Proponen reducir el tiempo de viaje en tren de Teruel a Zaragoza adecuando horarios y velocidades
La Plataforma del Ferrocarril y Teruel Existe plantean "apadrinar" señalesViajar en tren entre Zaragoza y Valencia por Teruel cuesta ahora una hora más de tiempo que hace una década, a pesar de las mejoras de la infraestructura ferroviaria que se han realizado. Ante esa paradoja, la Plataforma en defensa del ferrocarril y el movimiento ciudadano Teruel Existe han lanzado el proyecto Apadrina una señal, para llamar la atención sobre lo sencillo que resultaría mejorar los tiempos de viaje actuales adecuando los horarios e incrementando las velocidades donde la infraestructura lo permite tras las actuaciones realizadas.
Los portavoces de la plataforma, Manuel Gimeno y Carlos Muñoz, presentaron este martes esta iniciativa que más allá de la carga de ironía que tiene, plantea una mejora sustancial del servicio ferroviario, puesto que supondría reducir media hora entre Zaragoza y Teruel adecuando los horarios, y otro tanto entre Teruel y Valencia haciendo lo mismo después de cambiar las velocidades actuales en aquellos tramos donde es posible tras las obras realizadas en la infraestructura, puesto que las unidades 599 con las que se presta el servicio permite que puedan ir más rápido de como lo hacen en la actualidad.
Ambos ofrecieron una rueda de prensa muy didáctica para mostrar cómo lo que está pasando en esta línea de tren no tiene lógica, algo que Gimeno calificó de “tomadura de pelo absoluta”. Y ante el silencio de Adif tras las veces en las que se han dirigido a ellos, se ofrecen ahora a la Administración central para apadrinar la instalación de señales de velocidad que permitan incrementarla.
Problema
El problema, según explicaron, es que en la línea sigue habiendo señales que limitan el paso de trenes a una determinada velocidad, sin tener en cuenta los arreglos que se han hecho y que permite a los convoyes de viajeros de las unidades 599 alcanzar velocidades superiores de las que están permitidas. A ello se añade que deben adecuarse los horarios a las posibilidades que ofrece la línea en tramos donde antes se redujo el tiempo por las limitaciones que había, que ahora no es necesario tras arreglarse pero nadie lo ha adaptado a la nueva realidad.
Gimeno dijo que incluso “si nos dejan”, están dispuestos hasta a colocar ellos las señales con la única condición de que “quien apadrine, firme detrás de ella”. “No es ninguna broma”, aclaró el portavoz ciudadano, que indicó que el ofrecimiento de apadrinamiento lo van a hacer dirigiéndose a la Subdelegación del Gobierno, la Dirección de Mantenimiento y Conservación de Adif, la presidenta de Adif, el secretario de Estado y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, “para resolver el gravísimo problema que durante años no quieren resolver, y de ganar una hora entre Zaragoza y Valencia”.
Los portavoces señalaron que ante problemas de este tipo lo que han hecho es buscar soluciones, y en el caso de las señalizaciones se resolvería apadrinando 44 señales, que son las que habría que colocar. Explicaron que el precio de cada señal es de 120 euros, una cantidad irrisoria frente a algunas inversiones que está realizando Adif en el territorio. Apuntaron que llevan más de dos años reivindicándolo tanto públicamente como en el Ministerio de Transportes, Adif y Renfe, y ya no saben “qué hacer más”.
Horarios
Gimeno comentó que estos horarios han supuesto “más de dos millones de horas perdidas en cinco años” para los viajeros, lo que se hubiese resuelto con 44 señales de velocidad y algunos ajustes horarios. Ironizó argumentando que en la adecuación horaria el coste se limitaría a dos folios, el que se gastaría en la solicitud de Renfe a Adif y el de la respuesta del administrador de infraestructuras al operador ferroviario.
Un coste irrisorio, señaló, mientras el soterramiento de algunas líneas de AVE han supuesto 11.400 millones de euros cuando lo presupuestado inicialmente era de 4.101, con un desvío de más de 7.000 millones, según datos del Tribunal de Cuentas de 2019; o el desvío presupuestario de la variante de Pajares de 52 kilómetros, que de 1.085 millones en que se presupuestó lleva ya gastados 4.500; así como el soterramiento de Hospitalet de Llobregat, de 5,2 kilómetros, en la zona de donde es la ministra y sobre el que aseguró que era una “prioridad absoluta y una obra estratégica” con un coste de 1.210 millones de euros.
Muñoz explicó que se han producido modificaciones de horarios por la pandemia o por limitaciones como la de 30 que hubo por el problema de la vía en Navarrete, que aumentaron los tiempos, y que después no se han corregido para ajustarlos a la realidad. Precisó que los trenes no esperan en las estaciones por que tengan que cruzarse con otros, y que van por debajo de la velocidad a la que podrían circular, porque tienen que cumplir unos horarios que son irreales.
Pusieron como ejemplo el tren que sale de Teruel a las 6:40 e invierte 2 horas y 20 minutos hasta Zaragoza haciendo 19 paradas, cuando el que sale de Zaragoza a las 17:25 llega a Teruel a las 20 horas, invirtiendo más tiempo, 2 horas y 35 minutos con solo 9 paradas. Eso sucede porque los horarios no son acordes con la velocidad del tren. Pidieron por ello también poder estar en la comisión de seguimiento del Plan Director de las obras de mejora del ferrocarril, si bien denunciaron que apenas se ha reunido desde 2017 y que lleva dos años sin hacerlo.