Los comerciantes de Teruel hacen un llamamiento a sus vecinos para que apuesten por comprar en su localidad
Los pequeños establecimientos abren sus puertas con la confianza puesta en el apoyo al comercio de proximidadLos comerciantes de Teruel hacen un llamamiento a sus vecinos para que apuesten por comprar en su ciudad, donde viven, donde trabajan y para que entre todos se pueda salir adelante.
El lunes muchos de los establecimientos de la ciudad volvieron a abrir después de dos meses y lo hicieron con ganas por volver a la normalidad por un lado pero con temor y con una gran incertidumbre por otro. Incertidumbre no solo en lo sanitario sino también en lo económico.
Las sensaciones en el primer día de apertura no fueron malas. Así lo transmitieron a los gerentes de las asociaciones de comerciantes de la ciudad. Nuria Ros, de ACESTeruel, la Asociación de Comerciantes, Empresarios y Servicios de Teruel, señaló que sus asociados que de nuevo abrieron sus puertas le transmitieron que había sido una jornada tranquila pero con más tránsito de lo esperado.
Por su parte, el gerente del Centro Comercial Abierto, Rodolfo Pangua, también trasladó el optimismo de sus asociados que habían abierto el lunes por primera vez desde mediados de marzo. “La gente está siendo muy responsable, tanto los comerciantes como los clientes”, señaló, un ejemplo de “corresponsabilidad”, que hay que tener muy presente durante estos días.
En la avenida Aragón de la capital, uno de los ejes comerciales de la ciudad, en el barrio del Ensanche, muchos comercios abrieron sus puertas por primera vez tras el estado de alarma.
En la Librería Garpe, su responsable Pilar Ramo, apuntó que había abierto para atender a sus clientes y para ordenar el pedido, que justo le llegó cuando tuvo que cerrar. Aprovechará estos días para renovar el escaparate, que se quedó con los libros referentes al Día de la Mujer, mientras que se acostumbra a la nueva normalidad, porque ahora sus clientes no pueden tocar los libros y hay que estar constantemente desinfectando. Ella, que de momento solo abre en horario de mañana, prefiere tener la puerta abierta y también ha puesto una bayeta para limpiar los pies.
En Zebra, un establecimiento próximo en el que venden gafas y complementos, apuntaron que por la mañana había habido clientela. “La gente tiene ganas de comprar”, aseguraron.
Avila Store se dedica a la venta de moda y ha tenido que establecer las medidas necesarias para desinfectar la ropa que los clientes se prueban pero no se llevan. En este caso han optado por una plancha de vapor. Después de tener un tiempo guardado el artículo lo planchan con este sistema y lo vuelven a sacar a tienda, explicó Fernando Vaquero.
En este tramo de la avenida Aragón, ha abierto la cafetería Europa y el lunes por la mañana estuvo muy frecuentada. Con un 50% de capacidad, por la normativa de la fase 1, solo han ocupado la parte de la calle Tadeo Calomarde, “pero hemos abierto porque hay que trabajar”, indicaron.
La Colmena también abrió sus puertas al público por primera vez desde el estado de alarma. En este caso han tenido suerte y han podido instalar la mampara de metacrilato en el mostrador, porque hay tanta demanda estos días que hay comercios que la esperan pero todavía no la tienen. “Me ha sorprendido que hay muchos clientes que han venido para ver cortinas”, contó Fernando López, su responsable. Y es que muchos ciudadanos han aprovechado para renovar sus hogares, pintar y mover muebles durante estas semanas de confinamiento.
En la ronda Ambeles, Paquita Martín abrió de nuevo su tienda, Donna, con la confianza puesta en que los turolenses apuesten por comprar en su ciudad. Cree que todavía la gente no sabe que puede ir a las tiendas de ropa y que no es necesario seguir las franjas horarias para ir a comprar. Ha abierto sus puertas con los trajes de ceremonia en las perchas esperando unas celebraciones que no se sabe cuándo se van a poder hacer y con problemas para recibir otro tipo de ropa desde las grandes ciudades como Barcelona o Madrid, que no están todavía en fase 1. “Hemos estado cerrados durante nuestra temporada fuerte”, apuntó y le angustia no saber cómo se va a poder salir de esta situación.
En Garza, un establecimiento próximo, también esperan que los turolenses se den cuenta de que hay que comprar y consumir en su tierra y que lo pueden hacer con toda la confianza. “Tenemos que transmitir sensación de seguridad”, aseguró Luis Desantos. Y para ello este y todos los establecimientos visitados para este reportaje disponían de gel desinfectante, mascarillas e incluso guantes.
Entre los comercios que abrieron al público, los había que ya lo habían hecho la semana pasada con cita previa, con buenos resultados, porque quien la solicitaba es que estaba dispuesto a comprar. Así lo señaló Cristina Sanz, de Escolano, que abrió de nuevo ya sin cita previa pero contenta con la experiencia. “Ahora viene gente que compra porque estaba esperando que abriéramos para venir a buscar artículos que necesitaba”, comentó.
Otros comercios abrirán hoy al público después de que dedicarán la jornada a organizar y preparar todo para reencontrarse con su público. Es el caso de Ferrán, que con un horario especial, hoy a las 10,30 horas abrirá Vero Moda, en la plaza del Torico, y otros espacios de la firma centenaria.
Entre las medidas de seguridad que va a imponer para mantener la distancia social está la posibilidad de entrar y salir por diferentes puertas. Un sistema que se ha establecido en otros establecimientos del Centro Histórico que tienen esa posibilidad para guardar las distancias.
Luisa Ferrán también confió en que los turolenses apuesten por comprar en su ciudad. El hecho de que no se pueda viajar fuera de la provincia puede beneficiar a esta apuesta por el comercio local.
Librerías, franquicias, joyerías, alguna floristería o zapaterías volvieron a levantar sus persianas. No lo hicieron sin embargo agencias de viaje o administraciones de lotería, estas últimas lo harán la próxima semana.
Hostelería
La hostelería, que el lunes podía abrir sus establecimientos al 50% en terraza, se lo está pensando mucho antes de abrir. En la plaza del Torico solo había una terraza abierta por la mañana, aunque otras lo harán a lo largo de la semana. Muchos empleados del Centro estaban deseando sentarse para tomarse un café “de máquina” a la hora del almuerzo pero había que buscar entre las calles a ver qué bar había decidido hacerlo.
En la avenida San Gadea y en sus calles próximas sin embargo había más establecimientos abiertos, siempre marcando las distancias entre mesas y con las mascarillas puestas incluso los propios clientes. El Ayuntamiento entregó información sobre los aforos y el número de sillas y mesas autorizados en las terrazas. También en las tiendas se indica el aforo permitido, es decir, cuánta gente puede estar en su interior, que tiene que ser un tercio del total en esta fase 1