Los agricultores ven “desastrosa” una cosecha de cereal lastrada además por la subida de los precios
Con 400 o 500 kilos por hectárea, muchas parcelas se quedan sin recogerLos agricultores turolenses adjetivan como “desastrosa” la cosecha de cereal en la provincia de Teruel, que todavía está en marcha en buena parte del territorio. Los rendimientos, en el mejor de los casos, se sitúan entre las 400 y las 500 kilos por hectárea y muchas parcelas se han quedado sin cosechar, con lo que además de déficit de grano también lo habrá de paja.
La peor campaña que todos recuerdan ha sido también la de los mayores costes de producción por la subida de los precios de los carburantes, fertilizantes y productos fitosanitarios. El Gobierno central ha aprobado ayudas directas para apoyar a los afectados por la sequía, que serán complementadas por el Ejecutivo autónomo. Pero ni estas ni el cobro de los seguros agrarios serán suficientes para compensar las pérdidas que ha sufrido el campo turolense, advierten.
Los secretarios de UAGA Teruel, Alberto Escura; y de UPA Aragón, José Manuel Roche; y el presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, fueron unánimes a la hora de calificar la cosecha como “desastrosa” por un cúmulo de circunstancias. Así, a la falta de precipitaciones durante los meses de marzo y abril siguió un episodio de lluvias intensas que hizo crecer las hierbas y retrasó la recolección.
La reducción de la cosecha en el conjunto del país se sitúa en un 60 % frente a una campaña normal, y las organizaciones profesionales agrarias calculan que en Teruel el porcentaje será notablemente mayor porque ha sido una de las provincias más castigadas por la sequía.
Las producciones de las zonas más tardías han sido las que han salido mejor paradas, pero las pérdidas en las comarcas agrarias más cerealistas, como el Jiloca y el Altiplano, son inmensas.
“La cosecha la dábamos por perdida en mayo y la lluvia solo ha hecho crecer las hierbas y retrasar la recolección 15 días por la humedad”, comentó Escura, quien añadió que muchas parcelas, tanto de cebada como de trigo, se han quedado sin cosechar y que Agroseguro las ha dado por siniestradas.
Sobre esta sequía extrema seguida de lluvias intensas, Roche comentó que el cereal que ha renació no ha granado, mientras que las semillas de otras hierbas han bajado la calidad del escaso cereal que se recolecta.
Además, Escura recordó que “esta ha sido la campaña con los costes de producción más altos y seguramente con la producción más baja de la historia”.
“Es un desastre”, corroboró Roche. “Todas las previsiones que hacíamos hace un mes se están cumpliendo y la situación es desastrosa. No ha habido ni un solo agricultor de ninguna comarca que nos haya dicho que la cosecha le ha ido bien”, afirmó.
El presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, aseguró que “ni los abuelos recuerdan una cosecha tan mala” y señaló que hasta 20.000 hectáreas de cultivo de cereal se van a quedar sin cosechar. “En el secano turolense, el siniestro ha sido total”, sentenció.
Según el secretario general de UPA Aragón, si la media de producción en la provincia de Teruel es de 3.500 kilos de cereal por hectárea, este año se va a situar entre 400 y 500, “en el mejor de los casos”. “Esta situación unida al hecho de que los costes de producción han sido los más elevados de la historia por la subida del gasoil, los fitosanitarios y los fertilizantes, hacen que esta campaña vaya a ser deficitaria”, zanjó.
Escura advirtió de que no habrá problemas de abastecimiento de cereal, “porque se importará a cualquier precio el que sea necesario para hacer piensos”, pero sí de paja para la ganadería. “Por su volumen, es muy difícil de transportar y se ha encarecido muchísimo. Ha pasado de los 50 a los 120 euros por tonelada, un precio que los ganaderos no pueden pagar”, dijo.
Las últimas precipitaciones han servido, al menos, para recuperar los pastos y “salvar el verano” de los ganaderos. Pero en previsión de lo que pueda ocurrir en los próximos meses, se ha optado también por segar el cereal junto con la hierba para ensilarlo para abastecer al ganado porque la sequía se ha llevado por delante la paja y los forrajes, coincidió. “Las lluvias vinieron muy bien para el pastoreo, pero en otoño e invierno habrá poco forraje y tendrá unos precios desorbitados”, advirtió Roche.
Ayudas por la sequía
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha iniciado el procedimiento para pagar un total de 712,7 millones de euros en ayudas extraordinarias a agricultores y ganaderos afectados por la sequía. La página web del Fondo Español de Garantía Agraria (Fega) publicó el pasado 4 de julio el listado provisional de los 74.651 titulares de explotaciones ganaderas que percibirán 355 millones de euros. El Ministerio ha presentado también a consulta pública el borrador de la orden ministerial por la que se establecerán los sectores agrícolas a los que se destinarán las ayudas extraordinarias establecidas.
Entre tanto, el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, informó hace una semana en el Consejo de Gobierno la tramitación de las acciones puestas en marcha y comprometidas para completar las ayudas por la sequía en la Comunidad.
Roche aseguró que estas ayudas son fruto de la negociación llevada a cabo por las organizaciones profesionales agrarias. “Hemos conseguido que el Gobierno desbloqueara cantidades económicas muy importantes para paliar la difícil situación generada por el encarecimiento de los costes de producción y la sequía”, dijo antes de añadir que también van a poder disfrutar de rebajas fiscales y ayudas financieras.
El secretario general de UPA valoró positivamente estas ayudas y solicitó que los pagos se realicen con premura, así como que el adelanto de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) a octubre, “para que los agricultores puedan comenzar la próxima campaña con liquidez ante la falta de ingresos que ha provocado una cosecha insignificante”.
El secretario provincial de UAGA Teruel también considera que las ayudas son “insuficientes”. “Toda ayuda será bien recibida, pero no va a conseguir paliar la situación”, aseveró.
También Cebollada agradeció las ayudas directas a los agricultores, pero insistió en que no conseguirán paliar la falta de liquidez dadas las “escasas coberturas” de los seguros agrarios y la continua caída de los precios de los cereales. “Nos volvemos a enfrentar a la siembra más cara, con la tonelada de abonos a 1.000 euros y la de nitratos a 700 y el gasoil a cerca de 2 euros, con una cosecha mínima y los precios del cereal bajando”, lamentó.
“En un año en el que apenas vamos a cosechar nada, la desesperación es absoluta. Se están riendo del campo y lo van a pagar caro porque estamos hablando de las cosas de comer”, argumentó.
Labrar en septiembre
Por otro lado, las organizaciones agrarias lamentaron que no esté permitido hasta el 1 de septiembre labrar con volteo aquellas parcelas agrícolas de secano que se han sembrado con cultivos herbáceos de invierno.
“Ahora que tenemos tempero, no podemos labrar”, comentaron Roche y Cebollada. “Cuando hay malas hierbas, es más sostenible arar que utilizar herbicidas. Por eso pedimos sentido común y que nos faciliten nuestra actividad, tanto desde el punto de vista económico como agronómico”, añadió el de UPA.
Esta limitación de los meses anteriores debe ser acatada para cumplir con la denominada condicionalidad contemplada en la PAC, y su infracción puede suponer la pérdida de parte o totalidad de la ayuda comunitaria, concretamente la penalización puede oscilar entre el 1 y el 3% de las ayudas.