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Manuel Esteve, presidente del grupo cooperativo: “El Grupo Arcoíris intenta atraer a jóvenes al sector ganadero para lograr el relevo generacional” Manuel Esteve, presidente del grupo cooperativo: “El Grupo Arcoíris intenta atraer a jóvenes al sector ganadero para lograr el relevo generacional”
Manuel Esteve, con el Mejor Jamón de Teruel 2024 de la marca Arcoiris. A. G.

Manuel Esteve, presidente del grupo cooperativo: “El Grupo Arcoíris intenta atraer a jóvenes al sector ganadero para lograr el relevo generacional”

Afirma que es necesario compaginar la rentabilidad de las explotaciones con la sostenibilidad medioambiental
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Manuel Esteve recogió el pasado 20 de septiembre en una gala celebrada en el Palacio de Exposiciones y Congresos de la capital turolense el premio al Mejor Jamón de Teruel otorgado a la Sociedad Para la Industrialización Cárnica del ganado porcino (Soincar) por su marca Arcoíris, que también da nombre al grupo cooperativo de la comarca turolense del Matarraña, del que asumió la presidencia el 27 de junio en sustitución de Delfín Albesa.

Como presidente del Grupo Arcoiris, del que ya formaba parte del Consejo Rector, se ha propuesto continuar con el crecimiento de la cooperativa para ofrecer más riqueza y empleo en el territorio. Además de este cargo, Esteve es presidente de la Asociación de Criadores de Porcino de Teruel (Acriporte) desde 2011 y del Consejo Sectorial de Porcino de Capa Blanca de Cooperativas Agroalimentarias de España desde 2019; y secretario del Consejo Rector de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón (Faca) desde 2022; cargos que compagina con la atención a las granjas de cerdas madres que tiene en Peñarroya de Tastavins.

-¿Qué supone para el Grupo Arcoiris, al que pertenece Soincar, la consecución del premio al mejor Jamón de Teruel 2024?

-Es un reconocimiento a la labor que estamos realizando, desde controlar todas las fases de producción hasta ofrecer la máxima calidad y trazabilidad. Es un premio al trabajo diario de todas las personas que forman parte del grupo: ganaderos, socios, trabajadores, directivos...

-¿Y cómo han logrado que la pieza de Arcoíris fuera la mejor entre las 20 presentadas al concurso de calidad?

-Además de ceñirnos escrupulosamente al pliego de condiciones de la Denominación de Origen Jamón/Paleta de Teruel, escogemos los mejores jamones a la hora del marcaje y cumplimos con los tiempos marcados en los secaderos.

-¿Qué opina sobre el estado de la DOP Jamón/Paleta de Teruel 40 años después de su constitución?

-La DOP nació de la inquietud de un grupo de ganaderos y empresarios y realmente ha conseguido su objetivo fundamental: dar un valor añadido a la producción agroalimentaria turolense y que prácticamente todo el porcino que se cría en la provincia se saquifique y se seque o se procese aquí. Hace unos años se produjo una expansión, coincidiendo con la del Ibérico, y se llegó al millón de jamones marcados, pero después se abrió una crisis. Tras la renovación de la gerencia y de la presidencia del Consejo Regulador y el cambio de los Estatutos, estamos volviendo a despegar. Se está haciendo una buena labor de producción y se afronta un crecimiento estable y desde la sensatez.

-Pero el descenso de la producción les ha impedido incluso atender toda la demanda...

-En aquel momento de expansión, la mayoría de los secaderos teníamos un stock demasiado elevado de jamones y se perdió margen de beneficio. A partir de ahí, estamos siendo prudentes a la hora de dar entrada a los jamones para que la cifra coincidida con la salida y no tener un exceso de stock. Creo que la extensión de la DOP a la paleta y la creación de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cerdo de Teruel supone un impulso para que continúe creciendo.

-¿Va a marcar el Grupo Arcoíris Cerdo de Teruel IGP?

-Nuestro objetivo de momento es marcar cerdo a corto o medio plazo, pero para eso se tiene que hacer alguna reforma en el matadero. Y estamos pendientes de terminar antes otras inversiones, como la residencia para mayores de la Fundación Arcoíris en Valderrobres y la construcción de una nueva fábrica de piensos en Valderrobres y de dos plantas de biogás en Valderrobres y Peñarroya de Tastavins.

-¿Con qué objetivos asume la presidencia del Grupo Arcoíris?

-Mi objetivo es seguir la línea de trabajo de estos últimos años. Somos un grupo cooperativo que se debe a sus socios, pero es necesario llevar a cabo una gestión empresarial para generar beneficios que luego utilizamos para llevar a cabo las labores propias de las cooperativas. Nos proponemos la dinamización de nuestra zona de influencia a nivel social con la construcción de la residencia de mayores y el patrocinio de actividades culturales y deportivas. Generamos 640 empleos que aportan riqueza a la zona del Matarraña y a otras limítrofes. Buscamos la sostenibilidad medioambiental con la puesta en marcha de las plantas de biogás. Y seguimos trabajando para incrementar la viabilidad de las granjas de nuestros socios y de otras personas vinculadas al grupo para que nadie se quede atrás.

-¿Cuándo serán realidad estos proyectos?

-Está previsto que la residencia de mayores de Valderrobres comience su actividad en el primer trimestre de 2025. Contará con 90 plazas y dará empleo a 25. Es el mismo plazo que barajamos para la puesta en marcha de la fábrica de piensos, con la que pasaremos de producir 180.000 toneladas al año a 270.000, un 50 % más. La planta de biogás de Valderrobres se encuentra en fase de pruebas con la mitad de su capacidad y, aunque faltan algunas cuestiones técnicas, también podría estar operativa en el primer trimestre del año que viene. La de Peñarroya de Tastavins tiene que pasar todavía el trámite ambiental en el Inaga.

-¿Qué puede aportar como ganadero en todos los cargos que ocupa?

-Es importante, y siempre lo comentamos entre los pocos ganaderos que ocupamos puestos de representación, que las personas vinculadas al sector se sienten en las mesas de negociación de Aragón, Madrid o Bruselas y aporten su punto de vista. Es fundamental que así sea porque los ganaderos son los primeros interesados en el bienestar de los animales y en la consecución de la viabilidad económica y medioambiental de sus explotaciones.

-¿Qué retos afronta el sector porcino turolense?

-Para seguir creciendo en Teruel es necesario el relevo generacional, un problema que no es único del sector ganadero sino que afecta a todo el sector productivo. El grupo cooperativo intentar atraer socios, principalmente jóvenes, para que se haga cargo de las explotaciones de quienes se jubilan, que sean productivas y generen rentabilidad a ambos. También es necesaria la sostenibilidad medioambiental partiendo de la base económica de las explotaciones, que es lo que pretendemos con el tratamiento de los purines y subproductos en las plantas de biogás, y que a su vez generarán más empleo y riqueza.

-Existe entre la población el temor a un crecimiento desmesurado del sector porcino en el territorio...

-Las granjas generan empleo y sostienen el territorio. El censo en Teruel es de 150.000 madres y 1.000.000 de plazas de cebo, lo que supone el 15 % de la cabaña aragonesa. En la Comunidad Autónoma hay mucha superficie agraria en comparación con Cataluña, con 1,2 millones de hectáreas cultivadas frente a medio millón. Hay potencial para seguir creciendo. Además, cada vez se están sacrificando en la propia provincia más animales de los que se crían. El porcentaje se sitúa entre el 60 % y el 70 % de los criados en Aragón, un porcentaje que en la provincia de Teruel se eleva incluso al 80 % u 85 % porque todos los animales destinados a la DOP se sacrifican aquí.

-¿Y que situación atraviesa el sector cunícola, del que también son un referente?

-El Grupo Arcoíris cuenta con el único matadero de Aragón. Con la pandemia, el sector se redujo un 50 % y desde la cooperativa optamos por hacer granjas propias impulsando la mejora genética para mantener la estructura, que cuenta con una fábrica piensos, matadero y sala de despiece. Pero el consumo es muy reducido y es muy difícil la exportación. A nivel europeo, hay borrador en un cajón que, si se aprobara, supondría el fin del sector cunícola por la eliminación de la jaulas en todos los sectores intensivos.

-En paralelo, han creado el Centro de Formación Arcoiris. ¿Faltan enseñanzas vinculadas al sector ganadero en general y al porcino en particular?

-A nivel nacional, tan sólo hay un par de centros que imparten formación y es muy importante que Teruel cuente con ella. Salió la oportunidad de adquirir dos parcelas en Andorra ofrecidas por el Ayuntamiento y firmamos la compra hace tres semanas. El objetivo es crear en una de ellas un centro de formación de porcino y también generar empleo, porque se requerirán también 10 personas. En la otra parcela, se levantará un centro tecnológico y de innovación. Queremos que la producción de ese centro de formación se quede en Andorra y buscamos la complicidad de los ganaderos de la zona.

-Esta iniciativa también se vincula al necesario relevo generacional en el sector...

-Hace falta gente joven. En el sector ganadero, hay muchas personas trabajadoras de entre 50 y 55 años y en los próximos 10 años muchas de ellas se jubilarán. Tenemos que convencer a los jóvenes de que el trabajo de ganadero es digno, que ofrece calidad de vida y que, aunque se ubique en el medio rural, puede disfrutar de otras condiciones y ventajas que en la ciudad no tiene.

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