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Las nuevas tecnologías permiten investigar sin salir del entorno de Teruel Las nuevas tecnologías permiten investigar sin salir del entorno de Teruel
Inma Plaza, Dalila Eslava, María Pilar Navarro y Beatriz Martín, con Raquel Ibáñez y Alba Medina en pantalla

Las nuevas tecnologías permiten investigar sin salir del entorno de Teruel

El Joven Consejo Científico del IET programa el ciclo ‘Teruel: presente y futuro’
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Bajo el paraguas del Instituto de Estudios Turolenses se ha creado el Joven Consejo Científico del IET, que pretende dinamizar y promover la investigación científica en diversos campos. En está línea, este grupo de jóvenes investigadores han programado una serie de mesas redondas con el fin de visibilizar la investigación y mostrar las posibilidades que hay en Teruel para la realización de nuevos proyectos de investigación.

La primera mesa redonda reunió a cuatro jóvenes investigadoras en torno a la pregunta ¿Es posible investigar en Teruel en Ciencias de la Salud?. Para ello, Dalila Eslava, doctora en Ciencias de la Salud y actual profesora de Psicología de la Universidad de Valencia; Alba Medina, enfermera por la Universidad de Zaragoza y que actualmente trabaja en el proyecto de investigación europeo 4D Picture sobre la toma de decisiones del paciente oncológico; María Pilar Navarro, médico Especialista en Neurología en el Hospital Obispo Polanco y miembro de la Sociedad Internacional de Cefaleas; y Raquel Ibáñez, doctora en Biología Molecular y actual investigadora en el grupo Inmunidad, cáncer y células madre, debatieron sobre las posibilidades que ofrece Teruel, qué proyectos se pueden desarrollar o cómo y con quién hay que contactar para alcanzar ayudas o financiación para poder dedicarse a este menester.

“A partir de formar parte del IET he podido ver que hay muchos investigadores en Teruel y provincia”, destacó la neuróloga María Pilar Navarro. Pero para poder investigar, sobre todo en determinadas áreas, es necesario tener antes unos estudios base asociados y que se puedan formar investigadores alrededor de esa especialidad, por eso “poner estudios de un tema en concreto, contribuye a que todo esté más cerca para poder investigar”, señaló Dalila Eslava. En ese sentido indicó que “Teruel tiene sus propias particularidades como son la despoblación, el mundo rural o el envejecimiento”, que son otros de los campos de investigación.

A pesar de la centralización que se produce en los grandes núcleos de población “no todo es negativo. Concentrándonos entre las personas que tenemos interés en investigar, algo interesante saldrá”, puntualizó Raquel Ibáñez.

La prueba de que sí se investiga en Teruel la confirmó Alba Medina, quien dijo: “He podido investigar en Teruel. He recibido financiación del IET”. Y abundó en que por “la dispersión geográfica en Teruel, es difícil llegar a todo, pero la tecnología (on line) puede hacer muchas cosas y hay oportunidades en el medio rural”, matizó la enfermera.

“Es muy importante que hagamos más formación en investigación entre los jóvenes turolenses, como en colegios o institutos”, finalizó Pilar Navarro.

El Joven Consejo Científico es un grupo de investigadores, todos ellos menores de 35 años, que pertenecen al Instituto de Estudios Turolenses, que es quien tutela los proyectos de investigación y que están desarrollando distintos trabajos.