Los taxistas de Teruel prefieren ampliar la parada del Óvalo que trasladarse a Joaquín Arnau

Los taxistas turolenses prefieren ampliar la parada de taxis del paseo del Óvalo que trasladarse a la calle Joaquín Arnau, como se propuso en el estudio de peatonalización del Centro Histórico, donde se plantea la supresión de la actual parada entre las calles San Juan y Comandante Fortea.  Una idea sobre la que ya se está trabajando desde el Ayuntamiento  y que fue objeto de una propuesta aprobada en pleno.

El presidente de la Asociación de Taxis, Juan Bosco Pujol, explicó que la situación planteada en un principio, en la calle Joaquín Arnau, a la altura del Centro Cultural de la Fundación Ibercaja,  no les parecía bien porque “no es una zona de paso” y por ello prefieren ampliar de dos a cinco o seis plazas la parada situada en el paseo del Óvalo, una zona de paso y con acceso a determinados servicios. Otra cosa sería que se habilitara una plaza en la puerta del centro de salud, que consideró oportuno para dejar y coger pasajeros que acuden al ambulatorio.

Además  de la céntrica parada que todavía está habilitada en la calle Comandante Fortea, los taxis en la capital tienen también paradas en las estaciones del ferrocarril y de autobús así como en el hospital. En total hay concedidas por el Ayuntamiento 16 licencias, aunque el número de conductores es mayor porque una misma licencia puede ser atendida por más de un conductor.

Conformidad

El Ayuntamiento, de conformidad con lo dispuesto por la ordenanza municipal reguladora del servicio público de transporte en vehículos autotaxi, viene aprobando una convocatoria anual de pruebas, a la que se da la debida publicidad, al objeto de la obtención del permiso municipal de conductor de autotaxi, contemplado en la ordenanza. El plazo para la convocatoria de este año ha finalizado y las pruebas se realizarán en enero, con temas relacionados con el callejero y los lugares de interés de la ciudad.

El representante de los taxistas comentó que 16 licencias son suficientes en una ciudad como Teruel porque la media es un taxi  por cada 2.000 habitantes. “Puede haber momentos como la Vaquilla o Nochevieja en los que no haya suficiente pero eso ocurre también en otras ciudades”, comentó.

Además de los servicios urbanos, los taxistas turolenses atienden servicios sanitarios o educativos como el traslado de pacientes a los hospitales Miguel Servet o Clínico de Zaragoza, para radioterapia o la atención de pacientes de diálisis y son necesarios tres y cinco coches al día, aunque esta cifra varía.

En el caso del traslado de alumnos desde sus domicilios a los centros educativos, los taxistas interesados optan al concursos para atender las rutas escolares que hace la DGA.