La Red de Universidades Serranía Celtibérica (RUSC) ha ofrecido a todos los presidentes autonómicos la metodología para definir las “unidades territoriales no administrativas” españolas con el objetivo de que los planes que se desarrollen para la transición a una nueva normalidad “se ajusten a criterios de igualdad para territorios homogéneos”.
En un comunicado remitido a los medios de comunicación, la RUSC ha explicado que según la orden publicada el 3 de mayo, aunque la unidad territorial de referencia que se fija es la provincia, la isla o la ciudad autónoma, “podrán proponerse ámbitos de aplicación diferenciados en unidades de nivel territorial distinto, y, en este sentido, esgrimir las razones por las que se considera que el territorio en cuestión tiene unas condiciones de homogeneidad que aconsejan un tratamiento común del mismo y diferenciado del resto de la provincia o de la comunidad autónoma”.
La Red de Universidades Serranía Celtibérica ha recordado que el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa fijaron “establecer una nomenclatura común de unidades territoriales estadísticas (NUTS)”, donde además de las “unidades administrativas”, que en el caso de las NUT 3 corresponden a las provincias, se impulse la creación de NUTS correspondientes a “unidades no administrativas”, por “circunstancias económicas, sociales, históricas, culturales, geográficas o medioambientales”.
“Dado que la COVID-19 no entiende de fronteras, ni de límites administrativos, creemos que puede ser de gran utilidad la metodología que hemos desarrollado para agrupar los territorios, siguiendo los criterios marcados por Europa, en virtud de su población, del distanciamiento de las personas, ha explicado el presidente de la comisión de seguimiento de la RUSC, Francisco Burillo.
Desde la RUSC se ha hecho llegar tanto a los presidentes de los gobiernos autonómicos como al del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y al ministro de Sanidad, Salvador Illa, el resultado del trabajo de la investigadora de la Universidad de Zaragoza Pilar Burillo, que permitió visibilizar por primera vez en 2018 que en el 54% del territorio vive el 5% de la población.
Dicha población, además, se agrupa en áreas escasamente pobladas, con menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado y muy escasamente pobladas, con menos de 8 habitantes por kilómetro cuadrado, como recogió el Defensor del Pueblo en su reciente estudio ‘La situación demográfica en España’.