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Las primeras denuncias contra la trama de sextorsión se presentaron en Sarrión, Valderrobres y Alcañiz Las primeras denuncias contra la trama de sextorsión se presentaron en Sarrión, Valderrobres y Alcañiz
Palacio de Justicia, sede de los juzgados de Teruel

Las primeras denuncias contra la trama de sextorsión se presentaron en Sarrión, Valderrobres y Alcañiz

La investigación llevó a identificar hechos similares en otras provincias
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Las primeras denuncias en la provincia por extorsiones a través de contactos sexuales en páginas webs se produjeron en Sarrión, Valderrobres y Alcañiz, al menos en la denominada operación Lubido-Hezurra, ya que no es el único caso de sextorsiones que han investigado los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en el conjunto del país.

En esta operación, que llevó a desarticular una organización criminal que extorsionaba por varias provincias españolas, la primera denuncia que fue investigada se presentó el 23 de abril del año pasado en el puesto de la Guardia Civil de Sarrión. El denunciante explicó a los agentes que había contactado con una prostituta a través de una web y que poco después había recibido un whatsapp advirtiéndole que era “el jefe de las chicas”, que le llamase ya o iba a ir su “casa a solucionarlo en persona”. Después recibió otra llamada indicándole que le debía 850 euros, que le había ocasionado “muchas pérdidas de dinero” y que le consiguiese 500 euros, puesto que el resto se lo perdona. En caso contrario le amenazó diciéndole que habría “consecuencias” y su familia “se enteraría”.

La siguiente denuncia por hechos similares se produjo en el puesto de la Guardia Civil de Valderrobres, donde un hombre  puso en conocimiento que el 21 de mayo había pinchado “sin querer” en su móvil en una página de citas, y que había iniciado una conversación con una chica que llegó a la conclusión de que era una prostituta. Dos días después recibió un mensaje de un hombre indicándole que había concertado una cita con una prostituta y que no se había presentado, exigiéndole que realizara un ingreso como compensación o “irían a por él, a por su mujer y a por su hijo”. Ingresó 350 y 380 euros y después volvió a recibir un mensaje amenazante.

El tercer caso se denunció en el mismo puesto. La víctima, a través de una web, también había concertado una cita con una prostituta pero no acudió y recibió una llamada amenazante exigiéndole el pago de 1.350 euros, que ingresó aunque acto seguido lo anuló.

En junio y julio se produjeron otras denuncias por hechos similares en los puestos de la Guardia Civil de Alcañiz, Valderrobres y Andorra, en todos los casos bajo amenazas de acudir a sus domicilios si no ingresaban las cantidades que se les exigían. En todos ellos con la amenaza de haber concertado una cita y no haber acudido.

A estos casos se sumaron otros detectados en otras provincias coincidiendo el modus operandi, los investigados, los teléfonos implicados y las cuentas bancarias utilizadas.

Prueba pendiente

El auto por el que se levanta parcialmente el secreto de las actuaciones en el caso de las extorsiones a través de páginas webs de citas sexuales, argumenta que no es posible todavía levantarlo en su totalidad debido a que se siguen practicando diligencias de investigación a las que podría afectar y queda pendiente todavía la práctica de una prueba relevante. 

En este sentido, la resolución del juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel precisa que se puede levantar solo una parte de las diligencias, “entendiendo que para su alzamiento definitivo todavía queda pendiente de practicar determinada prueba que resulta relevante para la instrucción de la misma”

El auto, de solo dos folios, dispone levantar parcialmente el secreto de las actuaciones, en concreto los dos primeros tomos que contienen la pieza de medidas de investigación tecnológico, al considerar no oportuno hacerlo con el resto. Además, incide en “la inexistente colaboración de la práctica totalidad de investigados”.

Argumenta en este sentido que “dado que continúan practicándose diligencias de investigación cuyo conocimiento por las partes podría frustrar el éxito o conveniencia de las mismas; resulta evidente que no han sido superados los inconvenientes materiales y técnicos que impiden un levantamiento total, siendo preciso culminar el resto de la operación policial iniciada, por cuanto la magnitud de la causa, y la interrelación de gran parte de las actuaciones, algunas de las cuales han de continuar en secreto, hace imposible el permitir a las partes el acceso al proceso de otro modo”.

Añade a este respecto sobre la parte cuyo secreto se ha levantado, que “aunque las partes personadas tomaren conocimiento de lo actuado, no existiría riesgo o peligro de perturbar la averiguación o indagación de la autoría, participación y posterior culpabilidad de las personas investigadas”.