Los pueblos de Teruel piden a los veraneantes que se queden en sus ciudades
Los hosteleros de algunas zonas cerraron desde el primer momento“No me lo puedo creer, acaba de parar un coche con turistas”. La frase es de Ricardo Altabás, alcalde de Cantavieja, y le surgió espontánea mientras relataba a este periódico las estrictas medidas que están tomando a nivel municipal para intentar frenar el contagio por el Covid-19 de sus vecinos. Entre ellas han pedido a todos los familiares que residen durante la semana por motivos laborales o de estudios fuera de Cantavieja que no regresen a casa hasta que se normalice la situación causada por el coronavirus.
No es el único alcalde que lo ha demandado, en la Sierra de Albarracín son muchos los municipios que han lanzado un llamamiento a los hijos del pueblo que tienen allí sus segundas residencias para que no las ocupen hasta que la situación vuelva a su cauce y los hosteleros también han colaborado, al igual que muchos de los del Matarraña, cerrando sus establecimientos para evitar el movimiento de personas por sus pueblos. En el decreto emitido por el Ayuntamiento de Bronchales con las medidas extraordinarias referentes al Covid-19 se “ruega encarecidamente que se evite por todos los medios venir al municipio durante los próximos 15 días por el bien de todos y especialmente por el bien de nuestros mayores que son el colectivo de mayor riesgo”.
Ese es el fundamento de todas estas medidas, según plantean los alcaldes, preservar la salud de la población local, entre la que predominan las personas mayores. También en algunas localidades como Mora de Rubielos quieren evitar la presencia de foráneos y sus calles y plazas lucían ayer vacías.
El comunicado de Bronchales fue elaborado de forma conjunta con la Asociación de Empresarios Turísticos de la localidad y todos los bares, restaurantes y hoteles acordaron bajar la persiana desde ayer sábado y durante los próximos 15 días. En esa nota se explica que los servicios de farmacia y alimentación se mantienen en sus horarios habituales, pero “solo se permitirá a una persona por grupo para realizar la compra” y el aforo será limitado y concretado” por el dueño de la tienda.
Casas rurales ocupadas
En otros municipios, el malestar generado entre los vecinos por la presencia de turistas procedentes de las principales zonas de riesgo de España ha hecho que algunos Ayuntamientos hayan emitido por la tarde bandos recordando que el Gobierno de Aragón ha ordenado el cierre de todos los establecimientos hosteleros, de restauración y de ocio a partir de hoy domingo.
Aunque el decreto de cierre de los edificios municipales se produjo en muchas localidades ya el viernes, para los alcaldes ayer fue una jornada difícil puesto que la clausura de las empresas hoteleras –obligatorio desde hoy– era opcional. En algunos municipios, como Valderrobres, los lugareños que salieron a hacer sus gestiones de primera necesidad se cruzaron con numerosas personas de fuera y había una gran animación en las terrazas. Carlos Boné, que además de alcalde de Valderrobres es enfermero, lamentó que haya personas que no estén haciendo caso en la obligación de quedarse en su casa. Por eso, especificó que el Ayuntamiento había pensado en emitir un documento recomendando a los propietarios de segundas residencias que no fueran al pueblo y, en el aso de hacerlo, que siguieran las normas que también cumplen los vecinos de Valderrobres para evitar el contacto social: “Esta alarma nacional no significa estar de vacaciones”, dijo rotundo, para incidir en que el Gobierno de España está pidiendo a la ciudadanía “que no salga de casa”.
En cuanto al uso de servicios hosteleros, Boné apuntó que el Ayuntamiento es el que dispensa las licencias para el montaje de terrazas, pero señala que mientras el bar siguiera abierto –la orden de cierre decretada por el Gobierno de Aragón se inicia hoy– la medida podía provocar una mayor concentración en el interior. Sí estaban cerrados con llave dos de los tres parques municipales de Valderrobres y en el tercero se ha colocado una valla y un cartel disuasorio.
El alcalde de Mazaleón, Rafael Martí, señaló que la recomendación a los vecinos que residen habitualmente fuera “no hace falta hacerla, se sobreentiende” y también aseguró que “esto no son vacaciones” y confió en que los veraneantes no acudieran a la localidad. Su ayuntamiento aplica la medida, generalizada en la provincia, de atender telemáticamente y vía telefónica los asuntos de los vecinos.
En Mas de las Matas ayer por la tarde estaban cerrados la mayor parte de los bares y los que continuaban abiertos solo tenían uno o dos clientes. Ayer fue un día de movimiento en la localidad puesto que allí compran los vecinos de varios pueblos de la contornada, que aprovechan los sábados para darse una vuelta por el mercado –ayer suspendido– y hacer la compra semanal.
En Allepuz hay dos bares, uno de ellos cerró ya el viernes tras servir los almuerzos y ayer por la mañana se sumó el otro.
En La Fresneda los 7 miembros de la corporación municipal se reunieron el pasado viernes y decidieron no prohibir la entrada a la gente que acude todos los años a la localidad, se gasta el dinero en los comercios y paga sus impuestos por segunda residencia, comentó el alcalde, Frederic Fontanet. “No nos parecía solidario”, especificó el responsable municipal. En esta localidad sí se han cerrado todos los espacios públicos, salvo los de primera necesidad, como el consultorio médico y la oficina del Ayuntamiento, en los que solo se presta atención de urgencia. Además, en estos lugares se ha reforzado el servicio de limpieza, que se llevará a cabo dos veces al día.
Por si las recomendaciones a nivel municipal no son suficientes, en algunas zonas los colectivos de sanitarios han difundido por la red social WhatsApp un mensaje en el que recuerdan a la ciudadanía que “la indicación de aislamiento es en las ciudades y en los pueblos” y supone “quedarse en sus casas, evitar los viajes y no salir a pasear ni estar de vacaciones”. Pero el mensaje va más allá y plantea que si ya se encuentran en el pueblo “quédense en sus casas”.
Ventas como en agosto
Los comercios de los pueblos sí han seguido operativos y algunos han visto cómo la psicosis por almacenar alimentos y productos de higiene se apoderaba también de sus vecinos. En este sentido el alcalde de Cantavieja, que es a su vez dueño de un supermercado, precisó que las ventas de esta semana eran equiparables a la de la semana del 15 de agosto, que es una de las mejores del año para hacer caja debido a la gran afluencia de veraneantes y turistas que hay en el municipio. Recalcó que el suministro está asegurado, pese a que ayer agotó todas las existencias de carne –ya tiene un gran número de pedidos para el lunes– y eso que lo más demandado por sus clientes eran os botes de legumbres, la pasta y, sobre todo, el papel higiénico.
Más comedidos se mostraron, al menos ayer los vecinos de Ejulve, donde su alcalde, Ovidio Ortín, aseguró que las compras se mantenían dentro de la normalidad.