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Las paleontólogas de la Fundación Dinópolis avivan el interés por la ciencia entre el alumnado turolense Las paleontólogas de la Fundación Dinópolis avivan el interés por la ciencia entre el alumnado turolense
La paleontóloga Ana González muestra un diente original de Turiasaurus, que el alumnado toca emocionado

Las paleontólogas de la Fundación Dinópolis avivan el interés por la ciencia entre el alumnado turolense

Estudiantes del IES Vega del Turia descubren el valor de preservar el patrimonio como recurso
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Una veintena de escolares de 1º de la ESO del IES Vega del Turia descubrieron este marte la importancia de preservar el patrimonio paleontológico de la provincia, no solo por su valor científico sino también por el potencial que tiene como recurso para impulsar el desarrollo de la provincia. Lo hicieron de la mano de paleontólogas y restauradoras de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, que les mostraron en un taller participativo cuál es todo el proceso que se sigue desde que los fósiles son excavados en el campo hasta que se publican en revistas científicas y acaban expuestos en sitios como el Museo Paleontológico de Dinópolis.

La actividad desarrollada consistió en uno de los dos talleres organizados con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, cuya conmemoración es el próximo domingo, día 11 de febrero. Fue de contenido teórico y práctico, en el que primero las paleontólogas de la Fundación les explicaron cuál es el trabajo que se desarrolla en el laboratorio, y después los escolares se pusieron los guantes para realizar réplicas de fósiles.

La paleontóloga Ana González fue la encargada de conducir el taller en el laboratorio que tiene la Fundación junto a la rampa de acceso al Museo Paleontológico. Se valió para ello de materiales que se exhiben allí pertenecientes, entre otros, a tres de los dinosaurios descubiertos por la institución científica que son nuevos géneros y especies: Turiasaurus riodevensis, Europelta carbonensis y Proa valdearinnoensis.

“Si los fósiles no pasaran por el laboratorio, no podríamos trabajar con ellos”, comentó la paleontóloga, mientras los escolares descubrían el inmenso tamaño de la cadera fosilizada de Turiasaurus y cómo su hallazgo en Riodeva por parte de los paleontólogos de la Fundación Dinópolis, del que se cumplieron el año pasado dos décadas, ha dado lugar a uno de los clados (familias) de dinosaurios más grande que jamás ha existido, el de los turiasaurios, cuya presencia es mundial.

También pudieron conocer los fósiles articulados de la cola de   Europelta y de Proa, dos dinosaurios excavados en Ariño, a partir de los cuales González fue explicando a los estudiantes cómo se trabajan los fósiles una vez extraídos en el yacimiento. Conocieron de esta forma el proceso, desde cómo se protegen los huesos fosilizados con una momia, la carcasa rígida que se hace para manipularlos sin que se rompan, a las distintas técnicas empleadas para la consolidación, limpieza y preservación del fósil.

Por último, aprendieron cómo se hacen réplicas de estos fósiles y la utilidad que tienen, tanto para su estudio como para exposiciones y el intercambio de materiales con otros investigadores. Y fue en ese momento cuando pasaron a la acción, se pusieron guantes y con el asesoramiento de las paleontólogas y de una restauradora procedieron a hacer sus propias réplicas en escayola de fósiles originales.

Poder hacer réplicas

La mayoría comentó que era la parte más atractiva de la actividad, porque les permitía entender mejor el trabajo de los paleontólogos en el laboratorio, y acercarse más a esta ciencia.

Durante todo el taller, que se prolongó durante un par de horas, el espíritu de Mary Anning se adueñó del laboratorio, porque precisamente se desarrolló con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, y ella fue la primera paleontóloga reconocida de la historia hace ya más de dos siglos. A ella se deben algunos de los hallazgos paleontológicos más importantes de principios del siglo XIX, con algunos de los grandes reptiles marinos que han marcado la historia de esta ciencia como los ictiosaurios y los plesiosaurios.

Raquel Edo, profesora de Biología y Geología del IES Vega del Turia, destacó la importancia que este tipo de iniciativas tiene para los alumnos y alumnas, y más en este caso por el empoderamiento que supone. No en vano, es una ciencia en cuyos orígenes se sitúa una mujer, Mary Anning, cuya importancia es hoy día reconocida por toda la comunidad científica.

Edo destacó el “interés” de una actividad como la organizada por la Fundación Dinópolis, puesto que en clase dan los contenidos teóricos a los alumnos, pero visitar el laboratorio es la “forma de que vean el trabajo que hacen los paleontólogos, ya no solo en el campo, además de la posibilidad que tienen ellos también de hacer una réplica de un fósil como hacen los científicos”, dijo.

La profesora del IES Vega del Turia recordó que el año pasado ya les ofrecieron esa oportunidad, en aquella ocasión visitando un yacimiento de icnitas en El Castellar, cuando esta vez ha sido en el laboratorio para conocer la siguiente fase del trabajo que desarrollan.

Sobre que esta iniciativa estuviese enmarcada en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Edo valoró “la importancia de celebrar esta fecha y de enseñar al alumnado el papel de las científicas, para que ellas se vean reflejadas y que las alumnas que tenemos entiendan que estudiar ciencia es una salida profesional”. También valoró la importante labor que desarrolla la Fundación en la provincia. “Creo que somos muy afortunados de que estén aquí”, concluyó.

Entre las alumnas participantes había alguna con vocación científica, como el caso de Lisbeth, que a sus 11 años aseguró que tiene muy claro que quiere hacer el Bachillerato de Ciencias y ser veterinaria. “Me parece muy importante que se haga esto porque antes no se enseñaba que la mujer hace cosas importantes en la ciencia”, comentó.

Hiba, de 13 años, dijo que lo que más le había gustado era hacer las réplicas, y opinó que reconocer el papel de las mujeres en la ciencia era “importante”; al igual que Fátima, de 12 años, apuntó que había que reconocer el trabajo que han hecho y que hacen las mujeres. África, también de la misma edad, destacó el interés de aprender más sobre la historia de la vida, mientras que su compañero Ghassan dijo que le encantaban los fósiles desde niño por los dinosaurios.

Durante el taller muchos descubrieron que ámbar es mucho más que una marca de cerveza y que la paleontología es fascinante y apasionante.