Síguenos
Los educadores sociales piden recursos “para no ir a trabajar con miedo” Los educadores sociales piden recursos “para no ir a trabajar con miedo”
Concentración ante la sede del Gobierno de Aragón en Teruel en memoria de Belén y para solicitar un nuevo convenio de Prevención y Protección de Menores

Los educadores sociales piden recursos “para no ir a trabajar con miedo”

Recuerdan a Belén y aseguran que los menores son cada vez más agresivos
banner click 236 banner 236

Los educadores sociales se concentraron este jueves ante la sede del Gobierno de Aragón en Teruel para recordar a Belén, su compañera asesinada por tres menores en un piso tutelado de Badajoz, y solicitar recursos económicos y materiales para que sucesos como este no se vuelvan a repetir porque el perfil de los niños, niñas y adolescentes a los que atienden ha cambiado “y cada vez son más conflictivos a edades más tempranas”, dijeron.

En la concentración convocada por CGT, UGT y CCOO, la Plataforma por un convenio aragonés del sector de Prevención y Protección de Menores recordó que llevan solicitando desde 2019 al Ejecutivo autónomo un convenio justo.

Maribel Negré, que trabaja en la vivienda hogar de menores de Teruel lamentó el asesinato de Belén y dijo que era un hecho que les había consternado pero no sorprendido. “Era algo que esperábamos que pudiera suceder en cualquier momento, en cualquier centro de cualquier comunidad autónoma de España, porque trabajamos con unas condiciones laborales muy precarias”, dijo.

En la vivienda hogar de menores de Teruel no trabajan, como en el caso de Belén, con menores con medidas judiciales, “pero sí que nos enfrentamos a situaciones de conflictividad”.

Explicó que los educadores sociales trabajan solos en turnos de noche sin la presencia de personal de seguridad ni sistemas de vigilancia, y que se enfrentan a situaciones de agresividad, tanto física como verbal, “porque el perfil de los menores ha cambiado y cada vez son más conflictivos a edades más tempranas”. En su opinión, los hogares se deben adecuar a este tipo de perfil, por lo que la administración y las entidades gestoras tienen que dotarles de los medios materiales y de los recursos humanos.

En opinión de Negré, “el problema radica principalmente en que se han externalizado los recursos y los pliegos de condiciones que se establecen siempre van a mínimos, lo que deriva en una precariedad que hace que, a veces, vayamos a trabajar con miedo. Y no queremos trabajar con miedo”.

El educador social del mismo hogar Sergio Sancho aseguró que “la pelota está en el tejado del Gobierno de Aragón, que es el que tiene que aportar los medios y recursos que posibiliten que tengamos unas condiciones dignas de trabajo, tanto en lo laboral como en lo salarial”.

“Los niños, niñas y adolescentes son sus menores, su responsabilidad, y se establecen unos pliegos miserables, siempre a mínimos, que llevan precarizando el sector y la calidad de la intervención durante años”, según el comunicado leído durante la concentración de este jueves, en el que también exigieron un convenio autonómico “digno” y “que nadie tenga que pasar miedo en su puesto de trabajo”.

Negré también lamentó las dificultades para que los menores que atienden, que tienen entre 6 y 18 años, puedan acceder a recursos asistenciales como, por ejemplo, de salud mental. “Nos vemos abocados a ir a otras localidades de referencia que sí que tienen la especialidad para poder asistir a estos chicos como se merecen”, comentó al respecto.

Por último, solicitaron al Gobierno de Aragón que las ratios de menores sean adecuadas al personal de las viviendas y denunciaron la inestabilidad de los equipos debido a la falta de educadores sociales, que achacan a la precariedad de los contratos. “Cada uno pone su granito de arena, lo hace lo mejor que puede porque la calidad humana y la vocación la tenemos, pero necesitemos que nos respalden las administraciones”, concluyo Maribel Negré.