Las motos suenan en Teruel a villancicos y los papanoeles corren disparados por las calles de la ciudad

Las motos sonaron este sábado en Teruel a villancicos y los papanoeles salieron disparados en dos de las actividades navideñas organizadas el día antes de Nochebuena con una respuesta de público espectacular. La plaza del Torico estaba llena, no solo para recibir a los moteros vestidos de Papá Noel en una iniciativa que ya es tradición, sino para disfrutar del espectáculo ofrecido por Marta Dance y de los hinchables que se instalaron por la tarde. Además, contó con el añadido de la solidaridad de los turolenses, puesto que que solo con la ruta motera solidaria se recaudaron 3.375 euros.

El ambiente navideño en el Centro Histórico era espectacular, y eso que la temperatura empezó a bajar al ponerse el sol y hacía frío, lo que no impidió que la gente acudiese a disfrutar del programa festivo organizado por el Ayuntamiento de Teruel con la colaboración de numerosos colectivos como los clubes moteros o Marta Dance Factory, que hicieron nuevamente las delicias del público.
 

El ambiente navideño comenzó a sentirse desde mediodía con la apertura del Belén Gigante, además de la actividad organizada en el Centro de Ocio en el Centro Histórico, mientras en La Fuenfresca se celebró la Carrera popular de Papá Noeles en su octava edición, y en la que se inscribieron en torno a 250 participantes.

Esta iniciativa de la Asociación de Comerciantes, Empresarios y Servicios (ACES) de Teruel implica tanto a niños y niñas como a la familia en general, y reunió frente a la Comandancia de la Guardia Civil, donde se había colocado la salida y llegada, a numerosos participantes que hicieron un recorrido de un kilómetro y medio donde lo menos importante era llegar el primero sino participar.

La gerente de ACEST, Nuria Ros, recordó que desde que se puso en marcha esta iniciativa para las Navidades solo se ha fallado dos veces por motivo de la pandemia, y que desde la asociación se pretende con la misma promocionar y dinamizar aquellas zonas de Teruel en las que más presencia tiene la asociación. Quienes participan tienen que inscribirse antes y en esta ocasión tuvieron que hacer un donativo simbólico de un euro para colaborar con los damnificación por el derrumbe del número 21 de la calle San Francisco.

En total se inscribieron 250 personas entre chavales y mayores, que a las doce en punto iniciaron una carrera en torno al cuartel de la Comandancia después de dar la salida los concejales de Deportes y de Hacienda del Ayuntamiento de Teruel, Jesús Artigot y Carmen Romero respectivamente.

Roberto, uno de los participantes, comentó que llevaba cinco años participando y que lo hacía con amigos y los hijos “para pasar un buen rato”. Igual se expresó Vanesa, que comentó que cada año buscan disfrarse de forma diferente. Acudió con su pareja y su hija, Martina, que dijo que lo que más le gustaba era correr. Algunas niñas, como Paula, de 4 años, llevan participando desde que nacieron, aunque en carrito de bebé, como indicó su abuela, Amparo.

Vestidos de Papá Noel

En esta carrera los participantes se visten de Papá Noel o al menos se colocan el gorro rojo, al igual que hacen quienes lo hacen en la ruta motera de papanoeles, que cada año destina su recaudación a un fin solidario. En esta ocasión fue para los damnificados de la calle San Francisco y se recaudaron 3.375 euros.

Esta actividad está organizada por todos los grupos moteros de Teruel, y Ángel Loras expresó su “satisfacción” por la buena respuesta después de que más de 300 moteros acudieran a la convocatoria, prácticamente todos vestidos de Papá Noel. El ruido de sus motos sonó a villancicos tras las actuaciones de Marta Dance Factory después de que llegaran a la plaza del Torico tras recorrer la ciudad desde Los Planos, de donde partieron. Llevan haciendo esta actividad desde hace más de seis años y la de ayer aseguraban que fue una de las más participativas.

Carlos Méndez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Teruel, destacó la buena recepción que había tenido la actividad y valoró el contenido solidario que persigue. Entre los participantes, Javier Rubio comentó que llevan en la sangre lo de ser moteros y quieren enseñar así su pasión, mientras que Francisco, que era la primera vez que participaba, dijo que había sido emocionante. Fernando, que ha asistido siempre, lo hizo en esta ocasión por primera vez con una Vespa clásica que ha adquirido. La experiencia la calificó de “cojonuda”.