Los delitos contra la libertad sexual aumentan en Teruel un 52 % durante el año pasado

Los delitos contra la libertad sexual aumentaron un 52 % el año pasado en la provincia de Teruel, 37 puntos más que en el conjunto del Estado español, donde este tipo de infracciones penales subieron un 15,1 %. Fueron los que más crecieron en las comarcas turolenses junto con la cibercriminalidad, que aumentó otro 50,7 %, veinticinco puntos más de lo que lo hizo en el resto del país. El balance de criminalidad de todo 2023 que acaba de hacer público el Ministerio del Interior recoge estos incrementos, que reflejan también en términos porcentuales un aumento del conjunto de los delitos registrados en Teruel de un 11,5 %, cuando el crecimiento en España fue del 5,9 % y en Aragón del 1,2 %.

Las agresiones sexuales y sobre todo los delitos cometidos en el ciberespacio por su gran volumen, son los que han disparado la estadística de criminalidad del año pasado en la provincia. Los datos están recogidos en el último informe del Ministerio del Interior, que incorpora la evolución del último trimestre del año, después de que en los tres anteriores ya se apuntara esta evolución al alza de la criminalidad.

Hay que tener en cuenta que es la cibercriminalidad la que dispara las estadísticas, puesto que la criminalidad convencional prácticamente se mantuvo estable e incluso descendió un poquito, un 0,7 %, al registrarse 2.704 delitos, veinte menos que en el ejercicio anterior. En cambio, los ciberdelitos pasaron de 854 a 1.287, que es lo que acaba provocando ese fuerte ascenso del total de la criminalidad.

Balance

De acuerdo con este balance correspondiente a todo el año 2023, durante el pasado ejercicio se registraron en el conjunto de la provincia un total de 3.991 infracciones penales frente a las 3.578 del año anterior, es decir, un 11,5 % más.

Un 32,2 % de esas infracciones penales se debieron a la cibercriminalidad, puesto que se registraron 1.287 asuntos de este tipo frente a los 854 del año anterior, lo que supone un aumento de este tipo de delitos de un 50,7 %. De ellos, la mayoría fueron estafas informáticas (1.152) y el resto (135) otros ciberdelitos. Los primeros aumentaron un 48,6 % y los segundos un 70,9 %.

El resto de infracciones penales que crecieron el año pasado fueron los delitos contra la libertad sexual, los de lesiones graves y riña tumultuaria y los hurtos, mientras que el resto descendieron.

Especialmente alarmante es la evolución de los delitos contra la libertad sexual, que pasa de los 25 que se registraron en 2022 a los 38 del año pasado, un 52 % más, cuando la evolución en el conjunto del país fue del 15,1 % y en Aragón del 18,2 %.

Dentro de esta tipología penal se dispararon además los delitos de agresión sexual con penetraron, que fueron 10 frente a los 4 de 2022, un 150 % más. Supone un 26,3 % del total de delitos   contra la libertad sexual, es decir, uno de cada cuatro.

En el Estado las agresiones sexuales con penetración aumentaron un 14,2 %, mientras que en la Comunidad Autónoma de Aragón disminuyeron un 1,1 %.

El resto de delitos contra la libertad sexual en la provincia aumentaron un 33,3 % al pasar de 21 a 28. En este caso la evolución es también muy superior a la que se dio en el conjunto del país, que fue del 15,3 %, mientras que en Aragón aumentó un 24,1 %.

Los hurtos fueron otra forma de delincuencia que aumentó en la provincia por encima de la media nacional y aragonesa, si bien en este último caso descendieron. En la provincia pasaron de 413 infracciones penales en 2022 a 507 en 2023, lo que representa un incremento del 22,8 %.

Lesiones y riñas

Los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria aumentaron un 16,1 % en todo el territorio turolense. Estas infracciones penales pasaron de 62 a 72 durante el año pasado con respecto al ejercicio anterior. En este caso también crecieron más que en el conjunto del país, donde lo hicieron un 3,7 %, mientras que en la región descendieron un    6,8 %.

Por otra parte, el resto de criminalidad más destacada descendió en la provincia, desde los homicidios, que solo hubo uno, a los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, que son los que suelen producirse con más frecuencia en el medio rural asociado a la despoblación, y que pasaron de 261 a 230, un 11,9 % menos. Dentro de esta modalidad, los robos con fuerza en domicilios fueron 172, un 14,4 % menos.

Las sustracciones de vehículos disminuyeron un 33,3 %, mientras que el tráfico de drogas también disminuyó al reducirse el número de delitos un 13,3 %.