Personajes ilustres resucitan para pedir la supervivencia de la provincia

Veinticuatro personajes ilustres turolenses de toda la historia resucitaron este viernes ante las puertas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) en Madrid, para pedir la supervivencia de la provincia, entre ellos el cineasta Luis Buñuel, que aportó el toque surrealista al acto puesto que se registró una petición en la sede ministerial para que el Homo sapiens turolensis sea declarado “especie en peligro de extinción”.

Con esta movilización de Teruel Existe se pretendía llamar la atención de una manera original y alternativa sobre la situación en la que se encuentra la provincia, que lleva décadas luchando para poder estar en igualdad de condiciones con otros territorios, pero que por el contrario se está enfrentando a la “discriminación, el olvido y las promesas incumplidas”, según manifestó el personaje del alcañizano Mariano Nifo, fundador del primer periódico español en 1758 y que fue uno de los turolenses a los que se recreó en la movilización.

Los personajes, que escenificaron que se removían de sus tumbas y salían de ellas para reclamar al Miteco que no deje morir la provincia, iban ataviados con sus trajes de época y entre ellos estaban también representados el papa Clemente VIII, el compositor y guitarrista Gaspar Sanz, el diputado de las Cortes de Cádiz Isidoro Antillón, el botánico Francisco Loscos, el pionero del cine Segundo de Chomón, la benefactora Dolores Romero, el tenor Andrés Marín, las escritoras Concepción Gimeno y Melchora Herrero Ayora, el ministro de la II República Vicente Iranzo, la soprano Elvira Hidalgo, o el torero Nicanor Villalta, entre otros. El historiador Serafín Aldecoa fue el encargado de documentar a los personajes históricos seleccionados para este acto reivindicativo.

Teruel Existe informó de que el movimiento ciudadano había  organizado este acto de recreación histórica con una performance de personajes nacidos en distintas localidades de la provincia, de reconocido prestigio personal y profesional en ámbitos muy dispares, para denunciar la delicada situación que atraviesa la provincia de Teruel.

El diputado de Teruel Existe en el Congreso, Tomás Guitarte, explicó que los turolenses están sufriendo “un gravísimo problema de despoblación, somos un desierto demográfico con una densidad de población de 9 habitantes por kilómetro cuadrado, en una extensión territorial de 15.000 km2, la zona cero de la despoblación del sur de Europa, junto a Soria, y hemos de hacer un esfuerzo por solucionar este problema, con medidas que ayuden a solventarlo en lugar de medidas que lo agravan, como la implantación desordenada de grandes centrales de renovables en el territorio”. Indicó que desde Terl lo que se está reclamando es “inversión para solucionar este problema y lograr igualdad de oportunidades, como el conjunto de los españoles”.

El personaje de Mariano Nifo fue el encargado de poner el dedo en la llaga de los problemas por los que atraviesa la provincia, que en lugar de encontrar soluciones se está viendo enfrentada a la llegada descontrolada de renovables que ponen en riesgo sectores que dependen de la riqueza paisajística del paisaje, cuando con los aerogeneradores y las plantas fotovoltaicas se está convirtiendo a la provincia en una pila para atender el desarrollo de otros territorios y abandonándola a su suerte por las promesas incumplidas.

A eso se refirieron los personajes ilustres durante la performance al denunciar que “la discriminación, el olvido y las promesas incumplidas” al haber llegado a esta situación “es lo que nos ha removido de nuestras tumbas”. “Estamos aquí para reivindicar el futuro de esta provincia”, recalcó.

Los  ilustres turolenses solicitaron el amparo y la protección del Ministerio “para que el Homo sapiens turolensis sea declarado especie en peligro de extinción y se proteja todo el territorio que necesitan para su supervivencia”. El personaje de Nifo argumentó que “no lo consideramos difícil puesto que los humanos compartimos un 99,4% de material genético con nuestros antepasados, los grandes simios, y malo sería que por un simple 0.6% no nos incluyeran como especie a proteger”.

 

En la performance denunciaron en tono jocoso la llegada descontrolada de renovables como especies invasoras, y la actitud del Gobierno de prometer soluciones y no cumplir mientras se favorece esta nueva colonización energética para atender al desarrollo de otros territorios olvidando a la provincia de Teruel nuevamente.

Incidieron en denunciar la “explotación colonial” que en los últimos siglos está sufriendo la provincia, y por la que “primero se nos llevaron el azufre, después el hierro y el carbón, se nos llevan las arcillas y ahora pretenden expoliar nuestros pueblos con las eólicas y fotovoltaicas, de forma que el desarrollo llega a otros territorios y aquí nos dejan las escombreras”.

Argumentaron que con este modelo extractivo “se nos llevan también lo más importante: nuestros jóvenes, la mayoría bien formados y con una gran potencia de inteligencia colectiva”. Con la invasión de renovables que está proyectada en Teruel en estos últimos años, “explotan el aire y el sol, destrozan nuestro medio ambiente, destruyen el patrimonio y terminan con nuestras ilusiones”.

Especie desplazada

El personaje de Nifo explicó que “estamos siendo desplazados por especies que se han multiplicado de forma desproporcionada como los cerdos metanopedex, con una previsión de un 1.200.000 en el área del Jiloca”. Alertó de que existen dos nuevas especies invasoras: las “placatorix”, las placas fotovoltaicas, y los “molinópteros” o aerogeneradores. Para su instalación y mantenimiento recordaron que necesitan cientos de kilómetros de caminos que destruyen sin consideración hábitats milenarios.

En la solicitud entregada a la ministra Teresa Ribera explican que la invasión se justifica con la producción de energía verde, “que en todo caso será gris, porque llegan arrasando el medio ambiente”. Exponen también que el último decreto aprobado en el Congreso con la desregulación para la instalación de renovables “da patente de corso a las empresas para que instalen los parques a su capricho, sin información pública ni estudio de impacto ambiental y que va a significar arrasar lo único que nos queda, nuestro milenario y valioso territorio”.

La provincia cuenta con  53.000 hogares, que consumen en torno a 75 megavatios de energía eléctrica, pero quieren instalar una capacidad de generación de esas energías de más de 8.000 megavatios, más que la producida por todas las centrales nucleares juntas, indicaron.