Los camioneros autónomos comienzan el paro indefinido con piquetes informativos
Jóvenes agricultores y ganaderos convocaron también varias concentracionesCamioneros autónomos turolenses, pertenecientes en su mayoría a la cooperativa Cotratur, organizaron este lunes piquetes informativos en varias carreteras de la provincia para explicar los motivos del paro indefinido de transportistas en protesta por los altos precios del combustible convocada por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, que también secunda la Asociación de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime).
La huelga de transportistas discurrió con escasa incidencia a nivel nacional, pero con algunos cortes de carretera aislados e intermitentes en distintos puntos del país. En la provincia de Teruel, los participantes organizaron piquetes informativos en la carretera nacional N-420 a la altura de Villalba Baja y de los polígonos empresariales La Paz y Platea, así como en la N-234 en la zona de Los Planos.
Desde finales de enero, el gasóleo ha subido un 30,4%, hasta los 1,80 euros por litro de este viernes, aunque en algunas gasolineras ya supera los dos euros por litro.
Por ello, llenar el depósito de un camión internacional, que suele tener capacidad para 1.500 litros, cuesta hoy 2.700 euros, frente a 2.070 de finales de enero, y podría superar los 3.000 euros en los próximos días de continuar la más que previsible escalada de los precios.
La plataforma convocante explica este paro porque la Administración “sigue negociando con los cargadores (que son los integrantes del Comité Nacional de Transporte) en vez de atender las llamadas de SOS de los auténticos protagonistas del sector, que somos los camioneros de a pie”, advirtieron.
La Paz
El presidente de la cooperativa turolense de transportistas Cotratur, Diego Peralta, indicó desde la rotonda de acceso al polígono La Paz que los precios actuales del gasoil son “inasumibles” y que por eso se han visto abocados a parar. “No podemos trabajar en estas condiciones porque perdemos dinero”, dijo.
“Los gastos de explotación superan a los ingresos y por eso nos vemos obligados a parar”, añadió su compañero Manolo Puchades, situado en el piquete de Villalba Baja.
Peralta hizo hincapié que la mitad del precio de los combustibles son impuestos, motivo por el que conminó al Gobierno a bajarlos, así como a obligar al pago del transporte a 30 días.
Manolo Puchades añadió que también piden la jubilación anticipada de los camioneros a los 60 años y una mayor vigilancia de las zonas de estacionamiento ante el incremento de los robos que sufren en sus vehículos. “Lo que llevamos ahora en los depósitos es oro”, aseveró.
Puchades explicó que mantendrán el paro de forma indefinida, “el tiempo que sea”, hasta que su actividad sea rentable. Advirtió que quienes secundan la huelga son “camioneros efectivos”, aunque dijo que también hay algunos asalariados de las grandes empresas de transporte.
En su opinión, si se mantiene esta situación, los efectos podrían notarse en la distribución. “Aunque mantengamos los servicios básicos, podría haber desabastecimientos en la alimentación o en las fábricas que requieren arcillas”, advirtió.
Problemas
A este paro no se ha sumado la Asociación Provincial de Transportes de Teruel (ATT Teruel), al igual que el resto de asociaciones integrantes del Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), al considerar que en estos momentos no se solucionan los problemas con un paro.
Fuentes de ATT recordaron que también han instado al Gobierno a la adopción de medidas extraordinarias que contribuyan a la estabilidad del precio de los carburantes, aunque no comparten la convocatoria de paro ni creen que en este contexto sea una solución eficaz.
El CNTC se reunirá mañana miércoles con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, para tratar el problema que supone el alza del precio de los combustibles y contará con la presencia de un representante de cada organización presente en el Comité.
En todo caso, y aunque hubo menos actividad que un día normal, los camiones siguieron circulando por las carreteras y desde la ATT no creen, por tanto, que haya riesgo de desabastecimiento.
Sin incidentes
El presidente de Tradime, José Antonio Moliner, coincidió en señalar que el paro indefinido responde a la grave crisis que sufre el sector por los precios de los carburantes, que casi se han duplicado en seis o siete meses, por lo que prácticamente trabajan a pérdidas, por lo que urgió soluciones al Gobierno central porque “ya va tarde”.
Moliner indicó que no le constaba que se hubieran producido incidentes y que el seguimiento entre los miembros de la asociación (que cuenta con 700 socios que suman 2.000 camiones) era difícil de cuantificar al tratarse de pequeñas y medianas empresas,
“Antes de arruinarse la gente prefiere parar”, remarcó, y advirtió de la “desesperación” en el sector, ya que “cada vehículo es una familia” y “los nervios están muy crispados”.
El presidente de la Plataforma para la Defensa del Transporte, Manuel Hernández, calculó que el 90% de los autónomos y pymes del sector habían secundado el paro y advirtió de que la medida “va a durar”.
En una rueda de prensa, Hernández sostuvo que el paro está siendo secundado de forma mayoritaria y explicó que este lunes algunos camiones habían ido a trabajar porque tenían carga, pero afirmó que una vez que habían descargado, se habían sumado al paro, que continuará en los próximos días.
Sin embargo, las principales patronales y los sindicatos del sector del transporte de mercancías por carretera en España -como la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) y CCOO- calificaron de “anecdótico” el seguimiento del paro indefinido puesto que las grandes organizaciones empresariales representadas en el CNTC, que es el órgano de negociación entre los representantes del sector y del Gobierno, no se habían sumado a la convocatoria.
La Dirección General de Tráfico señaló que los paros del transporte no habían ocasionado incidencias destacables, aunque sí habían detectado piquetes informativos, por lo que se habían establecido rutas alternativas.
Fuentes del Servicio de Información de Tráfico concretaron que se habían visto afectados tres tramos de carreteras: en la A6, en Lugo en sentido Madrid había un carril cortado; en la N640, también en Lugo, en A Campiña, se registraban retenciones, y en la A27 en Tarragona, en dirección al puerto, había un kilómetro de atasco.
Agricultores y ganaderos
Jóvenes agricultores y ganaderos del medio rural turolense convocaron este lunes varias concentraciones ante “la situación inasumible” que atraviesa el campo debida a la subida del precio del gasóleo agrícola, entre otros insumos. En el manifiesto leído en Muniesa, la Venta de La Pintada, Híjar, La Puebla de Híjar y Perales del Alfambra destacaron que esta situación, unida a los agravios que sufre el territorio en la percepción de ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), podría provocar el cierre de cientos de explotaciones y una nueva emigración masiva a las ciudades.
Raúl Blasco, joven agricultor y ganadero de Muniesa, indicó que la movilización se había organizado de manera espontánea a través las redes sociales y que los participantes lo hicieron a título individual, al margen de las organizaciones profesionales agrarias y de los partidos políticos.
En el manifiesto, advirtieron a estos últimos de la “situación inasumible” que atraviesa el campo y de que “el sector agropecuario del territorio está contra las cuerdas”.
“El precio de los combustibles no ha parado de crecer desde el inicio del año pasado hasta doblarse”, precisaron. Según Blasco, en Muniesa pueden conseguir el litro de gasóleo agrícola a 1,15 euros el litro pero en otras localidades ha llegado a alcanzar los 1,68 cuando hace un año se pagaba a 50 céntimos.
A esta subida de los carburantes se suma el de otros insumos, como abonos, sulfatos y piensos. De esta forma, “a los agricultores y a los ganaderos no les salen las cuentas”, advirtió Blasco.
En el manifiesto, recordaron a los gobernantes que fueron los profesionales del campo quienes ayudaron y no pararon durante las dos últimas grandes borrascas (Gloria y Filomena) y, sobre todo, durante la pandemia. “Seguíamos día a día labrando nuestros campos y atendiendo nuestros animales para sacar adelante nuestro país”, explicaron, para añadir que “si el campo no produce, la ciudad no come”. “Somos un sector imprescindible y necesitamos que los de arriba pongan en valor nuestro trabajo”, sentenciaron.
Del mismo modo, recordaron que los desequilibrios en el reparto de la PAC “son todavía un insulto para la provincia, que nadie ha tenido el valor suficiente de remediar”.
Por todo ello, consideran que ha llegado el momento de decir: “¡Basta ya! porque si no esta situación llevará al cierre de cientos de explotaciones, a la emigración masiva a las ciudades de los pocos que quedamos con nuestras familias en nuestros pueblos”.
Por eso, los participantes exigieron a los gobernantes y a quienes tengan la potestad necesaria “que intervengan de manera inmediata en este atraco a mano armada al que nos enfrentamos día a día”.
Por último, indicaron que continuarán con sus reivindicaciones hasta que el Gobierno “controle o rebaje” el precio de los carburantes porque su alto precio imposibilita que sus explotaciones, en su mayoría familiares, sean rentables.