Los cauces del Guadalaviar y del Turia a su paso por Teruel sufren riesgo de vertidos incontrolados
La proliferación de puntos de desagüe hace más vulnerables a ambos ríosUsuarios del camino del río Turia, conocedores de la zona, han mostrado su preocupación por los vertidos que pueden llegar a sus aguas en diferentes puntos a su paso por la capital turolense y por San Blas. Han detectado problemáticas diferentes por donde en ocasiones llegan aguas sucias directamente al río.
En estos días que se habla del cuidado del medio ambiente, con motivo del COP25 en Madrid y de la Conferencia Europea de Innovación y Agua, en Zaragoza hay que mirar al río que tenemos más cercano para cuidarlo y contribuir desde los local a lo global, como también aparece reflejado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que van a marcar las políticas municipales y autonómicas en los próximos años.
Un paseo por las orillas del río Turia permite comprobar la existencia de diferentes salidas de agua. A la altura de la Florida se encuentra la de una antigua tubería, que habitualmente está seca pero que en ocasiones recoge agua que vierte al río. El concejal de Infraestructuras del Ayuntamiento de Teruel, Juan Carlos Cruzado, explicó que es una tubería muy antigua que está en desuso, tiene una gran profundidad y se intentó buscar su origen pero no se dio con él. “”A veces recoge agua y es la que sale en momentos puntuales”“, señaló.
Otras conexiones con el río que despiertan dudas sobre si el agua que aporta está en buenas condiciones se sitúa en el camino de acceso al Club de Tenis y a la Moratilla. Se trata de una canalización que va paralela al camino pasa por debajo del mismo y vierte directamente al río. El concejal indicó que estas aguas llegan precisamente de estas instalaciones, que disponen de fosas sépticas y si no funcionan correctamente puede haber algún problema. Para evitar vertidos no deseados el Ayuntamiento les ha requerido que realicen un proyecto y conecten con la cámara de aguas pluviales de la zona de Franciscanos.
En una salida situada aguas arriba, a los pies del puente de Hierro, vierten los pluviales desde un cárcavo que conecta con la zona de las calles Bajo los Arcos y del barrio del Carrel.
Carlos Tortajada es un pescador conocedor del río que considera que todas estas salidas deberían estar canalizadas para que no conectaran directamente con el río, porque aunque en algunos casos sean agua pluviales a veces arrastran otros productos que no son buenos para sus aguas.
Opinó que desde que se construyó la depuradora de Teruel la calidad del agua del Turia es mucho mejor pero aportaciones como esta y como la que se ven en San Blas la empeoran y puede perjudicar a la vida de los peces y otra fauna que estos días se pueden observar, como parejas de ánades azulones cerca del puente de Hierro. No se han detectado mortandades en este tramo en los últimos años pero hay que evitarlos con actuaciones en los puntos conflictivos que pueden generar un riesgo y para mejorar la calidad de las aguas. Algunos vecinos de la zona de la Florida y del puente del Hierro confirman además que en ocasiones huele mal en esta zonas.
Así, el concejal de Infraestructuras asegura que los vertidos al río Turia en el término municipal están controlados “sabemos donde están y se están tomando medidas en aquellos casos que son necesarias”, apuntó.
Río Guadalaviar
Ya fuera del casco urbano, llegan otras aportaciones de agua al río Guadalaviar, antes de su confluencia con el Alfambra para formar el Turia, que siembran las dudas de los usuarios del río. Sería el caso de las aguas que proceden de la depuradora de Platea, ubicada entre este polígono y la carretera de San Blas. De allí parte una canalización con una serie de registros que cuando cruza la carretera circula por un canal hasta el río.
El agua que aporta al Guadalaviar no es la más cristalina, más bien es blanquecina, pero desde Aragón Plataforma Logística, que gestiona esta depuradora, aseguran que esta estación que da servicio a Platea, “reúnen los requisitos, está revisada y funciona sin problema”.
Ya en la propia localidad de San Blas, a 250 metros del azud de las Cadenas, y en una zona donde se sitúa un coto social de pesca, dependiente del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, donde se pesca mediante el procedimiento de captura y suelta, también llega otra aportación desde la depuradora de este barrio pedáneo, uno de los de mayor población de Teruel, que no está en las condiciones más deseables, como muestra que la reja de acceso a la misma está cubierta por un manto vegetal.
Desde el Ayuntamiento de Teruel reconocieron el escaso mantenimiento de esta depuradora. En la actualidad, se está estudiando el estado de las depuradoras de los barrios rurales de Teruel y se ha hecho una memoria valorada “porque cada una tiene una problemática distinta”, explicó Cruzado, y se pretende terminar de adecuarlas y pasar su gestión al Instituto Aragonés del Agua.
El último pleno municipal aprobó el envío del expediente al Consejo Provincial de Urbanismo para poder aprobar definitivamente la modificación puntal del PGOU que afecta al sistema general de saneamiento de los barrios de El Campillo, Caudé, San Blas, Tortajada, Valdecebro y Villaspesa, paso previo para poder actuar en sus depuradoras.
Desde la Confederación Hidrográfica del río Júcar aseguran que todos estos vertidos son conocidos por la CHJ: los del barrio de San Blas y el polígono Platea “se deben al incorrecto funcionamiento de sus EDAR” afirman; el de Moratilla y el de la rambla de San Julián “se producen porque existen algunas acometidas de aguas residuales no conectadas al alcantarillado municipal”.
Desde la Confederación recuerdan que el saneamiento y la depuración son competencias municipales y autonómicas. “Estos vertidos se denuncian, cuando son detectados, al igual que el resto de vertidos no autorizados que se producen en el ámbito territorial de nuestra Demarcación, incoándose los correspondientes expedientes sancionadores e instando para la adopción de medidas correctoras”, apuntan desde la institución.
Desde el Servicio Provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón indicaron que en el caso del coto social de San Blas, en el río Guadalaviar, que va desde la presa de El Arquillo hasta la confluencia con el Alfambra, “se van realizando controles sobre el terreno (pesca eléctrica) por parte de los Agentes de Protección de la Naturaleza y personal técnico para controlar las poblaciones de especies piscícolas y el estado general de la aguas”.