Los abogados de Teruel muestran su repulsa por el asesinato de Rebeca Santamalia

Los abogados turolenses mostraron este lunes su repulsa por el asesinato de la letrada zaragozana Rebeca Santamalia, ocurrido la semana pasada, concentrándose a las puertas del Palacio de Justicia de Teruel a mediodía. Alrededor de medio centenar de letrados acudieron a la convocatoria que había hecho el mismo día que se conoció el crimen el Colegio de Abogados de Teruel.

El decano de los abogados turolenses, Alfonso Casas, explicó que el objetivo de la concentración era apoyar a los compañeros de Zaragoza y transmitirles, al igual que a la familia de la víctima, su pesar “por este hecho tan triste y dramático”.

Rebeca Santamalia fue asesinada el jueves de la semana pasada por José Javier Salvador, el hombre que mató a su mujer Patricia Maurel en 2003 en La Puebla de Híjar, y a quien representó la letrada en el juicio que se celebró en 2005 en la Audiencia Provincial de Teruel. Ambos mantenían actualmente una relación sentimental, según confirmó el viernes la delegada del Gobierno en Aragón a partir de la información aportada por la familia de la víctima, lo que convierte el asesinato en un nuevo caso de violencia machista.

La abogada fallecida colaboró el año pasado con el Colegio de Abogados de Teruel mediante un curso de formación para la puesta en marcha en la provincia de un servicio de orientación penitenciaria, que todavía no está en marcha pero en el que se está trabajando. Santamalia fue la coordinadora del Servicio de Orientación Penitenciaria del Colegio de Abogados Zaragoza desde 2010 hasta 2012, además de ser vocal de la Subcomisión de Derecho Penitenciario del Consejo General de la Abogacía Española.

El decano de los abogados turolenses comentó durante la concentración que el crimen también ponía de manifiesto los “riesgos” a los que está expuesta esta profesión, así como sucede con otros servidores públicos.

Casas pidió respeto hacia el trabajo de los profesionales y aseguró que aunque el Estado dispone de medidas coactivas, la base para garantizar el respeto a esta y otras profesiones debe estar en la educación y en la responsabilidad de los ciudadanos.

Entre los asistentes a la concentración estaba el abogado Carlos Muñoz, quien en 2005 representó legalmente a la familia de Patricia Maurel, a la que asesinó Salvador en 2003. El letrado confesó que estaba todavía “bastante sobrecogido” con el nuevo crimen porque habían “vuelto a revivir” lo ocurrido entonces, al igual que la familia. Opinó a este respecto que figuras como la prisión permanente revisable son hoy día la única posibilidad de que no salgan de la cárcel personas que puedan volver a cometer un crimen como en este caso.