Síguenos
Proyectos del telescopio T80 del Observatorio de Javalambre están dando ya resultados científicos Proyectos del telescopio T80 del Observatorio de Javalambre están dando ya resultados científicos
Telescopio T80 del Observatorio Astrofísico de Javalambre para el que se oferta tiempo de observación

Proyectos del telescopio T80 del Observatorio de Javalambre están dando ya resultados científicos

El OAJ oferta un 20% de su tiempo de observación por ser ICTS
banner click 236 banner 236

Varios proyectos que se están realizando con el telescopio T80 del Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ), dentro del tiempo de observación abierto que se ofrece cada semestre por tratarse de una ICTS (Instalación Científico Técnica Singular), están dando ya resultados científicos. Entre los proyectos que están desarrollándose hay uno para la observación de la Vía Láctea, y otro que permite responder de forma rápida a la observación óptica de fenómenos que se detectan por ondas gravitacionales o por las explosiones de rayos gamma.

El OAJ tiene abierto hasta el próximo 15 de marzo un nuevo plazo para solicitar tiempo de observación abierto durante el segundo semestre de este año con el telescopio pequeño de Javalambre, el T80, con el que se está realizando el proyecto J-PLUS, uno de los dos cartografiados que está llevando a cabo la colaboración científica del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca).

Esta convocatoria se realiza dos veces al año y permite desarrollar proyectos científicos ajenos al Cefca que solicitan otros grupos de investigación. El 20% del tiempo de observación se ofrece de forma periódica a la comunidad científica para que pueda optar al uso de esta instrumentación astronómica al tratarse de una Infraestructura Científica y Técnica Singular nacional.

El investigador del Cefca Héctor Vázquez, responsable del Departamento de Operación Científica del OAJ, explicó que se trata de una convocatoria abierta a la que cualquier instituto o centro de astrofísica puede presentarse. Los proyectos son evaluados por un comité independiente, que es el que asigna ese tiempo de observación abierto que equivale a 160 horas de observación en el caso de los meses comprendidos entre julio y diciembre.

Todo el tiempo de observación que se solicita se concede para estos proyectos, que en unos casos son programas regulares, en otros de larga duración, y por último los de tiempo discrecional que fija el director.

La oferta a otros equipos de investigación del tiempo de observación abierto con el telescopio T80 cumplirá este año un lustro, y algunos de los proyectos que se han llevado a cabo con este equipamiento han dado ya resultados científicos.

Tan pronto como la cámara de gran campo JPCam, la segunda más grande del mundo que acaba de ser instalada en el telescopio de mayores dimensiones del OAJ, el T250, esté ajustada y se reciba la primera luz, sea operativa y empiece a trabajarse con el cartografiado J-PAS, se ofertará también tiempo de observación abierto al resto de la comunidad astronómica, indicó Vázquez.

De momento ese tiempo de observación ofrecido a otros equipos se ha hecho solo con el T80 y su cámara científica panorámica T80Cam, y entre las investigaciones que se están llevando a cabo  Vázquez destacó las observaciones de la Vía Láctea, la galaxia a la que pertenece nuestro sistema solar, o la observación de objetos variables. Son proyectos recurrentes a largo plazo que cada semestre piden tiempo del telescopio.

Entre estos, el responsable de operaciones científicas se refirió al proyecto del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) en Granada, con el que se están observando estrellas brillantes del plano de la Vía Láctea. “Nuestros cartografiados justamente evitan la Vía Láctea, porque son cosmológicos y con los que queremos ver otras galaxias, y evitamos el plano de la nuestra para que no nos entorpezca lo que queremos ver”, explicó Vázquez.

Eventos inesperados

El IAA también está desarrollando desde hace varias convocatoria proyectos con el T80 que en argot de los astrofísicos se denominan “objetivos de oportunidad”, y que consisten en registrar “eventos que no sabes cuándo van a ocurrir ni en qué sitio, y que necesitan una respuesta inmediata del telescopio”.

De hecho, cuando hay una alerta de este tipo para observar, el telescopio T80 deja de hacer lo que esté haciendo y se reorienta para hacer la observación que es requerida en ese momento. Puso como ejemplo las ondas gravitacionales, que cuando se detectan permite identificar la zona del cielo de la que procede y hay que determinar el objeto que la ha producido. En esos casos se activa el T80 de Javalambre, que se orienta  hacia ese punto para intentar observarlo con el telescopio óptico. Son proyectos de respuesta rápida como el dirigido a observar las explosiones de rayos gamma.

Otro proyecto que se hace con este tiempo libre de observación del T80 desde Javalambre lo está desarrollando una Universidad de EEUU consistente en el estudio de las galaxias que han tenido una supernova para analizar su entorno y ver si hay algún tipo de propiedades con esos eventos.

También hay un proyecto de variabilidad, consistente en observar las zonas del cielo que se han medido y caracterizado ya, para realizar una serie de imágenes a lo largo del tiempo para estudiar los “objetos variables”, desde estrellas pulsantes a binarias o supernovas y asteroides que son objetos móviles, que está desarrollando el Cefca junto con la Universidad de Sao Paulo en Brasil.

Son investigaciones que se pueden desarrollar en paralelo a J-PLUS, el proyecto principal del T80. De hecho, el de observación de la Vía Láctea se realiza en las noches con Luna, que es cuando no se puede hacer el cartografiado por la alta luminosidad que hay. “De esta manera también aumentamos la eficiencia del observatorio”, dijo Vázquez.

El responsable de Operación Científica del OAJ indicó que todavía no hay demasiadas publicaciones, aunque algunos ya las tienen y se espera que a partir de ahora vayan apareciendo nuevas. Entre las que han publicado ya resultados está el proyecto Galante, que es el que consiste en observar la Vía Láctea. Además se han publicado un par de comunicaciones sobre los eventos de explosiones de rayos gamma en los que ha sido posible detectar la contrapartida óptica. 

Licitado el contrato para el depósito criogénico

El Cefca acaba de licitar el contrato de suministro líquido y arrendamiento con mantenimiento de un depósito criogénico para el Observatorio Astrofísico de Javalambre, puesto que la luz del cielo que se registra con la cámara del telescopio se tiene que hacer a 110 grados bajo cero. Una temperatura tan baja es fundamental para ganar en calidad y sensibilidad de las imágenes.

El contrato acaba de salir a licitación por un importe de 36.448,49 euros (IVA no incluido), con un año de duración, y a través del mismo se deberá garantizar el suministro de nitrógeno líquido, que es lo que se utiliza para mantener la parte criogénica de la cámara por debajo de los 100 grados bajo cero.

El contrato incluye tanto el suministro del nitrógeno como el mantenimiento del depósito y las modificaciones o construcciones del recinto necesarias.