Rubén Sáez: "El trabajo de Arcatur es importante, a nivel patrimonial y para atraer turismo"

Rubén Sáez es presidente de Arcatur, la Asociación para la Recuperación de los Castillos Turolenses, que nació en el 2014 con el objetivo de preservar las fortalezas de la provincia y darles visibilidad. 

- ¿Qué logros han conseguido en estos cuatro años?

- Uno de los objetivos ha sido concienciar a la gente de la importancia de los castillos, creernos entre todos que pueden ser un elemento de desarrollo importante para la provincia de Teruel. En estos años hemos puesto en marcha la Ruta de los Castillos de las Órdenes Militares, que es la primera que se ha hecho sobre castillos en todo Aragón. También hemos hecho publicaciones, folletos, una Guía de Castillos de las Órdenes Militares, hemos celebrado las jornadas del Castillo de Alfambra y la Orden de Monte Gaudio... Realmente en estos cuatro años se ha hecho muchísimo trabajo. También seguimos con el inventario de castillos promovido por la Dirección General de Patrimonio de Aragón, para estudiarlos y tener fichas elaboradas de todos ellos. Somos una asociación sin ánimo de lucro, todo se consigue a base de subvenciones.

- También han logrado dar visibilidad a los castillos como referente turístico.

- Sí, les estamos dando mucha repercusión mediática, incluso nos planteamos de hacer un barrido en prensa de cuántas noticias había de castillos antes de Arcatur y cuántas hay después. Ahora muchos ayuntamientos empiezan a creerse que los castillos pueden ser un motor de desarrollo importante. Castillos en los que no se habían hecho intervenciones en los últimos 20 años ahora están empezando a creérselo, como por ejemplo Alfambra, donde en la actualidad hay una vocación por trabajar en su castillo importante. 

- En 2017 pasaron 121.000 personas por los castillos de Teruel, ¿es una buena cifra?

- Sí pero no hemos tocado techo, todos los datos son mejorables. Pasaron 121.000 personas por los castillos que cobran entrada, pero el margen es enorme, creo que si se actuara en los que hay que intervenir podríamos llegar al medio millón de visitantes, hay tres o cuatro fortalezas que tienen mucho potencial. Solo entre siete castillos han conseguido esas cifras, tanto Mora como Valderrobres y Peracense pueden llegar a 50.000. Aliaga, si se interviniera, también podría estar en esa órbita. Pero claro, hay que hacer las intervenciones, no podemos aspirar a esas cifras si no se pueden visitar. Los castillos son un motor de desarrollo de esta provincia sin lugar a dudas, todas las localidades tienen y es un elemento atractivo para atraer público.

- ¿Qué tipo de asociados tiene Arcatur?

- Somos menos de 20 personas, no es una asociación muy mayoritaria en cuanto a número de personas, pero lo que prima en nuestra asociación es el equipo técnico, tenemos arqueólogos, historiadores del arte, especialistas en turismo… de todos los gremios técnicos que hacen falta a la hora de trabajar en los castillos. A la hora de abordar trabajos de investigación y publicar es un cuerpo técnico que sostiene la asociación.

- ¿Qué ha supuesto este premio?

- Cuando uno trabaja no lo hace pensando en premios, nos causó una gran sorpresa la llamada del consejero para decirnos que nos había dado esta distinción. Supone ver reconocido el trabajo que se está haciendo, el fin no es ese, pero es de agradecer porque se valora el trabajo que has hecho. Sirven para estimularte a seguir trabajando.

- ¿Siempre se han sentido respaldados por el Gobierno de Aragón?

- Desde el primer momento hemos tenido mucho apoyo, con Nacho Escuin y Mayte Pérez a la cabeza y también desde la Consejería de Vertebración del Territorio con Marisa Romero y José Luis Soro. Creemos que la labor que hacemos es muy útil para la sociedad a nivel patrimonial, porque de lo que se trata es de conservar los castillos y, si luego se pueden aprovechar como recurso turístico, es una combinación perfecta. Desde los dos departamentos siempre hemos tenido apoyo porque han estado de acuerdo con nuestra forma de entender el patrimonio. También hemos tratado de hacer propuestas adaptadas a la situación, no obras faraónicas sino intentar extraer lo máximo del patrimonio con los recursos disponibles. Buscamos hacer intervenciones mínimas para mantenerlos y abrir las puertas, que puedan funcionar, ya vendrán tiempos mejores. 

- Dar un uso a esos bienes intervenidos también es relevante, ¿no es así?

- Restaurar por restaurar tampoco tiene sentido porque el patrimonio requiere una conservación y ser útil para la sociedad. No se entendería una restauración sin sacarle un rendimiento y  una repercusión económica para la localidad en la que está.