Los afectados anuncian que tomarán acciones legales contra el Ayuntamiento de Teruel
Los participantes en la concentración increpan a la alcaldesa y al concejal de UrbanismoLos afectados por el derrumbe del edificio del número 21 de la calle San Francisco se plantean tomar acciones legales contra el Ayuntamiento de Teruel, al que consideran “responsable” del hecho por no haber atendido los requerimientos realizados a través del área de Urbanismo para valorar el estado del inmueble y subsanar un posible embozamiento de la red de saneamiento, que consideran la causa de las filtraciones que sufren los garajes de la finca y de otras vecinas.
Los residentes del edificio derrumbado anunciaron que tomarán esta medida durante la concentración realizada este martes a las 20:00 horas frente al Ayuntamiento de Teruel, en la que participaron unas 350 personas, que increparon a la alcaldesa, Emma Buj, y al concejal de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado, a los que pidieron su dimisión.
Una de las propietarias, Leonor Franco, propuso la creación de una plataforma de afectados “porque pensamos que el Ayuntamiento tiene bastante responsabilidad en lo ocurrido por muchos datos que tenemos”.
En concreto, Franco sostuvo que la causa del derrumbe no había sido “una inundación normal y corriente como cuando se produce una lluvia torrencial” y explicó que el agua no entraba por la puerta del garaje, sino por un lienzo de la muralla “y olía a aguas fecales”.
Apuntó que los garajes nunca antes se habían inundado y que creían que podía deberse a algún tipo de avería o rotura. “Evidentemente, creemos que ahí hay una responsabilidad del ayuntamiento o de la empresa que gestiona el mantenimiento de las aguas”, insistió.
El presidente de la comunidad de propietarios de los garajes, Javier Carbó, corroboró que tomarán todas las acciones legales que puedan. Explicó que llevaban más de 10 días con filtraciones importantes de aguas residuales y que desde el Ayuntamiento les dijeron que era responsabilidad de la empresa gestora de la red, Aguas de Teruel.
Carbó dijo que, acompañado de otra vecina, consiguió hablar el pasado viernes con el concejal de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado, al que pidió la creación de una mesa para que los afectados pudieran conversar con los técnicos y arquitectos municipales.
Dijo que esta petición no fue atendida, pero que técnicos de Aguas de Teruel habían estado durante los últimos días revisando las arquetas e incluso entraron al garaje del número 21 para ver por dónde salía el agua.
“El Ayuntamiento no entró a analizar la realidad del problema y no tomó medidas acordes a la situación porque no era humedad de una pared por las lluvias sino una filtración por algún atranque. Las tuberías no hacían la función de drenaje. Se podía haber hecho un informe de la situación del edificio, lo que hubiera permitido desalojarlo con tiempo suficiente”, afirmó.
Los moradores del inmueble no habían detectado una excesiva degradación del edificio, aunque sí un agravamiento de las filtraciones tras las últimas lluvias, tanto en esta finca como en otras de la calle San Francisco.
“Nos hemos quedado sin nada. En estos momentos voy con lo puesto para ir al trabajo”, dijo Sebastián Pellón, quien confirmó que entre los vecinos ya habían hablado de emprender acciones legales. Su madre, Teresa Pellón, añadió que sintió como cedía el suelo del piso, situado justo encima de la cochera.
“Me he ido a trabajar y me he llevado lo puesto y nos hemos dejado todo allí, todos nuestros recuerdos, toda nuestra vida”, comentó Amparo Gargallo.
Otro de los afectados, Rubén Pérez, aseguró que “la lucha va a ser larga”. En su opinión, las filtraciones que sufren los edificios de la calle San Francisco están causadas “por algún taponamiento en los desagües” de la red municipal de saneamiento.
La alcaldesa, Emma Buj, y el concejal de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado, fueron increpados duramente por los participantes en la concentración cuando bajaron a la plaza tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi).
Los afectados recibieron a ambos con silbidos y abucheos y les hicieron saber su indignación por lo ocurrido. Además de llamarles “sinvergüenzas”, algunos llegaron a pedir su dimisión.
Los momentos de tensión se prolongaron mientras porque los vecinos pedía a los responsables municipales “una solución”. Así se lo hizo José María Luz, una persona mayor y diabética que, tras perder la vivienda que ocupaba como inquilino desde hace 15 años, lamentaba junto a su familia tener que cenar un bocadillo y dormir en el albergue de San Nicolás.
La alcaldesa les invitó a seguir con las conversaciones dentro del ayuntamiento y los vecinos le pidieron hacerlo en presencia de los medios de comunicación. Finalmente, cuando se calmaron un poco los ánimos, Emma Buj les emplazó a una reunión que probablemente tendrá lugar este miércoles por la tarde.