Los multiservicios de la provincia de Teruel, el referente comercial en los pueblos durante el Covid-19
Los gestores se han volcado con sus vecinos mayores y se ofrecen a llevarles la compra a casaTener una tienda en el pueblo es un servicio muy valorado habitualmente por las personas mayores, que tienen más dificultad para trasladarse a otros lugares a comprar. Pero durante esta crisis sanitaria, en la que lo más importante es no tener contacto con nadie y así evitar que el coronavirus entre en la población, los comercios se han convertido en el centro neurálgico para todos. Entre ellos destacan los multiservicios, que suelen tener también bar (ahora cerrado) y que en los pueblos en los que están presentes constituyen el único servicio. En algunas localidades son pequeños colmados con unos pocos productos de primera necesidad, pero estos días las ventas se han incrementado considerablemente porque ya no solo los utiliza la gente mayor o los jóvenes para los olvidos, sino que todo el mundo se nutre de ellos para su abastecimiento cotidiano y así se evitan las superficies comerciales más grandes.
Desde 2003 la Cámara de Comercio se ocupa de su impulso y cuenta con el apoyo de la Diputación de Teruel y el Gobierno de Aragón, que ha exportado la fórmula a las otras dos provincias aragonesas. En Teruel hay a fecha de hoy 81 multiservicios aunque solo 71 están abiertos porque los otros 10 se encuentran en proceso de búsqueda de gestores, algo que cada vez resulta más difícil. Del resto, 8 no tienen tienda debido a que los multiservicios se abren únicamente con los servicios que no existen en los municipios para evitar la competencia desleal a los particulares.
La cifra habla por sí sola ya que, de los 236 municipios que hay en la provincia de Teruel, 63 (un 27%) cuentan con una tienda multiservicio. “Son los salvadores del medio rural”, dice con rotundidad Antonio Santa Isabel, que es el presidente de la Cámara de Comercio. En estos momentos están sirviendo todos los productos que les demandan y reparten a domicilio, algo que algunos ya hacían con las personas mayores antes de que se iniciara el estado de alarma.
Mari Tere Estopiñán regenta el multiservicio de Torrevelilla, que no incluye servicio de bar, desde hace cinco años. Las ventas ahora han subido considerablemente porque la gente no va a Alcañiz y además también acuden de otros pueblos cercanos, como Cañada de Verich o Belmonte de San José, que aunque sí tienen comercio sus horarios son mas reducidos. Sus ventas se han incrementado mucho, aunque no son comparables a las de la Semana Santa o el mes de agosto, dice Estopiñán.
Indica que no ha tenido desabastecimiento en ningún momento, incluso dice que durante los primeros días vendió paquetes de papel del váter a gente que acudía desde Alcañiz porque en los supermercados de la capital bajoaragonesa estaban agotados. La tendera comenta que están haciendo un gran esfuerzo para que la gente de Torrevelilla tenga todos los productos que demanda e indica que recientemente cambió de distribuidora y ahora en su tienda los clientes pueden encontrar ofertas. Aunque sus estanterías no han estado vacías, reconoce que sí ha tenido escasez de lejía –actualmente ya no– y de guantes “que estamos consiguiendo con cuentagotas”, especifica.
En Jorcas la tienda estaba cerrada cuando se inició el estado de alarma ya que el multiservicio había cambiado de gestores y la previsión era ponerla en marcha para la Semana Santa. “Voy trayendo nuevos productos cada semana, ahora ya hay más de 120 referencias”, comenta Neus Asensi, responsable del colmado. Tiene carnes y pescados congelados y todo tipo de productos alimentarios y de limpieza, solo carece de alimentos frescos porque al abrir la tienda a contrarreloj no dio tiempo de prepararla para ello.
Su horario no es extenso, pero ninguno de los 40 vecinos se queda desatendido porque a través del teléfono las compras se programan casi a la carta o la propia tendera les acerca el pedido hasta su casa. “Aprovecho para ver qué tal están y a veces hacemos videollamadas con sus hijos, que se alegran mucho de verlos y así se quedan tranquilos”, explica Asensi.
Siente que los habitantes de Jorcas le agradecen lo que está haciendo, sobre todo los más mayores, pero también el resto, a los que la sola idea de recorrer un supermercado con mascarillas y guantes les asusta. Neus Asensi destaca la importancia que tiene contar con un espacio de encuentro en el pueblo y precisa que desde que cogió el bar, en diciembre, hasta que lo tuvo que cerrar por el Covid-19, se había convertido en el lugar de cita diaria para una cuarta parte de los vecinos.
La técnica de la Cámara de Comercio Nuria Ros, incide en la importancia que tiene valorar el trabajo que están desarrollando los responsables de estas tiendas durante esta epidemia ya que, en numerosos municipios, hasta ahora muchos vecinos hacían fuera el grueso de sus compras.
Torrijas, sin servicio
Torrijas es una de las localidades a las que el coronavirus pilló en mitad de la búsqueda de gestores. Desde el Ayuntamiento señalan que había una persona vinculada con el municipio interesada en llevarlo, pero no se llegó a firmar el contrato y ahora, tras esta crisis sanitaria sin precedentes, no saben si seguirá interesado.
Aunque durante el confinamiento no tienen tienda, Luna Zabalza, que es la teniente de alcalde, indica que se están apañando bien porque ya hacía algún tiempo que no disponían del servicio. “Solo hay una pareja de ancianos que necesitan ayuda, el resto podemos ir a Manzanera”, dice. Además, cuentan con reparto de fruta un día a la semana y de pan un par de días, que son los que el panadero de Los Cerezos llega hasta Torrijas y les lleva los pedidos que previamente le han hecho.
Salida del confinamiento
Antonio Santa Isabel plantea que la salida escalonada del confinamiento podría iniciarse en el medio rural y utilizar los multiservicios para probar la efectividad de esa recuperación de la normalidad. Apunta la importancia que en muchos pueblos tiene el restaurante, que es el que facilita la comida a los ancianos y por ello indica que sería conveniente que estos establecimientos pudieran abrir también la parte de bar y cocina para atender a las personas mayores.