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Mupacha, una empresa de reciclaje y reutilización para cuidar el entorno Mupacha, una empresa de reciclaje y reutilización para cuidar el entorno
Los alumnos del CEIP Pierres Vedel con su profesora Sonia García durante su visita a DIARIO DE TERUEL

Mupacha, una empresa de reciclaje y reutilización para cuidar el entorno

El colegio Pierres Vedel logra el reconocimiento al trabajo más cooperativo y sostenible en Emprende, Futuro Teruel
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La concienciación con el cuidado del medio ambiente y el trabajo en equipo son las señas de identidad del proyecto empresarial que los alumnos de quinto del colegio público Pierres Vedel de Teruel presentaron al concurso de ideas Emprende, futuro Teruel. Su propuesta Mupacha, empresa de reciclaje y reutilización en Teruel logró el diploma al trabajo más cooperativo y sostenible.

La participación en el concurso surgió en este curso en la asignatura de Valores, con la profesora Sonia García, y los autores de la propuesta han sido Muhammad Tahir Khaliq Aziz, Alicia Ioana Fistoleanu, Ume Habiba Sashir, Memona Rashid Kanam, Areeba Jamil Asghar Afshan, Hanan El Himer, Cristina Liu, Pedro García Degia, Mohamed Jebari y Arai Armengod.

Estos chicos tienen muchas inquietudes medioambientales y por ello vieron en este certamen una buena oportunidad de profundizar en este tema. “Nos hemos presentado porque justamente nos habían dicho que había un concurso y como estamos tan concienciados con el medio ambiente decidimos participar para también hacer que otra gente se conciencie”, afirma Cristina Liu.

La empresa propuesta tiene dos actividades principales, por un lado, una planta de reciclaje en Teruel donde, según explica Pedro García, se recicla “papel, cartón, vidrio y plástico” y, por otra parte, talleres de reutilización de materiales que se desarrollan en centros educativos y ayuntamientos.

Pedro indica que la planta funciona con un supervisor, 30 obreros y un transportista.

Las encargadas de los talleres son Memona Rashid, Ume Habiba y Alicia Fistoleanu. Alicia explica que irán a los colegios que lo soliciten y harán actividades con los niños para que en lugar de tirar materiales “puedan darles un uso diferente, por ejemplo, con tenedores se puede hacer un perchero, con botellas de lejía, un portalápices”.

Sociedad cooperativa

A la hora de decidir el modelo de empresa para esta idea, los chicos no dudaron ni un instante tenía que ser una sociedad cooperativa. “Hemos elegido una sociedad cooperativa porque nosotros en clase aprendemos con aprendizaje cooperativo. Estamos acostumbrados a trabajar en equipo, a tomar decisiones entre todos, debatimos hasta llegar a consenso, nos repartimos las tareas y las responsabilidades. Todos somos jefes” destaca Cristina.

Además de aportar una idea de negocio han tenido que organizar la empresa con sus gastos, ingresos, página web, publicidad, selección de personal y todos los aspectos vinculados con ella. Los alumnos reconocen que los conceptos financieros ha sido lo que les ha resultado más complicado.

A pesar de ello, los chicos han pensando en ideas originales para financiar el proyecto. Ume Habiba comenta que utilizan el crowdfunding, el micromecenazgo, para conseguir fondos. “Si a la gente le gusta nuestra idea nos da dinero y en un futuro se lo devolvemos haciendo talleres gratuitos”, aclara la alumna.

Pero también tienen la vista puesta fuera de España. “Podemos hacer vídeos tutoriales para reutilizar en varios idiomas”, añade Ume.

Y es que, como recuerda la profesora Sonia García estos chicos hablan muchos idiomas y lo quieren aprovechar para su proyecto. Los niños saben urdu, árabe, inglés, francés (este centro es bilingüe), rumano y chino. De forma que les gustaría poder exportar la idea.

Otra fuente de financiación será a través de entidades públicas. “La Cámara de Comercio nos asesora en las partes legales y pedimos subvenciones al Gobierno de Aragón”, explica Memona Rashid.

Aportar lo mejor de cada uno

Crear una empresa. Menudo reto para unos niños de 11 años. El primer paso que dieron fue organizar la tarea para cada miembro del equipo. Hanan El Himer explica que cada uno escribió en un papel qué era lo que cada uno sabía hacer mejor que se relacionara con el medio ambiente y “distribuimos las diapositivas y el trabajo que haría cada uno”.

Y las decisiones, como siempre en este grupo se tomaron en equipo. Mohamed Jebari recuerda que para elegir el nombre decidieron combinar las iniciales de sus nombres. “Nos salió la palabra Mupacha”, señala.

Para el logotipo de la empresa hicieron un pequeño concurso de dibujo. “Cada pareja ha hecho un dibujo y después hemos hecho una votación y lo hemos pasado al ordenador”, indica Hanan, 

Areeba Jamil explica que el diseño ganador era el planeta Tierra y alrededor las energías renovables y el signo del reciclaje y el lema: “Recicla con Mupacha”.

“Lo mejor es trabajar en equipo y que todos seamos jefes”, destacan los chicos después de haber terminado este trabajo que además les ha ayudado a estar aún más convencidos de la importancia de cuidar el entorno.

Sonia García asegura que la experiencia la ha parecido “fantástica” para sus alumnos que han trabajado con mucho entusiasmo. “Han sido supercreativos y también es una gran satisfacción verles trabajar como un equipo, no solo ellos sino también el resto de la clase que no participaban pero se han alegrado del éxito de sus compañeros”, destaca la maestra del Pierres Vedel.

Para esta docente, lo principal que les a aportado a los chicos este proyecto ha sido mejorar las habilidades sociales: trabajar en equipo, respetar las ideas del otro, animar al compañero.

Sonia García también quiere reconocer el reto que supuso exponer su trabajo en el Palacio de Exposiciones con un jurado de cinco personas y mucho público y que lo hicieron con mucho entusiasmo.

Al año que viene quieren continuar participando en el concurso. Quieren seguir con la misma empresa pero mejorarla, sobre todo en la parte financiera.