Los ensogados del Toro Nupcial dan poco juego, pero sí muchas fotos para Instagram

Los toros ensogados en honor al enlace de Pedro de Azagra e Isabel de Segura apenas dieron juego, pero sí muchas imágenes para Instagram y decenas de vídeos que enseguida se colgaron en Youtube o Tiktok. La plaza del Torico estaba a rebosar de gente, todos ellos mayores de 16 años, algunos con ganas de disfrutar de los astados y otros muchos para inmortalizar en las redes sociales su paso por Teruel.

El festejo del Toro Nupcial en honor a los recién desposados fue más corto de lo previsto y apenas duró una hora. El primero de los animales se rompió un pitón y no pudo volver a salir a la plaza una vez retirado, mientras que el segundo dio más juego, pero era un poco reservón y estaba falto de codicia, por lo que acabó cansado del ruedo.

El segundo de los astados, ambos de la ganadería de Teo Adell Piquer, de Castellote, se arrancó unas cuantas veces en la plaza al ser incitado por los corredores, pero la gran afluencia de público le impidió embestidas largas.

Entre la gente había de todo, desde aficionados de Teruel y de otros lugares de España, hasta personas que tenían curiosidad de ver un toro ensogado, un animal al que, como lleva una maroma, creen que no tiene peligro y no dudan en acercarse. “Hay mucho turista que no conoce la peligrosidad del toro, mucha gente con cámaras y con móviles, hemos echado a varios”, comentó ayer tras el festejo Rubén López, miembro de la Asociación Cultural Amigos de la Soga y la Baga de Teruel .

Durante el festejo se cumplió con el rito medieval de la fecundidad pasando la capa de la novia por el lomo del estado ante la presencia de Pedro de Azagra y toda su familia, que observó el Toro Nupcial desde el balcón de su casa.
 

El acto comenzó a las 16:15 horas y una hora después ya habían sido retirados los dos toros. Desde antes del comienzo del festejo, más de medio centenar de personas de Protección Civil controlaban todos los accesos a la plaza para evitar la presencia de menores de 16 años, mayores de 65 y personas en estado de embriaguez o con movilidad reducida.

“¿Es un toro de verdad?”

“¿Sabéis que hay un toro?”, preguntaban a la gente que sí podía acceder, y algunos respondían sorprendidos: “¿Un toro, pero de verdad?”. Tuvieron que echar a muchas personas que acudían con sus hijos menores, a madres y padres con carritos de bebé y a gente que quería acceder a la plaza con sus mascotas, que también están prohibidas, al igual que los palos selfie.

Pero aún sin palos, el interés de muchas personas por captar una imagen suya con el toro de fondo era muy común ayer. “La gente es mucho más peligrosa que el toro”, comentaba un responsable de Protección Civil después de pedir a un grupo de peronas que dejara de correr que la res estaba lejos pero ellos  iban a arrollar a otras personas al querer evitarla.

Nikie e Isabel son alemanas y en su vida habían visto un toro. “Es toda una sensación, pero muy peligroso”, aseguraba Nikie, quien se había desplazado a Teruel desde Valencia para pasar el día y lo que más le gustó fue la música por la calle y las representaciones teatrales.

Pipe Fragoso viajó desde Extremadura a Teruel para vivir los festejos taurinos en el marco de Las Bodas de Isabel, pero no estaba muy convencido con el primer ensogado que había visto en su vida –el segundo que se corrió en la tarde de ayer– : “Este sitio no es bueno para aprovechar el toro, aquí se resbala y además hay mucha gente y muchos que no saben las consecuencias de estar tan cerca del animal”, lamentaba.