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Los hosteleros cierran un verano “regular” en ocupación y turistas que gastan “muy poco” Los hosteleros cierran un verano “regular” en ocupación y turistas que gastan “muy poco”
Un grupo de turistas, este mes de agosto en la puerta de la Oficina de Turismo de La Fresneda

Los hosteleros cierran un verano “regular” en ocupación y turistas que gastan “muy poco”

La afluencia ha sido dispar según las zonas y la semana con más visitas ha sido la del puente
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Cruz Aguilar

Los responsables de hoteles y viviendas de turismo rural cierran un verano que califican de “regular” en lo que se refiere a ocupación y con muy poca alegría en lo que respecta al gasto. Las reservas, gran parte de ellas de última hora, fueron muy dispares a lo largo de todo el verano, con importantes picos en momentos puntuales, tanto en las casas de turismo rural como en los hoteles, y otras semanas de apenas ocupación. El balance por zonas también cambia y mientras algunos, como en la zona del Maestrazgo o Alcalá de la Selva hacen una valoración positiva del periodo estival que acaba de concluir, otros plantean alternativas para que lleguen más turistas y con mayor poder adquisitivo.

En los hoteles de la capital turolense el mes de julio fue bastante bueno, según informan desde la Asociación Teruel Empresarios Turísticos (TET), gracias a la ocupación registrada durante la Vaquilla y en la Baja Aragón. Sin embargo, agosto fue más flojo, con mucha menos facturación tanto debido a la ocupación como por la rebaja en los precios de las habitaciones que muchos hoteles se vieron obligados a realizar para atraer a la clientela, comentó el presidente de TET, Roche Murciano.

El responsable de la agrupación y hostelero, señaló que agosto contó con dos semanas buenas, la del puente de la Virgen y la siguiente, pero el resto del mes fue “regular”, lamentó y no sólo por las reservas, sino porque la facturación es aún menor debido a la rebaja de los precios que muchos se vieron obligados a hacer para atraer a turistas de última hora, algo que ya ocurrió el año pasado.

La gerente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), Sara Ros, argumentó que los porcentajes han sido muy irregulares, siendo el puente de agosto el que más demanda tienen los establecimientos ubicados en el medio rural turolense. Así, indicó que durante esa semana central del mes se llegó al 95% de ocupación, pero lamentó que las estancias medias en general de los clientes han sido más cortas que en veranos anteriores, “escapadas de dos y tres noches”, describió.

En la Sierra de Albarracín la media de los dos principales meses estivales se sitúa en torno al 77%, puesto que mientras que en julio fue del 64% en agosto se llegó al 90%, según la información facilitada por la gerente de Turismo Sierra de Albarracín, Begoña Sierra. Como dato novedoso, la responsable reseñó que este año han llegado más reservas directas, frente a otros años que los usuarios empleaban grandes plataformas y, como es habitual en los últimos veranos, se mantiene la tendencia de las reservas a última hora.

En el Maestrazgo el mes de julio fue un poco más flojo de lo habitual, según recopiló la gerente de la Asociación de Empresarios Turísticos, Bea Borrás, quien cifró la ocupación en torno al 60%. “En agosto la valoración general es bastante buena” y las ocupaciones han superado el 80%, llegando algunos a colgar el cartel de completo. “Había algo de incertidumbre al principio pero finalmente se ha trabajado mucho, así que la valoración es positiva”, argumentó la técnica.

En la zona del Matarraña los hosteleros también han notado una caída en el gasto puesto que los clientes “buscan economizar”. El propietario de la Fábrica de Solfa, en Beceite, Javier Moragrega, indicó que el mes de agosto fue un tanto flojo, “se trabajó muy justo, casi sólo los fines de semana” y lo achacan al calor. En agosto las cifras mejoraron sustancialmente y Moragrega habla de que la ocupación rondó el 90%: “Volvemos un poco a los años previos a la pandemia, quizá un poco mejor, porque estos tres años posteriores han sido muy buenos”, dijo. Añadió no obstante que en el restaurante sí han notado un bajón, mientras en el hotel “se mantiene el nivel de ocupación”, comentó.

En la Virgen de la Vega, en Alcalá de la Selva, ha habido un aluvión de turistas, como es habitual desde finales de julio a los últimos días de agosto. Así lo confirmó la gerente del hotel Selva Nevada, Nuria Ros, quien indicó que julio “se animó al final de la segunda quincena”, con una ocupación de en torno al 70% y que rozó ya el completo, al menos en su establecimiento, desde el último fin de semana de julio hasta prácticamente el 20 de agosto. “La última semana ya bajó la ocupación y sobre todo fueron pernoctaciones de corta estancia, días sueltos”, manifestó.

También los restaurantes de la zona de la Virgen de la Vega han tenido una gran afluencia, según argumentó Nuria Ros, quien señaló que uno de los principales problemas a los que se enfrentaron, al menos en su empresa, fue la falta de personal, que les obligó a cerrar el comedor para las cenas y servir únicamente raciones en terraza.

Roche Murciano incidió en la poca alegría en el gasto por parte de los turistas y señaló que en Teruel han tenido que bajar los precios con respecto a campañas anteriores para lograr completar las habitaciones. Asegura que el perfil de visitante que hay en esta zona de la provincia es “de salir mucho, pero sin un euro en el bolsillo”, lo que repercute en que busca las mejores ofertas para alojarse y hace poco gasto en los restaurantes. “La gente intenta economizar al máximo, viajan pero lo hacen con tan poco dinero que muchos no van ni de restaurante y cogen apartamento para ahorrar también en la comida”, manifestó.

Murciano planteó la necesidad de atraer visitantes más allá de la Comunidad Valenciana y llegar a regiones con mayor poder adquisitivo como la Comunidad de Madrid, País Vasco o Cataluña, especificó. “Tenemos que aspirar a que mejoren las comunicaciones y tener trenes directos para que vengan turistas de otros sitios”, aseguró.

Con mascotas

En lo que respecta al turismo rural, se ha notado un incremento en la demanda de casas que admiten mascotas y también han notado que hay clientes que combinan diferentes alojamientos dentro de la misma provincia. “Teruel es tan extensa que da para alojarte en dos o tres zonas diferentes”, indicó Sara Ros.

Por comarcas, las viviendas de turismo rural más demandadas son las del Matarraña, Gúdar-Javalambre, Maestrazgo y la Sierra de Albarracín y entre el tipo de establecimiento, lo que más se busca durante la época estival son apartamentos y casas pequeñas, así como también el alquiler por habitaciones. En cuanto al gasto, aunque las casas rurales no ofrecen servicios complementarios más allá del alojamiento o, en algunos casos, el desayuno, Ros reconoció que los propietarios sí han notado que en sus apartamentos “la gente está cocinando más que otros veranos” y que demanda alternativas de ocio económicas, como las rutas senderistas.

Ahora todos los hosteleros tienen la vista puesta en los meses de septiembre y octubre y los esperan con grandes expectativas, ya que en años anteriores fueron muy buenos puesto que los destinos de interior ganan terreno a la playa. Sin embargo, Sara Ros indicó que en algunas comarcas se temen que no haya una gran ocupación debido a que la falta de lluvias repercutirá en la aparición de setas.

Incremento continuado en 2024

Un total de 12.967 personas han visitado durante el mes de agosto la Fundación Amantes. Se trata de una cifra sensiblemente superior a la de 2023, en la que acudieron 12.704 visitantes y que confirma la línea ascendente de este monumento turolense a lo largo del ejercicio 2024. 
Así, según confirmó la directora de la Fundación Amantes, Patricia García, en lo que va de año llevan 2.505 visitantes más que en el mismo periodo de 2023.  En total, se han fotografiado con las esculturas de los Amantes en este 2024 69.673 turistas, un incremento que esperan que se mantenga a lo largo del año.