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Los motivos de la manifestación del 6M en Zaragoza: La despoblación, una sangría humana que hay que atajar sin más demora Los motivos de la manifestación del 6M en Zaragoza: La despoblación, una sangría humana que hay que atajar sin más demora
Miravete de la Sierra, durante la celebración de una actividad cultural en fin de semana, un municipio donde solo viven 6 personas con una media de edad de 80 años

Los motivos de la manifestación del 6M en Zaragoza: La despoblación, una sangría humana que hay que atajar sin más demora

Las soluciones y medidas se han plasmado en multitud de documentos sin haberse ejecutado
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La despoblación es el problema más acuciante por el que atraviesa la provincia de Teruel. No es nuevo y se arrastra desde hace décadas, pero la continua pérdida de habitantes se ha convertido en una sangría que amenaza a muchos pueblos con su desaparición. Hacerle frente es una de las principales reivindicaciones de los movimientos sociales de la provincia, puesto que si no se ataja de forma inmediata no habrá marcha atrás. 

Desde los movimientos reivindicativos que estarán en la manifestación de ¡Salvemos Teruel! de este domingo (11 horas) en Zaragoza se tienen muy claras las soluciones, que no pasan por seguir haciendo estudios para atestiguar lo que todo el mundo conoce, sino por aplicar recetas concretas como la construcción de infraestructuras, la implementación de servicios públicos y la adopción de una discriminación positiva a favor de los territorios despoblados con todo tipo de medidas, desde las desgravaciones fiscales a todo aquello que favorezca el desarrollo de las actividades económicas en los pueblos para favorecer el empleo y asentar a la población.

Desde Teruel Existe se está pidiendo que los Gobiernos de España y Aragón, así como las instituciones europeas diseñen y desarrollen planes específicos y efectivos de lucha contra la despoblación y el aislamiento en la provincia de Teruel, así como en buena parte de las de Zaragoza y Huesca. Se trata por tanto de una reivindicación que va más allá de la provincia turolense.

El Gobierno de España creó a principios del año pasado un Comisionado especial frente al reto demográfico y la despoblación, cuyo objetivo era que a finales de ese ejercicio hubiera una estrategia estatal para hacerle frente.

Dicha estrategia no se presentó a finales de año y se anunció que se daría a conocer en el mes de febrero. Pasada esa fecha se dijo que se presentaría en mayo, pero ayer el secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, dijo en Soria que no será hasta junio cuando se presente la estrategia para combatir la despoblación. Una nueva demora en una estrategia que no permite más retrasos porque la situación es crítica y urge que las medidas se pongan en marcha ya.

Desde Teruel Existe recuerdan que la provincia de Teruel tenía registrados hace diez años en torno a 144.000 habitantes, cuando en el último censo no se llegaba ni a los 135.000. 

En concreto, el Padrón Continuo con datos provisionales a 1 de enero de 2018 que se conoció la semana pasada desvela que la provincia perdió 1.072 habitantes el año pasado hasta situarse en 134.490. Se trata de la cifra más baja de los últimos 20 años.

Esto supone que la provincia está perdiendo casi cien habitantes al mes, convirtiéndose buena parte de su territorio en un desierto demográfico, puesto que la mayor parte de sus comarcas cuentan con una densidad de menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado.

Solo las comarcas de Andorra, el Bajo Aragón y Comunidad de Teruel, gracias al efecto distorsionador de la capital superan esa cifra al tener unas densidades superiores. En cambio, el resto de las comarcas están muy por debajo de los 10 habitantes por kilómetro cuadrado. Es el caso de las comarcas de Gúdar-Javalambre y Sierra de Albarracín, con solo 3,2, o del Maestrazog, con 2,7. No es mejor la situación en Cuencas Mineras (5,8), Jiloca (6,5), Matarraña (8,9) o el Bajo Martín (8,1).

Teruel Existe advierte que los datos de la sangría poblacional no se detienen y que por eso urge la intervención decidida de las Administraciones públicas. Para algunos pueblos ya es tarde, como Miravete de la Sierra con sus 6 habitantes con una media de edad de 80 años.