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Los motivos de la manifestación de Madrid: La A-68, la A-40 y otras carreteras olvidadas en los cajones Los motivos de la manifestación de Madrid: La A-68, la A-40 y otras carreteras olvidadas en los cajones
Portavoces de Teruel Existe en Alcañiz cuando presentaron el Plan Estratégico Teruel 2030

Los motivos de la manifestación de Madrid: La A-68, la A-40 y otras carreteras olvidadas en los cajones

Nada justifica seguir retrasando la autovía del Bajo Aragón y no avanzar en las otras
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Una historia interminable, así se puede resumir la historia de las autovías turolenses, empezando con la A-68, que a pesar de tener ya la declaración de impacto ambiental no avanza rápido, y continuando por las A-40 y otras carreteras que deberían estar hechas desde hace tiempo y que durmen muchas de ellas en los cajones ministeriales.

La construcción de estas infraestructuras será una de las demanas que se podrá escuchar en Madrid. De hecho, Alcañiz viajará a la capital de España enarbolando la A-68 como una prioridad, al igual que la pancarta que abrirá la manifestación llevará por lema la demanda de todas las infraestructuras comprometidas y nunca ejecutadas.

Y es que no se trata de caprichos o demandas ciudadanas, sino que estas vías de alta capacidad figuran desde finales del siglo pasado en la planificación de Fomento de las grandes redes de comunicación estatales. Al pasar por Teruel, una provincia con pocos votos que rascar en elecciones, siempre acaban quedándose sin hacer, encontrando problemas medioambientales o bien cualquier tipo de excusa que frene su construcción.

La A-68 es una demanda histórica, fundamental para el desarrollo del Bajo Aragón, y más contando esta parte de la provincia con las instalaciones de Motorland y ante la situación generada por el cierre de la térmica de Andorra. Si esta autovía estuviera ya hecha, habría más posibilidades de competir con otros territorios para atraer industrias. Urge por tanto acelerar al máximo los proyectos constructivos y empezar cuanto antes las obras. Una transición energética justa lo exige.

Además, el Gobierno debería atender al Plan Estratégico 2019-2030 que presentó a finales del año pasado, y que retoma la planificación del Ministerio de Fomento de hace casi tres décadas, cuando se plantearon dos ejes estructurante de alta capacidad desde Madrid, el oeste peninsular y el sur atravesando la provincia y vertebrándola.

Uno de esos ejes se trata en realidad de la autovía A-40 Teruel-Cuenca, que murió injustificadamente por una Declaración de Impacto Ambiental negativa en 2008, y que renació un año después con la licitación de un nuevo estudio informativo después de que las Comunidades Autónomas afectadas encontraran un trazado alternativo que no se pudiera echar atrás medioambientalmente. 

Diez años después, nadie sabe en Fomento qué ha sido de ese estudio informativo, mientras que otros como el desdoblamiento de la N-211 entre Alcolea del Pinar y Monreal del Campo se ha dejado caducar, y las variantes de población de la N-420 entre Teruel y Alcañiz han ido desapareciendo sigilosamente de los Presupuestos Generales del Estado. Lo que un día se iba a hacer y se vendió como salvación de la provincia, hoy se le ha arrebatado.

Por eso Teruel Existe propuso un Plan Estratégico a finales del año pasado para vertebrar la provincia a través de las autovías prometidas y nunca realizadas, de manera que junto a la A-68, que debería estar ya, se construya la A-40 y continúe hasta Alcañiz para seguir después hasta Tarragona. Además de enlazar Alcolea con Monreal y Montalbán por autovía para salir a la A-40.

Para cerrar esa malla plantean también un nuevo corredor mediterráneo interior convirtiendo en autovía la N-330 para enlazar por el sur con la A3 y la A31. No es cuestión de pedir, sino lo que iba en la planificación ministerial durante los primeros años de democracia para cumplir con el precepto constitucional de la cohesión territorial. Son infraestructuras estatales que se han robado a Teruel y otros territorios para favorecer exclusivamente el crecimiento de determinadas zonas del país.