Los ganaderos de Teruel donan corderos a sanitarios y residencias de ancianos

Ganaderos y solidarios es el nombre de la iniciativa que se está desarrollando en España y que consiste en la donación, por parte de los pastores, de animales para que sean sacrificados y la carne repartida entre centros sanitarios y residencias de ancianos o comedores sociales. De momento esta semana en Teruel se distribuirán un total de 34 corderos, mientras que en el conjunto de España se han donado 321 corderos, 45 cabritos y 10 quesos.

La iniciativa surgió de un grupo de pastores de Aragón, pero enseguida se sumaron de diferentes partes de España. Ellos son los que deciden el número de animales que donan y también, si quieren, el destino de los mismos. Voluntarios del Servicio Clínico de Rumiantes de la Facultad de Zaragoza, ayudados por otras personas de varios departamentos, se ocupan de coordinar todo el operativo. De momento esta semana, como la iniciativa es aún desconocida, han tenido que buscar ellos los mataderos donde sacrificarlos de forma altruista y también las opciones que tienen para su distribución.

Los 34 corderos de Teruel se sacrificarán en la empresa Artigot, de Cella, y ahora están buscando la fórmula para hacerlos llegar a su destino, que es la residencia Javalambre, en Teruel y las de Torrijo del Campo, Santa Eulalia, Monreal del Campo, Calamocha, Burbáguena y la localidad zaragozana de Romanos. También hay dos corderos que irán al centro de salud de Calamocha, aunque previamente serán cocinados por el restaurante Arguiñano de la localidad, cuyos propietarios se han ofrecido. 

Entre los ganaderos de Teruel que colaboran con la iniciativa hay de Manzanera, Calamocha, Torrijo del Campo, Cedrillas y Alba del Campo. 

“Aquí todo es voluntario, esta primera semana en la que nos estamos dando a conocer hemos buscado un poco nosotros, pero la idea es que surjan espontáneos”, apunta Marian Ramo, que es profesora en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza y forma parte del equipo de coordinación de este proyecto. Los animales se recogerán entre el jueves y el viernes por la mañana y, tras sacrificarlos en Cella, se distribuirán por los lugares de destino. “Miraremos si alguna residencia puede ir a recogerlos, porque de momento no tenemos ofrecimiento de ningún distribuidor para llevarlos”, comenta la coordinadora. 

En un principio se pensó en destinar toda esta carne a la ONG Cáritas, para que a su vez la hiciera llegar a las familias necesitadas, pero les comentaron que solo pueden recoger producto envasado, algo que no resulta viable para los ganaderos. Por eso decidieron hacerlo llegar al personal sanitario y a las residencias de ancianos, pero están abiertos a todas aquellas personas que son servicios esenciales y que lo demanden: “No tenemos problema en donarlo a un restaurante que reparta cordero entre los transportistas”, dice a modo de ejemplo Marian Ramo.

La inciativa Ganaderos y solidarios busca por un lado ayudar a los que ahora más apoyo necesitan, pero también dar a conocer un producto que muchos no tienen incluido en su dieta porque piensan que es caro o difícil de cocinar. “Que se den cuenta de que se puede emplear en los comedores colectivos, los niños en los colegios por ejemplo no comen ni un solo día cordero”, lamenta la veterinaria. 

Aunque la carne no ha llegado, de momento la respuesta por parte de las personas que lo degustarán en próximos días es muy buena. “Ya era hora de que la gente del campo cuidara a la gente del campo” fue la respuesta que dio un anciano a la cuidadora de Romanos que le transmitió que los pastores iban a donarles corderos para que se los comieran.

“Así comen carne buena los ancianos que lo pasan mal”

Lorenzo Fidalgo es ganadero en Calamocha y tiene muy claro que la donación de unos corderos no supone mucho para él –y menos en un momento en el que el precio está por los suelos– y sin embargo va a hacer felices a los ancianos que se los comerán en las residencias. “Hay gente que les hace la comida a los sanitarios, otros que no salen de las residencias para evitar contagios, qué menos que colaborar nosotros con esto” asegura. Los dos corderos que ha donado no irán a ningún geriátrico sino que se los comerán los sanitarios de Calamocha cocinarlos el restaurante Arguiñano.