Los críticos del PAR fundan un nuevo partido como "refugio" del aragonesismo

Críticos del PAR que han abandonado el partido tras la crisis abierta después de que un juez anulara los resultados del congreso en el que Arturo Aliaga fue reelegido presidente, han lanzado un nuevo partido, llamado "Aragoneses-Plataforma aragonesista", que pretenden que sea "refugio y hogar político de quienes sienten que Aragón todavía debe seguir creciendo en España y España en Aragón".

Liderado por Elena Allué, quien perdió por veinte votos de diferencia frente a Aliaga en el congreso celebrado en octubre de 2021 que luego fue anulado, el nuevo partido político, que llama a ese congreso "el del pucherazo", surge para la "refundación del aragonesismo" para ofrecer "una salida política al espacio ideológico y de centro aragonesista" que consideran que "no tiene solución ya" dentro del PAR.

Junto a Allué completan el equipo directivo del nuevo partido Carlos Sánchez Boix como secretario general, y Julio Esteban, Javier Callizo, Lucía Guillén, Marina Sevilla y Berta Zapater como vocales.

El proyecto, que no es "presidencialista ni personalista" y que está Completamente abierto" a nuevas personas, "bebe de las fuentes del pasado" pero "mira a la modernidad y a la necesaria dignificación de las políticas aragonesistas", avanzan los dirigentes de la nueva plataforma.

Solución

En una nota de prensa, Allué apunta que Aragoneses es "la solución al aragonesismo actual" y que nace "para debatir, no para imponer, para integrar y no excluir, para servir, no para servirse y, especialmente, para poder desplegar con orgullo y sin complejos las banderas aragonesistas: autonomía, agua, territorio, financiación, familias, pacto y consenso".

Pero sin dejar de lado "la modernidad que requieren los nuevos tiempos políticos y sociales" y que ejemplifican en la igualdad entre hombres y mujeres y entre el medio rural y el urbano; la custodia compartida; la defensa de las familias y de los trabajadores pero también de los empresarios y autónomos; la suma de lo público y lo privado; el pactismo político; el amor a la libertad o el sentido de la justicia.

Reconocen que es un proyecto político -que ya tiene estatutos y logotipo- "heredero del PAR más auténtico" pero "con altas dosis de democracia interna de centro, modernidad e ideología 'hipolitista' (en referencia a Hipólito Goméz de las Roces, expresidente aragonés y fundador del PAR).

Y por eso no es casual que haya elegido el pasado 3 de febrero para la fundación ante notario del partido, en tanto en cuanto ese día se cumplieron 45 años de la legalización del PAR, de "el de verdad".

Muerte democrática

Allué apunta en la nota que el PAR "está muerto democráticamente", pero que la mayoría de sus militantes no han "perdido ni las ganas, ni el compromiso, ni el tesón de pelear por Aragón".

Insisten los impulsores del nuevo partido que este "nace sin lastres" y "con vocación de servir a Aragón y España" y que a él están llamados quienes habiendo votado al PAR, "se han quedado huérfanos de opciones políticas verdaderamente aragonesistas, moderadas y de centro".

En todo caso, los fundadores aseguran que tienen las "manos tendidas hacia la reconciliación aragonesista" y apuntan que es la hora de que "una nueva generación política aragonesa introduzca higiene, nivel y verdad a la democracia de Aragón y de España", que en los últimos años "ha decaído con formas y fórmulas impropias de lo que los ciudadanos esperan y merecen de sus representantes políticos".

El nuevo partido hace suyas reivindicaciones históricas del PAR, como el máximo nivel de autogobierno; el impulso a la bilateralidad; la reclamación de la deuda histórica; la gestión de la reserva hídrica exclusiva que incluye el Estatuto de Autonomía; la eliminación del impuesto de Sucesiones y la bajada de impuestos, o la colaboración público-privada.