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Los docentes de la provincia echan mano del correo y de aplicaciones interactivas para mantener clases Los docentes de la provincia echan mano del correo y de aplicaciones interactivas para mantener clases
Irene Rubio, del CRA Algas, prepara tareas para sus alumnos

Los docentes de la provincia echan mano del correo y de aplicaciones interactivas para mantener clases

Maestros y alumnos se adaptan al cierre enviando tareas por mail o utilizando plataformas como Classroom
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Los maestros y profesores han tenido que adaptarse en muy pocas horas a la nueva situación que ha supuesto el cierre de las aulas. El martes fue un día "caótico" y "estresante", según calificaron los maestros con los que este periódico se puso en contacto ayer. El miércoles, la actividad se siguió desde casa con un poco más de tranquilidad. Muchos centros y maestros han optado por usar lo más básico, el correo electrónico, para comunicarse con sus alumnos, si bien algunos colegios han aprovechado para probar aplicaciones que hacen más llevadera la situación y más estrecho el contacto con los alumnos y sus familias.

El viernes a las dos de la tarde, Educación comunicó a los equipos directivos que los docentes tendrían que coordinarse para impartir las clases online. Algunos han aplicado la medida más o menos a rajatabla e intentado hacer lo más parecido a una clase interactiva. En el colegio Miguel Vallés de Teruel, los alumnos de 4º, 5º y 6º tienen desde principio de curso un correo corporativo. "Suelen empezar a las nueve de la mañana, como siempre, tienen su recreo y acaban sobre la una y media o las dos, mientras que a los niños más pequeños les hemos preparado actividades que colgamos en el blog del colegio, de donde las familias pueden obtener muchos recursos", explicó la directora del centro, Belén El Busto. El colegio mantiene un teléfono operativo de contacto para que las familias puedan preguntar y solucionar dudas.

Los maestros del Miguel Vallés utilizan con los alumnos de 4º, 5º y 6º una herramienta de Google que permite gestionar las clases a distancia (Classroom). La directora del centro valoró su operatividad "para trabajar con los alumnos más mayores, porque incluso podemos conectarnos todos juntos y ver qué estamos haciendo todos". 

En cuanto a los niños que carecen de ordenador en casa, el centro lo ha solucionado "haciendo fotocopias desde el colegio”. No obstante, por norma general, la familia que no tiene ordenador o tablet, sí tiene un dispositivo móvil con whatsapp,  y esa es la forma de comunicación  por la que se ha optado para estos casos.

Es la misma solución por la que han optado para estos casos en el colegio Virgen del Pilar de Calanda. La jefa de estudios, Ana Reyes Palos, comentó que el contacto con los alumnos sin ordenador se realiza a través de whatsapp. Además, para estos casos y para los alumnos de la etapa de infantil “todos los contenidos se introducen en el blog”.

Mantener el contacto

El Virgen del Pilar de Calanda lleva un año como miembro de la Plataforma G-suite for Education de Google, en la que algunos docentes se han involucrado activamente desde el primer día. A través de la herramienta Classroom "se pueden mantener clases interactivas en las que se explica a los niños lo que tienen que hacer y al día siguiente se les pasa la nueva tarea y la corrección de la anterior. Se autocorrigen".

La jefa de estudios valoró la utilidad de esta herramienta. A su juicio, esta situación de confinamiento servirá para dar un paso adelante en materia de TICs en los colegios. "Los maestros que no se han puesto al día en la plataforma hasta ahora, porque no era obligatoria, están mostrando bastante interés en aprender para mantener el contacto con sus alumnos, mandarles tareas, etc. En dos semanas, creo que acabaremos utilizando Classroom todos", consideró.

Ana Reyes Palos también es profesora de música en su centro. Con Classrom ha grabado clases con la mano inversa en la flauta a sus alumnos para que vean bien la colocación de los dedos, les pasa partituras y ya les ha planteado un reto: tocar todos los días a las 12.30 el Himno a la Alegría desde los balcones, una iniciativa que hizo extensible a la banda de Calanda y a la Coral y que ayer comenzó.

En su centro, una de las que ha utilizado Classroom desde el primer día es Inma Antón, profesora de inglés y tutora de 4º. 

"La mayoría de mis alumnos ya estaban metidos en Classroom, así que ahora voy trabajando cada día con ellos con una herramienta que ya conocían y sigo el mismo horario, porque es la manera en la que considero que el trabajo se estructura mejor", explicó la docente. 

Si no hay ordenador: el blog

Inma se conecta cada día con sus alumnos y les entrega la tarea. “Les doy varios días y les envío una imagen con las correcciones. De esta forma el alumno es autónomo y no hay necesidad de que los padres tengan que supervisar la tarea que se les manda desde el centro". La ventaja de esta aplicación, subraya, "es que veo cuándo entran o si lo han hecho". Y para aquellos que no van a entrar a través de Classroom, pongo tareas y enlaces y pueden seguir el ritmo".

En el CRA Matarraña, Belén Carrere, secretaria del centro y profesora de Música, explicó que  “cada tutor se ha encargado de enviar las tareas a los alumnos, previa reunión el lunes por niveles y en pequeños grupos”. Han creado un correo electrónico para cada tutor “y las familias que no tenían correo nos han enviado el de los hermanos u otros familiares para mantener el contacto”.

Este centro no trabaja con plataformas como Classroom o Class Dojo. “Algunos maestros hacen trabajos puntuales, pero lo más sencillo para nosotros y para las familias ahora es el correo electrónico, el sistema con el que vamos a hacer trueque de información. Si no funcionara, habría que ponerse las pilas en otras metodologías y aprender a manejarlas”, añadió. En cualquier caso, en su opinión, “la aplicación de las TIC requerirá de una reunión previa entre los maestros y las familias, a las que se tendrá que enseñar su funcionamiento”.

En el mismo CRA, María Vallés es una tutora sustituta a la que esta nueva situación ha pillado de improviso, como a todos, con la peculiaridad de que esta maestra apenas hace 15 días que ha aterrizado en el centro. Según Vallés, “nosotros no disponemos de una plataforma en la que podamos llevar a cabo ese feedback con los alumnos de forma sencilla y creativa, pero ahora no es momento de arrepentirnos de eso  sino de aprovechar lo que tenemos para dar el mejor servicio posible”. Ahora, “debemos adaptar los contenidos que queremos que sigan aprendiendo los alumnos de manera que todos lleguen a los mismos dentro de sus posibilidades”, ya que no todas las familias  tienen las mismas.

Marta Bielsa, maestra de matemáticas e inglés en el colegio Palmireno de Alcañiz, explicó que “el trabajo estos días se lleva más o menos bien”. 

En este colegio de Alcañiz “estábamos acostumbrados a trabajar online (usan Classroom) de vez en cuanto. Y aunque “hasta ahora lo hacíamos de forma esporádica y opcionalmente, la situación nos ha pillado preparados, porque los niños conocen la herramienta”. Estos primeros días, comentó Bielsa, “estamos ajustándonos y adaptándonos a la situación, porque no estamos acostumbrados y es una dinámica diferente”.

Las TIC interactivas tendrán que avanzar por obligación

Algunos maestros creen que la situación de confinamiento actual obligará a los centros educativos y a los docentes que aún no estén muy puestos en nuevas tecnologías a formarse. La realidad es que muchos utilizaban videos y enlaces a páginas educativas de internet, pero lo de trabajar de manera  interactiva es otra cosa.

En opinión de Inma Antón, "la formación TIC tendría que ser obligatoria en todos los centros". Hasta ahora "a los cursos se apuntaba quien quería", así que en este momento son pocos los que están preparados para afrontar una clase a distancia. "No todos los maestros están al día en el uso de estas nuevas tecnologías, así que queda mucho por hacer", añadió Antón. 

Desde su punto de vista, "en todos los centros debería haber una asignatura obligatoria de nuevas tecnologías para que los alumnos también adquirieran ese aprendizaje". En su caso se lleva a sus alumnos quincenalmente para que, por ejemplo, “aprendan a manejar un teclado, porque la tablet y el ordenador no son los mismo. Hay niños que saben tocar la pantalla, pero no escribir con un teclado".

En el CRA de Cretas, Irene Rubio es tutora de 4º, 5º y 6º de primaria. Los últimos días han sido una vorágine de trabajo en la que los docentes se han tenido que poner las pilas para mandar el trabajo a través de internet a los alumnos.

“Hasta ahora usábamos las TIC para trabajar en el aula, buscando videos o canales educativos que son muy útiles porque los alumnos comprenden enseguida algunos conceptos, y eso es fácil, pero enviar las tareas a los niños, que las corrijan y las reenvíen es un paso más allá, aparte de que la mayor parte de los ordenadores que tenemos en los centros están bastante obsoletos”. No en vano, son PCs con software libre donde los programas suelen ser distintos a los que los alumnos tienen en sus casas”.

En un CRA la organización es distinta a la que tiene que hacer un maestro en un colegio grande, opina la docente. “Tengo tres niveles en la clase y hay que buscar mecanismos distintos”, comentó.

En el CRA Algars los maestros han hecho un documento común de tareas escolares para todos los alumnos, un documento “que se ha entregado en todas las localidades del CRA y a todos los alumnos”. Desde principio de curso “compartimos a través de la nube todas las tareas que se han entregado a todos los alumnos y, aparte los especialistas han preparado sus trabajos, desde Plástica a Educación Física y Música”. Se han creado cuentas de correo para que los tutores atiendan a las familias.

En el CRA Algars utilizan la plataforma Class Dojo para mantener el contacto con las familias. “Lo usábamos para enseñarles lo que hacemos en clase, y se pueden colgar fotos, videos, hacer comentarios, así los padres ven lo que están haciendo sus hijos. Además la plataforma permite tener un chat particular con cada alumnos”.