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Solicitan 19 años para un hombre por agresión sexual y lesiones Solicitan 19 años para un hombre por agresión sexual y lesiones
El acusado, sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Teruel, durante el juicio

Solicitan 19 años para un hombre por agresión sexual y lesiones

Está acusado también de amenazas tras pegar y romperle la nariz a la mujer
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La Fiscalía y la acusación particular pidieron penas de 19 años de prisión por delitos de agresión sexual, lesiones y amenazas para un hombre de Alcañiz acusado de golpear y abusar de la mujer con la que mantenía una relación sentimental desde hacía unos quince años. Los hechos ocurrieron a principios de este año en Alcañiz cuando el acusado propinó presuntamente una paliza a la mujer, hasta el punto de que le rompió la nariz, y la forzó a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad.

Los delitos por los que el acusado, A.J.C.J., de 56 años, fue juzgado en la Audiencia Provincial de Teruel, se enmarcan en un caso de violencia de género, por lo que las penas solicitadas son las máximas que vienen recogidas en el Código Penal para este tipo de infracciones.

El hombre admitió que le dio una bofetada y pidió perdón por ello, pero negó que la agrediera sexualmente porque, según su testimonio, fue una relación consentida. Aunque no convivían en la misma casa, ambos mantenían relaciones sentimentales desde hacía tres lustros, y la víctima dijo en su declaración que estaba harta de los malos tratos y no quería que le pegase más.

El acusado se encuentra en prisión provisional desde que la mujer le denunció en enero de este año. La defensa admitió los delitos de lesiones y amenazas, aunque pidió las penas mínimas para su representado, 3 meses en el primer caso y una multa de 120 euros en el segundo, además de la libre absolución por la agresión sexual al entender que la relación fue consentida.

La Fiscalía y la acusación particular, en representación de la víctima, pidieron en cambio las penas más altas previstas en el Código Penal al enmarcarse la relación dentro de un caso de violencia de género, ya que por el tiempo que llevaban tratándose, aunque no convivían bajo el mismo techo, es análogo a una relación estable, según lo argumentado por las acusaciones.

Por la presunta agresión sexual ambos pidieron 12 años de prisión, además de otros 5 por el delito de lesiones y 2 más por el de amenazas. Coincidieron también en la responsabilidad civil que deberá abonar al hospital comarcal de Alcañiz, de 530,12 euros, pero discreparon con el resto de indemnizaciones. El ministerio público pidió 630 euros por las lesiones y 6.000 euros por los daños morales, mientras que la acusación particular elevó esas responsabilidades penales a 1.575 euros por lo primero y 30.000 euros por lo segundo.

Los hechos juzgados y que quedaron vistos para sentencia ocurrieron en la madrugada del 8 al 9 de enero de este año en Alcañiz, cuando la víctima y el presunto agresor mantuvieron una discusión en la vivienda de él. 

El hombre dijo que todo se debió a que recriminó a la mujer que gastase el dinero que le daba en las tragaperras, y admitió que le dio una “bofetada”, no un puñetazo, y que al llevar un cazo de cocina en la mano “fue más contundente” porque él cuando habla gesticula mucho. Alegó lo mismo en relación al cuchillo con el que la amenazó, según la víctima, ya que estaba haciendo la cena. Dijo estar arrepentido y en cuanto a la agresión sexual la negó porque, según su versión, fue consentida.

Las pruebas periciales practicadas constataron que cuando la mujer acudió después al médico y fue atendida por el forense presentaba la nariz rota, además de varios hematomas por todo el cuerpo, desde la cabeza a la espalda y las piernas.

La víctima declaró que el hombre empezó a golpearle en la cabeza y en las piernas con el cazo, y que el cuchillo llegó a ponérselo cerca del cuello y la amenazó con cortarle la oreja o la cara. Añadió que le tiró del pelo y se lio con ella a guantazos, puñetazos y patadas, y que después le obligó a subir a la habitación para mantener relaciones sexuales a pesar de que ella no quería.

Explicó que subió “a empujones” a la habitación, que ella se opuso a tener sexo con él, quien le respondió con puñetazos en la cara y la nariz. Aclaró que se quitó la ropa a la fuerza “porque me amenazaba” y que estaba “muy asustada”, y que él consumó la relación sexual a pesar de resistirse ella.

Fue al hospital ese mismo día y después a presentar la denuncia en el puesto de la Guardia Civil, pero al estar cerrado porque acudió por la tarde, regresó al día siguiente para formalizarla.

Tanto la fiscal como el abogado de la acusación consideraron que el testimonio de la víctima había sido constante desde que ocurrió todo, mientras que el del acusado había entrado en contradicciones. El agresor llegó a decir que recibió amenazas del hijo de la mujer, hecho que consideró una “tentativa de asesinato”, aunque nunca presentó denuncia. El acusado es consumidor de alcohol y marihuana, y con anterioridad ya había recibido denuncias por violencia de género.

La víctima: “Me ha pegado varias veces y ya no quiero que me pegue más”

La víctima, una mujer de 55 años, declaró en el juicio que no era la primera vez que le pegaba el acusado, con el que mantenía relaciones sentimentales desde hace unos quince años. Manifestó durante la vista oral que el día que la agredió sexualmente estaba “muy asustada” porque ella se resistió y él la amenazó con un cuchillo. “Me ha pegado varias veces y ya no quiero que me pegue más”, sentenció.