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Las lluvias mejoran las perspectivas para la inminente siembra del cereal en la provincia de Teruel Las lluvias mejoran las perspectivas para la inminente siembra del cereal en la provincia de Teruel
Parcelas preparadas para la siembra del cereal de invierno en la Comarca del Jiloca. UPA

Las lluvias mejoran las perspectivas para la inminente siembra del cereal en la provincia de Teruel

Las precipitaciones permiten que la tierra esté en mejores condiciones que el año pasado
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Las precipitaciones registradas en la provincia de Teruel desde la pasada primavera, así como las tormentas estivales, han permitido que los agricultores hayan podido preparar las tierras de la mejor manera para la siembra del cereal de invierno, que comenzará en unos días y se prolongará hasta diciembre, según los cultivos y las comarcas. La situación con la que el sector afronta esta campaña difiere mucho de la vivida hace justo un año. Entonces, el campo turolense se encontraba en una situación crítica por la falta de lluvias y algunos preparaban la siembra en seco con la duda de si nacería.

Las tormentas han dejado cantidades desiguales de precipitación y, mientras que en algunos lugares han llegado a destrozar caminos en otros se siguen secando las fuentes. De hecho, el déficit hídrico ha impedido a algunos labrar para preparar la siembra, que en las zonas más altas de la provincia dará comienzo en los próximos días y, en la gran mayoría, para el Pilar. 

Pero en general, la situación es mucho mejor que la del año pasado y se han preparado muchas más tierras que el año pasado. “Por lo general, estamos contentos. Ha habido un cambio de tendencia desde mayo a esta parte”, aseguró el secretario provincial de Uaga Teruel, Roberto Sanz. 

“Después de unos años desastrosos, la gente pudo empezar a preparar las tieras desde julio. Esperamos que la siembra pueda realizarse con normalidad e incluso en algunas zonas hay un exceso de agua para poder empezar”, explicó el secretario general de UPA Teruel, José Manuel Roche.

Tras cuatro años de una sequía severa, las lluvias de primavera permitieron que la última cosecha fuera “normal”. Posteriormente, permitieron que se pudieran realizar los trabajos de campo para preparar la siembra, como pasar el arado y el cultivador. “Aunque si llueve antes de sembrar es mejor, serán de nuevo las lluvias de primavera las que marquen la próxima campaña”, precisó el presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada. “No obstante el agua, siempre que no sea en cantidades excesivas, siempre es beneficiosa para el campo”, argumentó.

El exceso de precipitaciones ha provocado algunas afecciones en las plantaciones de girasol y maíz, así como una merma en la recolección del Melocotón de Calanda por las tormentas caídas desde julio, que han provocado una caída de la producción que UPA cifra entre un 20 y un 30%. Sin embaro, esta merma se ha visto compensada por el buen comportamiento de los precios de la fruta, explicaron desde la organización agraria. Por el contrario, algunos de los sectores más beneficiados por el agua han sido las carrascas truferas y la ganadería extensiva. “Las previsiones para los ganaderos son buenas porque los pastos están en buen estado y eso abarata los costes de producción”, explicó .

Cebollada hizo referencia también a los precios del cereal, que se han estancado después de la subida registrada a comienzos de mes. “Necesitamos que no baje. El precio del abono está en 100 euros la tonelada y eso debe reflejarse en el precio del cereal, así como la subida del combustible, sin tener en cuenta todavía la probable subida de los impuestos al diesel”, dijo. En su opinión, el precio tendría que estar por encima de los 200 euros la tonelada frente a los 170 actuales para ser un cultivo sostenible. “El margen es muy pequeño y quizá sea necesaria una ayuda asociada en la PAC para las zonas con bajo rendimiento”, precisó. “De otra manera, el cultivo tiene años contados en zonas como Teruel, donde los cambios a otros cultivos están limitados por las temperaturas”, añadió.

Sobre este asunto, Roche dijo que en Teruel gran parte del cereal se comercializa a lo largo de todo el año a través de las cooperativas, por lo que una tendencia al alza podría ser muy positiva. No obstante, precisó que las cosechas siguen liquidándose a los mismos precios que en los años 90 y que es imprescindible que comiencen a despuntar. “Es necesario que el precio suba para paliar las pérdidas producidas por los incrementos en los costes de producción”, aseveró.

Por lo que respecta a una posible subida de los impuestos al gasóleo, desde UPA confían en que no afecte a sectores profesionales como el transporte y la agricultura. “Habrá que buscar alguna excepcionalidad y que no se apliquen esos impuestos tan brutales porque de otra manera se paralizarían dos sectores tan importantes. No queremos alarmar a los agricultores porque además no tendría sentido dado que no existe maquinaria que pueda suplir a la que están utilizando actualmente”, argumentó José Manuel Roche.