Las cinco participantes del Reto Pelayo Vida (Laura es la segunda por la derecha) en la base de Chaltén desde donde iniciarán este sábado la expedición
Laura Villa afronta con muchas ganas el inicio de su expedición en la Patagonia
La turolense participa con otras cuatro mujeres en el Reto Pelayo Vida
Llena de energía y con muchas ganas, así afrontaba la turolense Laura Villa los horas previas a iniciar su expedición en los Andes patagónicos, en la frontera entre Argentina y Chile. La maestra de 29 años natural de Cella participa en la edición de este año del Reto Pelayo Vida en la que cinco mujeres que han superado un cáncer recorrerán un circuito de 70 kilómetros en la tercera extensión helada más grande del mundo tras la Antártida y Groenlandia para lanzar un mensaje de esperanza a los pacientes oncológicos y sensibilizar a la sociedad y las instituciones sobre la importancia de la prevención y la investigación.
El viaje arrancó el pasado lunes, aunque no será hasta este sábado cuando se realice la primera etapa de la expedición, el ascenso hasta el Refugio del Fraile, puesto que el mal tiempo obligó a aplazar la salida que se había previsto en un primer momento para ayer.
Laura Villa mantuvo una conversación telefónica con este periódico el jueves por la tarde desde la base de Chaltén (Argentina) en la que explicaba los últimos preparativos antes de iniciar la primera etapa. “Ahora que ya estamos aquí tenemos muchísimas ganas de comenzar”, aseguró.
La turolense recordó que desde el lunes habían estado viajando primero a Madrid y de ahí con dos vuelos hasta Argentina, desde Calafate, ciudad cerca del borde del Campo de Hielo Patagónico Sur en la provincia argentina de Santa Cruz se trasladaron por carretera a la base de Chaltén.
El jueves aprovecharon la jornada para hacer una pequeña ruta a unas cascadas y atender a la prensa y ultimaron todo el equipo para la expedición.
“Tenemos que llevar el mínimo material personal porque también tenemos que llevar el equipo de montaña, además dan lluvia y hay que meter las cosas en bolsas para que no se moje y reestructurar todo en las mochilas para que vayan equilibradas”, explicó la aventurera turolense.
El viento será otro elemento a tener en cuenta ya que han llegado a tener rachas de 110 kilómetros por hora.
Otra cuestión fundamental es la preparación de la medicación de las cinco alpinistas que van acompañadas por un paramédico que se ocupará del botiquín.
Las cinco expedicionarias de Patagonia’2023 son Anna Blanco (Valencia), Yolanda Cerezo (Madrid), Kica Echanove (Toledo), Sonia Saiz (Santander) y Laura Villa (Teruel) que han sido seleccionadas entre 463 solicitudes recibidas desde nueve países. Desde su llegada a Argentina ya no tienen sus móviles para concentrarse al cien por cien en este reto deportivo y de vida, a través del que quieren apoyar a otras personas que estén pasando por un cáncer. Este desafío lo van a llevar a cabo bajo la dirección técnica de la alpinista y campeona nacional Rocío Monteoliva.
Las cinco aventureras recorrerán durante diez días de duro trekking invernal un circuito de 70 kilómetros que circunvala el Cerro Fitz Roy (3.405 metros) y el Cerro Torre (3.133 metros), para después atacar la cumbre del Cerro Gorra Blanca (2.920 metros), conquistado por vez primera en 1984 por su dificultad. Será la primera expedición en la placa de hielo continental llevada a cabo por un equipo formado única y exclusivamente por mujeres supervivientes de cáncer.
La primera etapa, que se prevé se realice este sábado, será el ascenso al llamado refugio de Piedra del Fraile, situado a 6 kilómetros de la base de Chaltén.
Si se cumplen las previsiones el domingo llegarán al Glaciar Marconi, con magníficas vistas del cordón montañoso del Fitz Roy y la aguja Pollone en una dura marcha de casi 10 kilómetros en ascenso. Al día siguiente la columna atravesará el Paso Marconi hasta alcanzar el refugio de Gorra Blanca.
A medida que asciendan se encontrarán avanzando a lo largo de la línea fronteriza entre Argentina y Chile. Hacia el oeste comenzarán a aparecer diferentes grupos de montañas esparcidas en la enorme masa del campo de hielo sur y grandes laberintos de grietas en las zonas de cambios de pendiente. El Circo de los Altares será una importante escala de la expedición para cambiar de rumbo hacia el norte y llegar nuevamente y antes de la noche al refugio de Gorra Blanca.
Ese día será el más importante de la expedición, ya que esa jornada será la del ataque a la cumbre del Gorra Blanca, final del Reto Pelayo Vida 2023. Desde el refugio ascenderán 1.300 metros hacia la cima caminando con raquetas al inicio y cambiando por crampones a medida que la pendiente se hace más pronunciada y la nieve da paso al duro hielo. Las cinco montañeras podrán desplegar la bandera del Reto en la cumbre patagónica.
Laura Villa lleva también en su mochila la bandera de Aragón que le entregó el presidente autonómico, Jorge Azcón.
Esta es la novena edición del Reto Pelayo Vida y Laura Villa, la segunda turolense que forma parte del mismo, tras la hazaña de Nuria Gómez que dio la vuelta a España en velero en el año 2020.
El viaje arrancó el pasado lunes, aunque no será hasta este sábado cuando se realice la primera etapa de la expedición, el ascenso hasta el Refugio del Fraile, puesto que el mal tiempo obligó a aplazar la salida que se había previsto en un primer momento para ayer.
Laura Villa mantuvo una conversación telefónica con este periódico el jueves por la tarde desde la base de Chaltén (Argentina) en la que explicaba los últimos preparativos antes de iniciar la primera etapa. “Ahora que ya estamos aquí tenemos muchísimas ganas de comenzar”, aseguró.
La turolense recordó que desde el lunes habían estado viajando primero a Madrid y de ahí con dos vuelos hasta Argentina, desde Calafate, ciudad cerca del borde del Campo de Hielo Patagónico Sur en la provincia argentina de Santa Cruz se trasladaron por carretera a la base de Chaltén.
El jueves aprovecharon la jornada para hacer una pequeña ruta a unas cascadas y atender a la prensa y ultimaron todo el equipo para la expedición.
“Tenemos que llevar el mínimo material personal porque también tenemos que llevar el equipo de montaña, además dan lluvia y hay que meter las cosas en bolsas para que no se moje y reestructurar todo en las mochilas para que vayan equilibradas”, explicó la aventurera turolense.
El viento será otro elemento a tener en cuenta ya que han llegado a tener rachas de 110 kilómetros por hora.
Otra cuestión fundamental es la preparación de la medicación de las cinco alpinistas que van acompañadas por un paramédico que se ocupará del botiquín.
Las cinco expedicionarias de Patagonia’2023 son Anna Blanco (Valencia), Yolanda Cerezo (Madrid), Kica Echanove (Toledo), Sonia Saiz (Santander) y Laura Villa (Teruel) que han sido seleccionadas entre 463 solicitudes recibidas desde nueve países. Desde su llegada a Argentina ya no tienen sus móviles para concentrarse al cien por cien en este reto deportivo y de vida, a través del que quieren apoyar a otras personas que estén pasando por un cáncer. Este desafío lo van a llevar a cabo bajo la dirección técnica de la alpinista y campeona nacional Rocío Monteoliva.
Las cinco aventureras recorrerán durante diez días de duro trekking invernal un circuito de 70 kilómetros que circunvala el Cerro Fitz Roy (3.405 metros) y el Cerro Torre (3.133 metros), para después atacar la cumbre del Cerro Gorra Blanca (2.920 metros), conquistado por vez primera en 1984 por su dificultad. Será la primera expedición en la placa de hielo continental llevada a cabo por un equipo formado única y exclusivamente por mujeres supervivientes de cáncer.
La primera etapa, que se prevé se realice este sábado, será el ascenso al llamado refugio de Piedra del Fraile, situado a 6 kilómetros de la base de Chaltén.
Si se cumplen las previsiones el domingo llegarán al Glaciar Marconi, con magníficas vistas del cordón montañoso del Fitz Roy y la aguja Pollone en una dura marcha de casi 10 kilómetros en ascenso. Al día siguiente la columna atravesará el Paso Marconi hasta alcanzar el refugio de Gorra Blanca.
A medida que asciendan se encontrarán avanzando a lo largo de la línea fronteriza entre Argentina y Chile. Hacia el oeste comenzarán a aparecer diferentes grupos de montañas esparcidas en la enorme masa del campo de hielo sur y grandes laberintos de grietas en las zonas de cambios de pendiente. El Circo de los Altares será una importante escala de la expedición para cambiar de rumbo hacia el norte y llegar nuevamente y antes de la noche al refugio de Gorra Blanca.
Ese día será el más importante de la expedición, ya que esa jornada será la del ataque a la cumbre del Gorra Blanca, final del Reto Pelayo Vida 2023. Desde el refugio ascenderán 1.300 metros hacia la cima caminando con raquetas al inicio y cambiando por crampones a medida que la pendiente se hace más pronunciada y la nieve da paso al duro hielo. Las cinco montañeras podrán desplegar la bandera del Reto en la cumbre patagónica.
Laura Villa lleva también en su mochila la bandera de Aragón que le entregó el presidente autonómico, Jorge Azcón.
Esta es la novena edición del Reto Pelayo Vida y Laura Villa, la segunda turolense que forma parte del mismo, tras la hazaña de Nuria Gómez que dio la vuelta a España en velero en el año 2020.
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