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Los institutos de Teruel regulan de manera desigual el uso de los teléfonos móviles Los institutos de Teruel regulan de manera desigual el uso de los teléfonos móviles
Grupo de alumnos a las puertas del instituto de Alcañiz

Los institutos de Teruel regulan de manera desigual el uso de los teléfonos móviles

A falta de una norma autonómica, cada centro de la provincia aplica su propio criterio
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Francia aprobó en agosto de 2019 una ley que veta el uso de dispositivos móviles en los centros de primaria y secundaria, una prohibición de la que han quedado exentos los alumnos con algún tipo de discapacidad o problema grave de salud, así como los docentes que utilizan esa tecnología con objetivos pedagógicos. Los centros educativos tienen en el país vecino libertad para adaptar la normativa a su reglamento de régimen interno, un documento que en Aragón es el que ha acabado ordenando el uso de dispositivos electrónicos, ante la falta de una legislación estatal o autonómica específica.
En España no se ha legislado  como en Francia sobre esta cuestión. Las transferencias de Educación están en manos de las Comunidades Autónomas, en cuyas manos se deja el establecimiento de una normativa. Y en el caso de Aragón, son los institutos los que  articulan las normas relativas al uso de móviles, tabletas y dispositivos electrónicos de todo tipo dentro de las instalaciones. 
Esta misma semana, las Cortes de Aragón han rechazado una propuesta presentada por el grupo parlamentario de Ciudadanos (Cs), que pretendía limitar el uso de los móviles y tabletas electrónicas en los recreos y cambios de clase . La iniciativa tuvo el apoyo del PP y de Vox, pero no de los partidos que sustentan al Ejecutivo (PSOE, PAR, Podemos, CHA) ni tampoco de Izquierda Unida (IU). 
En la provincia de Teruel hay disparidad en el modo en que se regula el uso de dispositivos electrónicos en los centros de secundaria. Hay institutos, por ejemplo, que mantienen una prohibición absoluta. Su uso no está permitido en todo el recinto escolar -salvo que se utilice con objetivos pedagógicos. Los hay que, por el contrario, lo autorizan en espacios abiertos dentro de las mismas instalaciones o los que lo permiten en los pasillos, dentro de los edificios escolares, siempre que sea en los momentos de descanso o en los cinco minutos que hay entre clases. Se da la circunstancia de que los centros educativos con reglamentos más permisivos son aquellos cuyos directores estarían de acuerdo en que fuera la Comunidad Autónoma la que regulara la cuestión, porque “se generan problemas”, reconocen.
Entre los que más restringen el uso de móviles está el Instituto de Alcorisa. No están permitidos en todo el recinto escolar, y la prohibición afecta tanto a los alumnos de la ESO como a los de FP Básica o Grado Medio. 
La directora de este centro, María José Moreno, explicó que la decisión de restringir su utilización se adoptó "hace dos años" y fue "fruto de un proceso de reflexión en el que se valoraron las ventajas e inconvenientes" de permitir que los alumnos llevaran un dispositivo al centro y lo mantuvieran activado en horario lectivo. 
El Consejo Escolar ratificó la prohibición, extensible al recreo. Según Moreno, "los alumnos más mayores lo vieron peor, pero es una norma más de funcionamiento del centro. Si hay alguien que lo trae y suena en clase, el dispositivo se retira y ha de venir la familia a buscarlo". 
También entre los centros más restrictivos se encuentra el Instituto Francés de Aranda de Teruel. Su Reglamento de Régimen Interno se refiere en su articulado a estos dispositivos y a otros (cámaras de fotos, de video, reproductores de música, etc) prohibiendo su utilización en las instalaciones, salvo que lo haya autorizado un docente. Si se localiza un móvil u otro dispositivo similar "será inmediatamente retirado durante el periodo de dos meses y transcurrido ese plazo de sanción, los padres o tutores legales del alumno deberán recogerlo”.

Prohibido dentro del centro
El director del IES Francés de Aranda, Andrés Pallarés, explicó que el reglamento anterior ya prohibía el uso de teléfonos móviles e incluía sanciones que calificó como "graves", así que se decidió abrir un proceso de participación entre profesores, alumnado y padres de alumnos. El resultado fue el mismo: prohibir el uso del móvil dentro de las instalaciones, con la salvedad de que sea requerido como herramienta educativa. 
En el caso de los alumnos de Bachillerato, en el Francés de Aranda se obliga a "tenerlo apagado y la gran mayoría lo hace", subrayó Pallarés. Preguntado por si la restricción no la han considerado excesiva los alumnos, matizó que "el problema no son los móviles en sí, sino el uso que se hace de ellos, al tomar fotos que después se comparten por redes sociales y en grupos de whatssap". 
En este instituto, los alumnos de 3º, 4º de la ESO y de Bachillerato "pueden salir fuera del patio, así que la restricción se termina ahí”, cuando atraviesan la puerta. Para 1º y 2º de la ESO -que no pueden salir fuera de las instalaciones educativas- tenemos unos recreos muy deportivos y los alumnos no lo utilizan", añadió el docente. 
En el IES Vega del Turia está permitido el uso como herramienta pedagógica, pero el centro "aconseja al alumnado de 1º a 4º de la ESO que no traiga el móvil al centro", según puso de manifiesto el jefe de estudios, Antonio Pérez. 
Su utilización no está regulada en el Reglamento de Régimen Interior todavía. Según Pérez, "estamos realizando un experimento con respecto al uso de móviles, de manera que en el edificio de Bachillerato y en el de FP se permite su utilización entre clase y clase y en los recreos "porque los alumnos salen fuera del edificio". En el caso del edificio donde están los alumnos de la ESO está “prohibido". 
El jefe de estudios manifestó que "el uso de los móviles está dentro de nuestra sociedad y es una herramienta que ha venido a quedarse, así que en lugar de prohibir vamos intentar educar en el uso de nuevas tecnologías". Desde su punto de vista, "los alumnos mayores usan el móvil debidamente y rara vez tenemos encontronazos por ello, mientras que con los pequeños hay que dar un poco más de caña".
En el IES Santa Emerenciana, su reglamento estipula que en las zonas comunes de las instalaciones los teléfonos se deben mantener guardados y apagados, con la excepción de los alumnos que, por causas especiales, lo tengan autorizado (personas con discapacidad o con necesidades especiales en un momento dado llamar por teléfono). Salvo para éstos, su uso no está permitido en ninguna dependencia del centro, según el reglamento.

Para alumnos y profesores
En el caso del instituto Segundo de Chomón, está prohibido en todo el centro, en zonas comunes también, “incluido el patio o el pinar”, tanto para el alumnado como para el profesorado, que  lo tiene restringido salvo en los departamentos y en la sala de profesores. Al alumnado de la ESO y de FP Básica se les recomienda no traer móviles, que están autorizados sólo como uso pedagógico.
Según explicó José Herrero, jefe de estudios del Segundo de Chomón, el uso del teléfono móvil se reguló "para evitar disfunciones durante la actividad lectiva, para evitar que se difundan imágenes que no deben enviarse dentro de horario lectivo y que puedan atentar contra la intimidad de las personas".
En cualquier caso, los alumnos de Bachillerato, de ciclos formativos de grado medio y ciclos formativos de grado superior lo pueden utilizar dentro del aula en el descanso de cinco minutos entre clase y clase.
El reglamento de Régimen Interno del IES Matarraña de Valderrobres deja claro que los alumnos de 1º y 2º de la ESO tienen prohibido llevar el móvil o usarlo en las instalaciones. A partir de 3º y 4º de la ESO y en Bachillerato ya se tolera su utilización en los recreos, aunque no en el periodo lectivo. 
El director del centro, Ignacio Belanche, reconoció que "en general las prohibiciones no se respetan" y que "siempre hay que llamar la atención a los alumnos". Además, reconoció que "nos da problemas, porque se hace un mal uso del móvil", afirmación que está en linea con lo manifestado por los demás docentes de los centros de Teruel, que reconocen que la divulgación de imágenes de algunos de los alumnos acaba repercutiendo en las relaciones sociales.
Belanche se mostró partidario de que sea la Administración regule la utilización de los dispositivos móviles en los centros, "porque nos ahorraríamos quebraderos de cabeza", defendió. Además, "ahora mismo cada centro aplica sus propios criterios", destacó.
Según Belanche, salvo por motivos pedagógicos, "el móvil no es necesario dentro del periodo lectivo", ya que "es fuente de conflicto y alguno desaparece, se hacen fotos indebidas, etc". No obstante, reconoció que "es una herramienta de comunicación con la familia en un momento dado” y esta podría ser la razón por la que padres y madres permiten a sus hijos llevarse el teléfono a clase. Sin embargo, insistió en que “cualquier alumno puede ponerse en contacto con la familia, si lo necesita, en un momento dado, a través del teléfono del centro".
Con todo, el director del centro de referencia del Matarraña apuntó que "si su mal uso degenera” están dispuestos a “aumentar las restricciones". En los recreos, hay de todo un poco: "hay gente que se concentra más en la pantalla y otros que hablan entre sí". 
En el instituto de Alcañiz el reglamento de Régimen interior "se reformó hace tres años incluyendo un apartado específico sobre el uso de los dispositivos móviles", según puso de manifiesto su directora, María Victoria Jiménez. Su utilización dentro de los edificios está prohibida, pero permitida en las zonas al aire libre.  "Salvo en los recreos está prohibido y sólo en el patio", puntualizó la directora. No se tolera tampoco en los cinco minutos entre clase y clase y “se vigila dentro de las aulas y en los pasillos para que se cumpla la normativa”, añadió.
Jiménez también consideró que debería ser la Administración la que estableciera una regulación sobre el uso de móviles. "Los móviles crean problemas y los alumnos se hacen daño a través de las redes sociales", reconoció, en linea con lo comentado por el resto de docentes.

Todo no se puede controlar
Sin embargo, a pesar de esta opinión, la directora del IES Bajo Aragón justificó porqué no son más restrictivos en su uso: "el anterior reglamento no regulaba el uso de los móviles, así que no podíamos partir de la nada y establecer una prohibición total y absoluta". Aparte de esto, el instituto que dirige tiene algo más de un millar de alumnos, y "prohibir algo que no se puede controlar al 100% es contraproducente".
El IES Bajo Aragón autoriza su utilización como herramienta pedagógica. No en vano, “no deja de ser un ordenador pequeño del que se puede sacar partido". 
El IES Bajo Aragón también recomienda a los padres de los alumnos que éstos no lleven el móvil al centro. "Algunos lo cumplen y otros no, y no nos vale la excusa de que así tienen localizado al niño", añadió, coincidiendo con ello con el director del IES Matarraña.