La vegetación se empieza a adueñar del ramal del tren de Platea, que cumple una década y nunca se ha usado
Árboles de varios metros de altura han crecido en la trinchera del trenEl ramal ferroviario que enlaza la línea de tren Zaragoza-Teruel-Sagunto con Platea lleva casi una década sin uso y el paso del tiempo está empezando a pasar factura a esta infraestructura. La vegetación, en algunos casos con árboles de varios metros de altura, ha empezado a crecer en la trinchera del tren, y en algunos tramos se ven plantas que nacen ya entre el balasto de la plataforma de la vía.
Cuando al ramal se le dé un uso, tal como está previsto, habrá que intervenir para revisar la infraestructura, que en general presente un buen aspecto en lo que es la plataforma ferroviaria, pero la trinchera está invadida por la vegetación, y las escorrentías por las lluvias han provocado alguna erosión en las paredes de la misma.
Al margen de la vía, también se ve algún desperfecto en las canaletas de la zona destinada a terminal, una gran superficie hormigonado que está siendo utilizada por la gente para derrapar con vehículos, como se puede apreciar por las marcas dejadas por los neumáticos al quemar rueda en los giros.
Las obras de este ramal, un proyecto impulsado conjuntamente por la DGA y el Estado finalizaron ahora hace justo nueve años, en julio de 2011, cuando la sociedad española estaba sumida en la crisis económica de 2008 y el ramal se quedó ahí olvidado a la espera de mejores tiempos. El hecho de que el proyecto del corredor Cantábrico-Mediterráneo quedara aparcado dejó en el olvido este ramal, aunque su uso ha sido una reivindicación permanente.
Fue a finales de la pasada legislatura cuando desde Aragón Plataforma Logística, a la que pertenece Platea, se recuperó la iniciativa con el compromiso de poder dotar a la plataforma logística turolense de una terminal ferroviaria en condiciones.
En la construcción del ramal, de 11 kilómetros y con una inversión de 16 millones de euros, se contemplaron dos terminaciones, una en Platea y otra en el Aeropuerto, a la que tampoco se le ha dado uso. El problema es que se construyó el ramal, pero después no se continuó con la infraestructura necesaria para que pudieran cargarse y descargarse vagones, ya que lo único que hay es vía con un tope.
Cuando se construyó se hizo para trenes de 450 metros de largo, mientras que ahora la línea convencional se está acondicionando para que puedan circular convoyes de 750 metros, que serán los que también circulen en el futuro por el corredor ferroviario de doble vía electrificada para tráfico mixto de mercancías y viajeros.
La plataforma de hormigón construida tiene una longitud de 450 metros, insuficiente para las previsiones de los mercancías que van a circular, aunque habría posibilidad de ampliarla porque hay terreno. El tope de vía se encuentra entre las plantas de Rochling y Ronal, pero no está urbanizado ni tiene acceso.
Aragón Plataforma Logística está trabajando para ver cómo se puede dar uso a ese ramal y qué infraestructura complementaria será necesario hacer para poner en funcionamiento la terminal. Las industrias que hay en Platea y Plaza mueven al año 1,5 millones de toneladas por carretera.