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Piden 10 años para un hombre acusado de apuñalar a su compañero de vivienda Piden 10 años para un hombre acusado de apuñalar a su compañero de vivienda
El acusado en el momento de ser conducido al Palacio de Justicia de Teruel para celebrar el juicio

Piden 10 años para un hombre acusado de apuñalar a su compañero de vivienda

El imputado dice que fueron otros quienes agredieron a la víctima, que estuvo a punto de morir
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La Fiscalía pidió 10 años de prisión por un presunto delito de asesinato en grado de tentativa para el hombre que en septiembre del año pasado apuñaló supuestamente a su compañero de vivienda en una casa de acogida en la calle Dolores Romero, donde convivían junto a una tercera persona; los tres inmigrantes africanos. El acusado, P.M.G., negó en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial que fuera él quien asestó varias puñaladas con un cuchillo de cocina a su compañero de casa, y responsabilizó a dos personas no identificadas que supuestamente habrían ido a la vivienda a reclamarle a la víctima por un problema de drogas.

La víctima negó durante el juicio este último extremo al ser preguntado por las partes después de que testificara primero el acusado, visiblemente nervioso y alterado, lo que llevó al presidente de la Audiencia a advertirle sobre su posible expulsión de la sala si no guardaba la compostura. De hecho, cuando declaró la víctima, el acusado fue llevado a una habitación anexa para evitar el contacto visual, aunque desde la misma pudo escuchar el desarrollo del interrogatorio.

Los hechos juzgados ocurrieron el 21 de septiembre del año pasado cuando P.M.G., de 36 años en ese momento y natural de Guinea Bissau, fue detenido acusado de apuñalar por la espalda a otro hombre de 45 años y de Senegal con el que compartía techo en una casa de acogida.

La víctima sufrió 8 heridas inciso contusas provocadas por arma blanca en el torax, dos de ellas de especial gravedad, además de otras lesiones por la agresión que sufrió, y que estuvieron a punto de costarle la vida. Al parecer fue una tercera persona que vivía también en la casa la que llamó a la Policía Nacional, que al personarse avisó a los servicios médicos.

De acuerdo con la prueba pericial practicada en la vista, las dos lesiones más graves que padecía la víctima eran sendos apuñalamientos en el torax que habían atravesado las costillas y llegado a la pleura y a la cavidad pulmonar, aparte de otras lesiones en otras partes como la mandíbula.

Los médicos forenses explicaron que debido a la pérdida de sangre el hombre que fue agredido entró en shock hipovolémico y sufrió una parada cardiorrespiratoria. Tras ser operado en Teruel fue enviado a la UCI del hospital Miguel Servet de Zaragoza debido a la gravedad, donde recibió también cirugía por la lesión maxilofacial que padecía, además de recibir otra transfusión de sangre.

Los peritos explicaron que el agredido no presentaba ninguna lesión de defensa, lo que es compatible con una ataque por sorpresa probablemente desde atrás. De no haber sido intervenido con urgencia, los médicos forenses aseguraron que su vida hubiera peligrado debido a la importante pérdida de sangre que padeció.

La Fiscalía acusa a P.M.G. de un delito de asesinato en grado de tentativa tras una discusión doméstica con su compañero de piso, por lo que solicita 10 años de prisión. El ministerio público elevó a definitivas su calificación y pidió una indemnización a favor de la víctima de más de 58.000 euros por responsabilidad civil. 

Por el perjuicio moral sufrido solicitó 30.000 euros, 13.000 euros por el daño estético provocado por el apuñalamiento, 4.300 euros por las secuelas, y por último 11.000 euros por las lesiones sufridas.

La víctima estuvo representada únicamente por la Fiscalía, ya que no se personó como acusación particular en el caso, mientras que la defensa del agresor pidió la libre absolución del mismo al negar este desde el primer momento que hubiera sido él quien apuñaló al otro. La versión de que otros dos hombres habían acudido a la casa y les oyó discutir, y de que la víctima tenía problemas de drogas, la dio por primera vez el acusado durante su declaración en la vista oral.

Discusión doméstica

El imputado por estos hechos reconoció que habían discutido sobre las seis de la tarde por un microondas y que el compañero cogió una sarten e intentó golpearle en la cabeza, y que él lo único que hizo fue empujarle al ser más alto. Añadió que después el otro se marchó y que al volver desconoce lo que pasó.

El presunto agresor sí declaró de forma confusa en un castellano poco comprensible que llegaron otras dos personas a la casa, un blanco y un negro, y que fueron ellos quienes supuestamente apuñalaron a la víctima tras discutir entre ellos. Insistió en que solo el agredido sabe de verdad lo que pasó porque él no lo vio. Argumentó que le acusó a él para evitar ir a la cárcel por lo de las drogas, sin dar más detalles en su declaración.

La víctima coincidió en que sobre las siete de la tarde discutieron por un microondas pero que no pasó nada y se marchó a  casa de un amigo. Añadió que ya había presentado denuncias por amenazas contra esa persona, y que cuando regresó a la casa el presunto agresor volvió a amenazarle, subió a su habitación y se encerró.

Precisó que con posterioridad al intentar abrir la puerta para salir de la casa fue cuando P.M.G. le clavó el cuchillo por detrás, notó el primer pinchazo y perdió el conocimiento. Dijo estar convencido de que estaba escondido aunque admitió que no le vio la cara. Rechazó la acusación del acusado de que estuviera metido en problemas de drogas y que dos personas hubieran ido a verle, y en un principio se mostró convencido de que el otro compañero de piso también estaba allí en ese momento, aunque rectificó después porque aseguró que no vio la cara a nadie.

Los policías que intervinieron al ser avisados declararon que al llegar vieron a la víctima inconsciente con un fuerte golpe en la cabeza y varios pinchazos en el costado y la espalda, y que el supuesto agresor, que estaba en su habitación, les dijo que fue el otro quien le había intentado atacar con una sarten, negando que fuera el autor del apuñalamiento.

La Policía intervino dos cuchillos que habían sido lavados, en uno de los cuales había vestigios de ADN de la víctima en el filo, pero en el mango no se encontraron del acusado, sino de otra persona no identificada. A la tercera persona que vivía en la casa no se le tomaron pruebas de ADN y tampoco compareció en la vista al no haber podido ser localizado por la Audiencia para citarlo.

La abogada de la defensa pidió la libre absolución porque su representado niega que fuera el autor del apuñalamiento, la víctima no le vio la cara, y porque tampoco se han hallado restos de ADN en el cuchillo, no habiéndose seguido otras líneas de investigación. El acusado está en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos.