Las procesiones del Resucitado cierran la Semana Santa de Teruel en un día de Pascua soleado
El buen tiempo regresa al final del calendario semanasantistaCon las procesiones del Resucitado, las celebraciones de la Semana Santa turolense llegan a su punto final, tras varios días de desfiles procesionales y otros actos litúrgicos.L as procesiones y las rompidas de la hora han sido masivamente seguidas por multitud de cofrades y curisosos. Además de la famosa Ruta del Tambor y el Bombo, que como es habitual congrega la mayor ocupación hotelera y presencia de turistas y devotos, en Teruel ciudad también se han seguido con interés las procesiones del Jueves y Viernes Santo, así como la Virgen de la Soledad, ya el sábado, en una jornada marcada por el viento.
El tiempo dominical, no obstante, ha cambiado a mejor para dar mayor realce a todos los actos del domingo de Pascua.
Por otra parte, el Drama de la Cruz de Alcorisa congregó a más de 6.500 personas. El sermón de la montaña fue una de las escenas que más actores congregó y dio paso a un estruendo de tambores que anunció la llegada de los romanos. Tras el lavado de pies, la última cena con los apóstoles, y la oración en el huerto de los olivos, Judas traicionó a Jesús y este fue condenado a muerte y azotado. Una escena que el actor Pedro Félez, que encarnaba la figura de Cristo, resolvió con gran realismo.
Los tambores y bombos de la Ruta dejaron ayer de llorar por la muerte de Cristo ante la esperanza de la Resurrección. En Alcañiz la transición hacia “la nueva era de los hombres” fue representada mediante el Sellado del Sepulcro, una solemne y colorida ceremonia en la que participaron cerca de 2.000 personas entre tamborileros, portadores de pasos, baturros, oferentes y figuras bíblicas.
En Teruel capital, de la Soledad es la única procesión del Sábado Santo y todos los años atrae a numeroso público, sobre todo en la plaza del Torico, por la singularidad con que es llevada por los peaneros y la forma como hacen bailar el paso cuando llega a esa parte del recorrido. Devoción, tradición y espectacularidad volvieron a fundirse en la procesión de la Virgen por las calles del Centro Histórico.