Nuevos estudios restan peligro sísmico a algunas fallas de Teruel y Zaragoza
Un trabajo advierte de las implicaciones socio-económicas asociadasLos laboratorios de Geocronología del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH) han liderado un estudio que pone en duda el elevado potencial sismogénico de algunas fallas de las provincias de Zaragoza y Teruel, y advierte de las implicaciones socio-económicas asociadas, ha informado el CENIEH en nota de prensa.
La investigadora Davinia Moreno, geocronóloga del CENIEH, lidera un estudio recién publicado en la revista ‘Quaternary Geochronology’, en el que se han combinado cuatro métodos de datación independientes para refinar la edad de los depósitos de varias fallas de la Cordillera Ibérica, en las provincias de Zaragoza y Teruel, y demostrar que son menos activas de lo que se creía.
La geocronología es una herramienta esencial en estudios de geomorfología tectónica y paleosismología, orientados a caracterizar fallas activas y evaluar su peligrosidad.
La cantidad y calidad de las dataciones disponibles determina la fiabilidad de las evaluaciones de peligrosidad sísmica teniendo, con las consiguientes implicaciones socio-económicas.
Este trabajo cuestiona la fiabilidad de las edades publicadas anteriormente sobre las Fallas de Teruel, Concud, Daroca y Munébrega, principalmente debido a la falta de información sobre la metodología aplicada, y pone de manifiesto el riesgo derivado de utilizar fechas imprecisas en los estudios de peligrosidad sísmica.
Davinia Moreno considera que conocer la edad de los depósitos asociados a una falla es imprescindible para determinar la velocidad a la que se mueve y la frecuencia temporal de los terremotos que genera.
Tradicionalmente, la caracterización de las fallas cuaternarias en el sector central de la Cordillera Ibérica (tasas de desplazamiento, edad de paleoterremotos, recurrencia), se ha basado en edades proporcionadas por el Laboratorio de Datación y Radioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid, ahora cerrado.
El propósito de este trabajo ha sido evaluar la validez de dichas edades, obtenidas en los años 1990 y principios de la década de 2000, aplicando cuatro métodos de datación: Resonancia Paramagnética Electrónica, Luminiscencia Ópticamente Estimulada, Series de Uranio-Torio y Radiocarbono.
En buena parte de los casos se replicaron las muestras que habían sido analizadas por el laboratorio de la Universidad Autónoma de Madrid.
Los nuevos datos geocronológicos, la falta de coherencia de las edades proporcionadas por el anterior laboratorio como, por ejemplo, tasas de incisión, tasas de desplazamiento de las fallas y valores de recurrencia anormales, así como la limitada información disponible sobre la metodología aplicada por dicho laboratorio, ponen en duda la fiabilidad de las edades previas, que conducen a sobrestimaciones significativas de la peligrosidad de las fallas.
Según la investigadora del CENIEH, también ponen de relieve la necesidad de revisar los estudios de geomorfología y del Cuaternario basados en edades no fiables.
El pilar fundamental de este estudio ha sido la combinación de los más avanzados protocolos de cuatro métodos de datación y la estrecha colaboración con geólogos especializados en geomorfología y paleosísmología.