estando en el pueblo de su padre de vacaciones con 15 años de edad, en la Comarca de Cuencas Mineras, contactó a través de una web con el acusado y quedó con él.
Explicó que acudió a recogerlo a las afueras del pueblo y cuando se habían alejado, paró el coche en la cuneta y se abalanzó sobre él para besarle y abusar con penetración, siendo esta la primera vez que tenía una relación sexual. Relató que fue a la fuerza, que mientras era violado le insultaba, y que después le dejó abandonado junto a la carretera. No contó nada a nadie hasta que le llamó la Guardia Civil al encontrar una conversación en el móvil del acusado, puesto que años después la víctima había intentado contactar con el agresor porque quería vengarse, ya que aseguró que aquellos hechos le marcaron su vida.
En este caso, aunque ayer hubo discrepancias entre las partes sobre las fechas en que se pudo producir, las acusaciones sostuvieron a partir de los autos que fue en 2012, cuando la víctima tenía entre 14 y 15 años de edad, ya que esta no recordó si fue en la Semana Santa o el verano de ese año, que es cuando pasaba estancias de varios días en el pueblo.
Relatos verosímiles
Las psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Aragón que intervieron como peritos dijeron que la declaración de las víctimas era verosímil y su relato compatible con los abusos que habían sufrido en su infancia, y que los tres padecían secuelas psicológicas.
Los delitos contra sus dos primos se habrían cometido de forma continuada cuando eran menores, a finales de los años 90 del pasado siglo, a unas edades que no terminaron de concretarse, ya que en las diligencias judiciales previas se había establecido la edad entre los 6 y 11 o 12 años en un caso, y los 8 y los 11 en el otro, si bien ayer las víctimas declararon que fue hasta los 14 años.
La edad hasta que cometió los presuntos delitos es clave puesto que para establecer las penas y la prescripción de las mismas entran en consideración varias modificaciones del Código Penal. Además, Fiscalía y acusación particular discreparon sobre el tipo penal a aplicar, al entender el ministerio público que los delitos cometidos contra sus primos eran de abuso sexual, frente a la otra parte que los calificó de agresión. La diferencia estriba en si el delito se comete además con violencia e intimidación.
Según la fiscal el delito fue cometido de forma continuada en el caso de los hermanos, pero sin el uso de violencia, por lo que los hechos serían constitutivos de abusos sexuales, pero que habrían prescrito por la legislación aplicable teniendo en cuenta las fechas en que se cometieron y las modificaciones del Código Penal.
La representante del ministerio público incidió en que los abusos sexuales cometidos contra sus primos estaban “plenamente probados”, pero que “por más odioso y lamentable que resulte” habrían prescrito en el momento de ser denunciados en el año 2019, por lo que no pidió pena para el acusado.
En cambio, para el otro caso, al haber ocurrido los hechos en 2012, solicitó una pena de prisión de 7 años por un delito de abuso sexual, además del pago de una indemnización a la víctima de 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
La acusación particular consideró que sí se había utilizado la violencia, por lo que calificó los hechos de agresión sexual en los tres casos, de ahí que pidiese 14 años y seis meses de prisión por cada uno de los delitos continuados a los hermanos, y de 12 años por agresión sexual al otro menor. También pidió alejamiento y prohibición de comunicarse con los tres durante 5 años, y el pago de indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil de 20.000 euros para cada hermano, y de 6.000 para la tercera víctima. La defensa solicitó la libre absolución y argumentó que no se había demostrado nada en la vista.