"Los sanitarios han de tener una referencia policial cercana y que los delitos que sufren se denuncien"

El Colegio de Enfermería de Teruel acogió este lunes un taller de seguridad para personal sanitario que impartió el teniente de la Guardia Civil Andrés Astolfi y que fue organizado por la Comisión de Violencia de la institución colegial. Los participantes conocieron los delitos más frecuentes que sufren, las herramientas jurídicas que les protegen y consejos para la prevención desde la higiene del trabajo. El ponente destacó la importancia de este tipo de formación para establecer una buena relación entre los profesionales y las fuerzas de seguridad para mejorar la prevención.

“Entre los objetivos del taller, el primero después de la pandemia, es establecer lazos de comunicación con los sanitarios y que tengan una referencia policial cercana, dando esa confianza para tratar de que desaparezca esa estadística de delitos cometidos pero de los que no se tiene noticia y, por tanto, no se pueden prevenir ni perseguir”, resaltó el teniente Astolfi.

Precisamente, la presidenta del Colegio de Enfermería de Teruel, Concha Gómez, señaló que no tienen cifras y que “normalmente la gente no denuncia”.

Gómez reconoció que la situación en Teruel no es como la de una gran ciudad, pero aseguró que es un tema preocupante y  advirtió de que en los pueblos las enfermeras se sienten “muy inseguras”, de ahí que agradeciera que la Guardia Civil impartiera este curso porque son quienes les ayudan cuando les surge un problema de este tipo.

Frecuencia

Astolfi explicó que los delitos más frecuentes que sufre este colectivo son las amenazas y las coacciones, aunque también se pueden producir agresiones física, si bien recordó que los índices de criminalidad de Teruel son muy bajos en general y también en este caso.

En el taller, el teniente trató de que los participantes sepan identificar cuándo son víctimas de un delito. También aclaró cómo funciona un procedimiento penal para que comprendan que se establecen una serie de medidas de protección a la víctima.

La segunda parte del taller fue práctico y se centró en las medidas de higiene en el trabajo para prevenir agresiones.

“La seguridad, igual que la salud son dos campos que se suelen olvidar cuando se tienen, cuando las personas no sufren habitualmente agresiones dejan de dedicar tiempo y esfuerzo a mantener seguro su entorno de trabajo y eso implica exposición a más riesgo”, advirtió Andrés Astolfi que recordó algunas medidas sencillas de aplicar. Indicó que lo más básico es mantener los espacios, tener un espacio físico en el que cualquier persona no tenga permitido el acceso, solo los compañeros de trabajo. Asimismo, explicó que aquellos instrumentos de trabajo que pueden suponer un riesgo como un bisturí o unas tijeras no deben exponerse más allá de cuando realmente se necesitan.

Romper barreras

El teniente de la Guardia Civil insistió en que hay que romper las barreras entre el personal sanitario y los cuerpos de seguridad y que haya confianza para que puedan pedir su apoyo si lo necesitan como, por ejemplo, que los agentes puedan acompañar a los sanitarios a una atención a domicilio cuando es razonable que se necesite por los antecedentes previos.

La secretaria de la Comisión de Violencia, Alba Ferrer, recordó que se realizan diferentes actividades para garantizar los derechos de las mujeres, los sanitarios, los niños, ancianos o las personas con diversidad para “tener una comunidad más igualitaria”.