Los Reyes Magos llegan a Teruel para participar en una cabalgata hecha por y para los turolenses

Como estrellas de Hollywood. Así han llegado los Reyes Magos de Oriente a Teruel, donde han sido recibidos con muchos nervios, aplausos y gritos en el parque infantil del Polígono Sur. Melchor, Gaspar y Baltasar salieron de sus flamantes vehículos y se encontraron con los niños y niñas turolenses que esperaban con ilusión su presencia real en la ciudad. Han sido recibidos por las autoridades municipales y por las manos de los peques que les querían tocar. Y Gaspar ha tenido unas palabras para ellos destacando la “ilusión” que les hacía visitar Teruel. Por la mañana han recorrido los diez barrios rurales de la capital repartiendo regalos con sus pajes y por la tarde las cabalgatas se han sucedido por los principales municipios de la provincia dejando una estela de magia a su paso.

A primera hora de la tarde los niños más inquietos han acudido al nuevo parque del Polígono Sur no solo a jugar sino también a esperar que el séquito real hiciera su primera parada antes de la cabalgata. Es tradicional que visiten algún nuevo emplazamiento relacionado con los más jóvenes de la ciudad y esta vez ha sido este parque, el primero del Polígono Sur, pero no el único porque, como ha recordado la alcaldesa han trabajado para que los reyes traigan también nuevos juegos a la plaza de la Cultura, que se instalarán en los próximos meses.

Entre las primeras en llegar se encontraba Andrea Rubira que ha explicado que había pedido “un pony que canta y baila” y “el perrito que tiene mi prima Izarbe”, que es “supermono, con manchas blancas y negras”. “Pero no es de verdad, eh”, ha aclarado.

También se ha pedido “una reborn estilo” y para su hermana “cosas de mayores”, como una mochila, una impresora o un anillo.

Otros niños no habían tenido tiempo de preparar la carta y allí mismo se la han entregado a los pajes reales, porque como son mágicos saben que las cosas llegarán igualmente esta noche a casa.

Donde si que había muchos nervios era en la Ciudad Escolar. Allí, los cerca de un millar de participantes en la cabalgata se preparaban para subir a las carrozas o calentaban para sus números de baile. Si algo distingue la cabalgata turolense es que está hecha por y para los turolenses y es gracias a la participación de las asociaciones, colectivos y empresas locales que se hace posible. Han participado 55 vehículos con o sin carrozas y se han lanzado más de 3.000 kilos de caramelos, además de piruletas y pequeños juguetes. Además, diez grupos a pie amenizaban el recorrido con bailes y actuaciones.

Este año se ha podido recuperar el saluda en el belén gigante de la plaza del Seminario y de allí las familias se van corriendo a casa para cenar, dormir y ver si las ilusiones vertidas en un trozo de papel se hacen realidad.