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Seis meses de prisión como cómplice  de una estafa por medios telemáticos Seis meses de prisión como cómplice  de una estafa por medios telemáticos
Palacio de Justicia de Teruel en la plaza San Juan, cuya Audiencia Provincial juzgó un caso de estafa este martes

Seis meses de prisión como cómplice de una estafa por medios telemáticos

El acusado deberá devolver 3.000 euros para evitar ingresar en la cárcel
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La Audiencia Provincial de Teruel condenó este martes a un hombre a una pena de 6 meses de prisión como cómplice de un delito de estafa, por la sustracción a través de medios telemáticos de 3.000 euros de la cuenta bancaria de una mujer en la capital turolense. El acusado, Jorge L. A. S., no tendrá que ingresar en prisión siempre y cuando devuelva el dinero a la víctima.

El juicio no tuvo que celebrarse al alcanzar una conformidad entre la Fiscalía y la defensa, después de que el acusado reconociese que había sido cómplice de la estafa. Inicialmente el ministerio público solicitaba 3 años de prisión por un delito de blanqueo de capitales, aunque finalmente fue condenado como colaborador en una estafa.

Al alcanzar un acuerdo entre las partes y reconocer el acusado que él sólo había sido cómplice, la vista no tuvo que celebrarse y se dictó sentencia in voce. El acusado compareció por videoconferencia al ser de fuera, mientras que su abogado lo hizo de forma presencial en la sala de vistas.

De acuerdo con lo que manifestaron las partes, el hombre habría reconocido que colaboró con otra persona, a la que no identificó, que sería la que habría hecho la estafa y se quedó con el dinero.

El acusado reconoció su parte de culpa como cómplice del delito porque abrió una cuenta corriente en un banco a cambio de 40 euros y le entregó las credenciales a la otra persona para que operara con ella.

El abogado de la defensa comentó que, según su representado, lo hizo porque necesitaba el dinero. La otra persona habría utilizado la cuenta bancaria para realizar una transferencia a ella tras extraer la cantidad de otra cuenta a la que accedió de forma ilícita por medios telemáticos.

Parece ser que el delincuente duplicó la tarjeta SIM del móvil de la víctima y accedió así a sus claves de la banca electrónica, y transfirió de esa forma el dinero estafado a la cuenta que había abierto el cómplice.

El acusado carece de antecedentes penales, pero eso no le eximirá de ir a la cárcel si no indemniza a la mujer que fue víctima con la misma cantidad estafada. Las partes acordaron pedir la suspensión de la condena privativa de libertad siempre y cuando se repare el daño causado.

El fiscal explicó que si no abona la cantidad estafada tendrá que ir a la cárcel y cumplir esos seis meses de prisión. Tras salir de la sala de vistas de la Audiencia, el abogado del acusado se dirigió a la víctima en privado para abordar ese compromiso de pago al que se había comprometido el acusado.

La víctima no llegó a entrar en la sala de vistas, puesto que el juicio como tal no se celebró al haber una conformidad entre las partes después de que el acusado reconociese que había sido cómplice de la estafa.

La mujer, que reside en Teruel, explicó que los hechos delictivos ocurrieron hace un año cuando observó que su móvil no funcionaba. Al llegar su marido se alarmó, entraron en la banca electrónica de su entidad financiera y comprobaron que les habían sustraído 3.000 euros de la cuenta, de ellos 2.500 por transferencia y 500 por bizum.

Inmediatamente llamaron al banco para que bloqueara la cuenta y a la compañía telefónica para que hiciese lo mismo, y presentaron una denuncia en la Comisaría. Cuando acudieron a la compañía de teléfono para solicitar una nueva tarjeta, al hacer la consulta con la central descubrieron que otra persona había solicitado un duplicado de su tarjeta de móvil y había modificado los datos.

La víctima aseguró que no sabía cómo le habían estafado y reconoció que le habían generado una gran inquietud por la impotencia de ver que alguien había accedido al duplicado de su tarjeta y a su cuenta bancaria.

Parece ser que al adueñarse el estafador del contenido del móvil mediante lo que se conoce como SIM swapping, el duplicado de tarjeta, el delincuente pudo realizar la estafa mediante un bizum y una transferencia desde la cuenta de la víctima a la que había abierto el cómplice.

La mujer explicó que cuando denunció lo ocurrido le comentaron que estaban sucediendo otros casos similares y reclamó a la compañía telefónica a través de la oficina de Consumo. Lo único que ha conseguido, según indicó, es el compromiso de darle una indemnización de 600 euros, si bien todavía no le han ingresado nada, aclaró.