Los trenes de viajeros no van a más en Teruel frente al aumento de los mercancías
Los convoyes con contenedores crecen en la línea en medio de "tamagochis" y "camellos" que siguen dando problemasMientras el tráfico de mercancías aumenta en la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Sagunto, los trenes de viajeros no van a más y siguen dando los mismos problemas con los regionales de primera hora del día y última de la noche que conectan las dos capitales aragonesas, debido a las deficiencias del material con que se prestan esos servicios. Además, la línea sigue careciendo de trenes de largo recorrido, lo que lastra su desarrollo sin que Renfe haya atendido de momento las demandas existentes en ese sentido.
Por la línea ferroviaria de Teruel pasan cada vez más tecos, que es como se denomina a los trenes cargados con contenedores, pero sin embargo nada ha cambiado con los de viajeros, que al menos en los regionales se siguen prestando con máquinas obsoletas de otro tiempo como los denominados camellos y tamagochis, incapaces de garantizar un buen servicio por sus averías y problemas continuos.
Además, si a principios de siglo se denunciaba que Teruel era la única provincia por la que no pasaba ni un solo kilómetro de autovía, ahora se puede decir que es la única por la que no discurre ni un solo recorrido de ferrocarril en AVE o de larga distancia para viajeros.
La red ferroviaria española lleva trenes de larga distancia o de alta velocidad a todas las provincias excepto a Teruel, si bien es cierto que por Soria solo pasa por un extremo, por lo que tampoco puede beneficiarse. Pero es que en el caso de Teruel la bordea de forma escandalosa como muestra el mapa reproducido en esta página.
A la vez que se habla ahora de las actuaciones de mejora en la línea Zaragoza-Teruel-Sagunto y de su pertenencia al corredor Cantábrico-Mediterráneo, que al conectar los puertos del norte con los del Levante va a impulsar el tráfico de mercancías, en lo que se refiere a los servicios de viajeros no parece que de momento se vaya a beneficiar de ese impulso que quiere darle el Ministerio de Fomento a este trayecto.
Las actuaciones de Adif para mejorar la infraestructura están en marcha y es lo que está favoreciendo la captación de nuevos trenes de mercancías, aunque con inversiones que están incluso por debajo de lo presupuestado año tras año en los Presupuestos Generales del Estado para su mantenimiento. En caso de haberse ejecutado ese dinero no existirían los problemas que hay ahora en diferentes tramos de la vía.
Mientras Adif trabaja en la plataforma ferroviaria pensando en mejorar la circulación de mercancías, con el consiguiente aumento del tráfico que ya está habiendo, desde Renfe no se ha movido ficha para incrementar el paso de trenes de viajeros, que solo será posible si por el corredor empiezan a circular servicios de largo recorrido. El planteamiento debería ser el mismo que con las mercancías, solo que para potenciar y aumentar los servicios de pasajeros conectando igualmente las poblaciones del Cantábrico con las del Levante.
La demanda existe, como pone de manifiesto el tránsito de autobuses de línea que conectan el País Vasco con la Manga del Mar Menor. Además, Renfe oferta la posibilidad de viajar por ferrocarril desde las regiones del norte al Levante en trenes de alta velocidad pero bordeando la provincia turolense y por tanto la línea Zaragoza-Teruel-Sagunto.
Hace años que se solicitó el paso de un tren de largo recorrido porque contribuiría a dinamizar la línea en lo que al tráfico de viajeros se refiere, cuando la apuesta clara en este momento es por las mercancías.
En mayo del año pasado, Teruel Existe trasladó esta petición a los grupos parlamentarios en las Cortes de Aragón y el Parlamento aprobó en noviembre una Proposición no de Ley en ese sentido, aunque sin el apoyo de todos los grupos. La iniciativa, de la que nada más se ha sabido, instaba a que Renfe pusiera en marcha dos nuevas relaciones de largo recorrido, sin transbordos, entre Bilbao/Irún-Zaragoza-Teruel-Valencia-Alicante-Murcia/Cartagena, en servicios comerciales de Grandes Líneas, y otra relación Huesca-Zaragoza-Teruel-Valencia en servicios regionales.
A pesar de esa demanda y de ese acuerdo parlamentario, por Teruel siguen pasando los mismos trenes de obligación de servicio público que había, tres diarios en cada sentido, además del regional que conecta igualmente a diario Teruel con Zaragoza y en sentido contrario, y la capital turolense con Valencia a primera hora de la mañana y última de la noche pero no toda la semana sino en días alternos. Estos dos últimos los financia el Ejecutivo aragonés, en el caso de la conexión con Valencia solo en lo que se refiere al recorrido que corresponde exclusivamente a la Comunidad Autónoma de Aragón.
De esa forma Teruel sigue siendo bordeada por los recorridos de larga distancia en un claro ejemplo de desvertebración del territorio, por más que se diga lo contrario, a la vez que queda excluida de promociones como la que Renfe ha lanzado durante este mes, I love febrero, por la festividad de los enamorados.
Por enésima vez, Renfe excluyó a Teruel como destino turístico romántico, a pesar de contar con su leyenda de los Amantes y de celebrarse la fiesta de Las Bodas de Isabel de Segura, porque por la línea no pasan trenes ni de larga distancia ni de alta de velocidad, siendo la única provincia española por la que no lo hacen; una carencia que no se debe al estado de la línea sino a que el operador ferroviario público no presta esta clase de servicios por este corredor entre Zaragoza, Teruel y Valencia.
Desde Teruel Existe y la Plataforma en Defensa del Ferrocarril se ha insistido en numerosas ocasiones en la necesidad no solo del arreglo de la infraestructura sino también en un cambio radical de la política de Renfe con los trenes de viajeros que circulan por ella, ya que comunica el País Vasco con el Levante y en cambio lo que hace el operador es desviar ese tráfico de pasajeros bordeando la provincia.
No es que esa clase de trenes no hayan pasado nunca por esta línea, sino que se desviaron en su día para favorecer el desarrollo de otros corredores y la alta velocidad mientras Teruel quedaba relegado solo a servicios regionales o de media distancia. En la memoria de muchos todavía está el recuerdo del Sol de Levante, uno de los servicios de larga distancia que se perdió cuando la línea de Teruel pasó a un segundo plano en la estrategia comercial de Renfe.
Ahora, por más inversión que se anuncie en la infraestructura para potenciar el tráfico de mercancías, sigue siendo una incógnita lo que va a suceder con los trenes de viajeros. De momento se mantienen los seis trenes de obligación de servicio público que había al día, a la espera de que el Gobierno de Aragón consiga o no que los regionales de primera y última hora sean reconocidos también como tales.
De momento, en lo que va de legislatura, y a pesar de que Vertebración del Territorio denunció el convenio en 2015 a los pocos meses de formarse el gobierno autonómico, nada ha cambiado y desde la DGA se sigue pagando a Renfe por la prestación de estos servicios.
Unos servicios que lo que han hecho ha sido empeorar en estos años porque el material que se emplea es obsoleto y no da garantías. Los problemas de calefacción y mecánicos, con averías que a veces han dejado tirados los trenes en medio de la nada durante su recorrido, siguen sin resolverse y son cíclicos, por más que desde el operador ferroviario se afirme que son puntuales.
En los trenes de obligación de servicio público, que son los de media distancia que operan entre Zaragoza y Valencia, y uno de los cuales llega hasta Cartagena, se están utilizando unidades 599, con apenas una década de servicio y que no dan problemas. En cambio, en los regionales se están utilizando trenes que datan de principios de los años 80 y que es maquinaria que ha ido siendo relegada a un uso secundario.
En concreto, las relaciones entre Teruel y Zaragoza se prestan con trenes MAN 592, denominados en la jerga como camellos por las jorobas que llevan, y los 596, conocidos coloquialmente como tamagochis por su pequeño tamaño y que se trata de automotores que son una modificación de los MAN 593, también con cuatro décadas de funcionamiento.
Las incidencias que da esta maquinaria son continuas. Una de las últimas tuvo lugar con un MAN 592 y se creó una situación kafkiana. Se averió el 8 de febrero después de que hubiese dado ya problemas el día anterior, por lo que hubo que prestarse el servicio por carretera.
Ese tren averiado se quedó en la estación de Teruel hasta el domingo 11 de febrero, cuando el material que prestaba el servicio entre Teruel y Valencia lo remolcó para llevarlo a talleres y repararlo. Un motor del tren que lo remolcaba, también un MAN 592, se prendió fuego entre Caparrates y el Puerto de Escandón, por lo que tuvo que prestarse un servicio alternativo en autobús.
Al final el tren averiado que cubría el servicio entre Teruel y Zaragoza regresó reparado a la estación turolense y el jueves día 15, antes de partir vacío hacia la capital aragonesa, volvió a dar problemas en unos movimientos de cambio de vía que tuvo que hacer en la estación turolense.
Tamagochis y camellos son los trenes que tienen que soportar los turolenses y que tiene que seguir pagando la DGA a pesar de sus deficiencias y bajas prestaciones, que lo único que están consiguiendo es desincentivar el uso del ferrocarril por las pocas garantías que ofrecen. Mientras, donde hoy pone el grito en el cielo Aragón es que los EVA, los nuevos AVE de low cost, no pasen de largo por Zaragoza. Así se vertebra el territorio y se lucha contra la despoblación y el reequilibrio territorial.