Los voluntarios de Cruz Roja de todo el país destacan la acogida que reciben en Teruel

Cruz Roja en Teruel lleva organizando el operativo de socorros de la Vaquilla desde hace más de 25 años. El puesto de primeros auxilios ubicado en la ronda Ambeles, junto a la Estación de Autobuses, presta atención ininterrumpidamente durante las fiestas y para ello a los voluntarios turolenses se suman otros procedentes de diferentes puntos de España que destacan la gran acogida que tienen en Teruel, un trato que reciben que les hace repetir año tras año.

“El ambiente en Teruel es más cordial que en otros sitios, la gente es muy respetuosa”, destacaba este sábado Juan Luis Tripiana, de Zaragoza, que lleva siete años colaborando con este dispositivo y que resaltó que es impresionante cuando “hacen el Moisés” cuando pasa una ambulancia, es decir, en una calle repleta de gente todo el mundo se aparta para que puedan pasar, al igual que el paseíllo y los aplausos del último día, cuando se marchan.

Sus compañeros reiteraban que la Vaquilla es “una fiesta entrañable y los turolenses, gente muy maja”, señaló Ana María Soler, enfermera de Castellón que lleva nueve años viniendo a Teruel.
También el compañerismo entre los voluntarios de todo el país es otro aliciente para formar parte de estos operativos. “Somos una familia”, aseguró Soler.

A los voluntarios turolenses, se unen otros llegados de diferentes partes de la geografía española como Zaragoza, Huesca, Valencia, Castellón, La Rioja, Navarra, País Vasco, Castilla La Mancha, Castilla-León, Murcia, Madrid y Andalucía. En total, el dispositivo está integrado por 58 personas, un 20 % más que el año pasado, con perfiles que van desde médicos y enfermeros, a tripulantes, socorristas y operadores.

Precisamente, ese contacto en los diferentes servicios de socorro en celebraciones por todo el país lleva también a incorporar a nuevos fichajes a las fiestas de Teruel. Por ejemplo, Pepe Calvo es coordinador de la Feria de Granada y ha estado en varias ocasiones en el Pilar en Zaragoza y de ahí surgió la idea de participar también en el operativo de la Vaquilla para el que esta es su primera vez.

Los voluntarios que llevan menos tiempo en la entidad también se suman a estas acciones, como Susana Manjón, socorrista de Tamarite de Litera (Huesca) que lleva un año en Cruz Roja y quería formar parte de un operativo preventivo más grande que los que su zona de actuación.

Para los voluntarios turolenses está es la fecha más importante del año porque es el mayor despliegue que hacen, como explicaba Félix Soriano, que lleva diez años como técnico de emergencia-conductor de ambulancias y que afirmó que hace esta labor porque le gusta “ayudar a la gente”.

“Durante el año hacemos trasladados al hospital de gente mayor y estos días hay más actividad y también apoyamos todo lo que podemos”, indicó.

La enfermera Ana María Soler explicó que las intervenciones más frecuentes en estas fiestas son por intoxicaciones etílicas y por traumatismos, golpes o cortes. Los momentos de más actividad, está claro que fueron la tarde del sábado, desde la puesta del pañuelo, y la pasada noche, cuando se puede llegar a las 300 actuaciones.

En cuanto a los recursos materiales desplegados, las ambulancias recorren toda la ciudad y el puesto de socorro en la ronda Ambeles cuenta con diferentes espacios. Dos módulos etílicos con capacidad para cinco personas cada uno, una zona de curas y una enfermería y un centro móvil de operaciones a los que se suma el espacio para protección civil y el punto violeta para a atención a víctimas de agresiones sexuales.

Ana María Soler recordó que Cruz Roja acude donde se ha producido la emergencia y está en un lugar accesible a todos. De esta forma se ofrece la atención rápidamente y se evita colapsar los servicios sanitarios.

El año pasado este operativo atendió a unas 500 personas durante el intenso fin de semana de la Vaquilla.

Coordinación

El dispositivo de Cruz Roja con motivo de las fiestas de la Vaquilla incluye un centro móvil de operaciones desde donde se reciben y realizan todas las llamadas necesarias para llegar a todos los incidentes que se producen.

Yolanda Abad, de Maella (Zaragoza), es una de las operadoras y explica que es la encargada de recibir las llamadas del 061, la Policía Nacional o Local y enviar las ambulancias a los puntos donde son necesarias.

Además de las llamadas telefónicas, disponen de una emisora para hablar con los vehículos y explicarles dónde tiene que ir. “Tomamos como referencias las peñas más que las calles porque hay voluntarios que no son de aquí”, explicó Abad.