Los agricultores dejan los tractores en casa y cortan la A-23 a la altura de Teruel en ambos sentidos

Un grupo de agricultores han dado este martes continuidad  a las movilizaciones iniciadas siete días antes con cortes intermitentes del tráfico en ambos sentidos en la autovía A-23 a la altura del kilómetro 116, donde se sitúa la salida Teruel Centro. Las movilizaciones del campo se sucederán este miércoles, cuando están previstas nuevas tractoradas en varias comarcas de la provincia.

Los agricultores se han congregado a primera hora de la mañana en Los Planos pero, en lugar de llegar con sus tractores lo hicieron en automóviles particulares. Desde allí se han trasladado a la rotonda de la carretera de Alcañiz y, tras aparcar los vehículos, han ido a pie hasta la Autovía Mudéjar para iniciar al mediodía cortes intermitentes del tráfico en ambos sentidos de entre 15 y 20 minutos de duración, que provocaron largas retenciones. Algunos de los conductores, sobre todo camioneros, hicieron sonar los cláxones para mostrar su solidaridad con los manifestantes.

Víctor Marco, agricultor de Valdecuenca, aseguró que han decidido continuar con las movilizaciones después de que el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, Ángel Samper, “no ofreciera ninguna media concreta” durante el encuentro mantenido el lunes en Zaragoza con las organizaciones agrarias.

Los agricultores han aprovechado la jornada para organizar las próximas acciones. Este miércoles tenían previsto volver a la capital turolense con sus tractores, que dejaran en casa el resto de la semana para no interferir con la celebración de Las Bodas de Isabel de Segura. Asimismo, anunciaron su intención de repetir los cortes en la autovía y en otros puntos de la red viaria turolense. La concentración de este martes, al igual que las anteriores, no contaba con el permiso para celebrarse de la Subdelegación del Gobierno en Teruel. En cualquier caso, la Guardia Civil se encargó de regular el tráfico para evitar incidentes.

Concentración

En la concentración de este martes se han dado cita agricultores de las comarcas agrarias de la Hoya de Teruel, Serranía de Albarracín y Cuenca del Jiloca, que este miércoles volverán a sacar los tractores a las carreteras y probablemente se concentrarán frente a alguna gran superficie comercial. Los del Bajo Aragón y la Serranía de Montalbán, que el lunes protagonizaron marchas lentas en Híjar y Azaila y cortes del tráfico en Muniesa, decidieron descansar para retomar hoy las protestas.

Marco dijo que mantienen las reivindicaciones por las que comenzaron las protestas y destacó entre las mismas la necesidad de contar con exenciones fiscales y reducción de impuestos. Asimismo, mostró su oposición a la implantación de la Agenda 2030.

Por otro lado, quiso transmitir un mensaje a la ciudadanía para justificar las movilizaciones: “Luchamos por nuestro medio de vida. Nos dedicamos a producir alimentos, pero hay tantas exigencias que no tienen pies ni cabeza y que no tienen que cumplir otros... Somos los mismos que durante la pandemia luchamos contra el covid-19 y que abrimos los caminos cuando nieva. Por eso, le pedimos a la gente que nos ayude”, argumentó.

En este sentido, Pedro Játiva destacó que son “pacíficos” y que “vale más la palabra que la fuerza”. En opinión de este agricultor de Santa Eulalia del Campo, los movimientos de las organizaciones profesionales agrarias para demandar ayudas frente a la crisis del sector “llegan tarde”. “Ellos reivindican unas cosas que nos parecen mínimas”, dijo, y puso como ejemplo su demanda de eliminar los cuadernos de campo digitales. “Los sindicatos son los que nos los hacen y actúan como una empresa”, sentenció.

También al margen de las organizaciones agrarias, un centenar de agricultores procedentes en su mayoría de la Comarca Comunidad de Calatayud y ataviados con chalecos amarillos realizaron cortes intermitentes desde las ocho de la mañana a la entrada de la Feria de Zaragoza, donde se inauguró la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA), para criticar que la Agenda 2030 “es una ruina”.

Los participantes indicaron que tienen la pretensión de quedarse expresando las reivindicaciones de la agricultura y la ganadería “hasta que haga falta”.