

Rosa Bolea: “La Universidad pública debe ser un motor de cambio y progreso social, espacio de innovación y reflexión”
La vicerrectora de Política Científica se presenta a rectora de la Universidad de Zaragoza y si gana las elecciones será la primera mujer en regir esta institución académicaRosa Bolea actualmente es vicerrectora en funciones de Política Científica en la Universidad de Zaragoza, con un conocimiento serio e importante de la institución, pues ha vivido de cerca las dificultades a las que se enfrentan tanto el profesorado y personal investigador como el administrativo, así como los estudiantes que a menudo luchan por poder acceder a los recursos adecuados para desarrollar su carrera. “Esta experiencia me ha enseñado que no podemos ser un motor de cambio si no comprendemos las verdaderas necesidades de cada uno de estos sectores. Además, he aprendido que, para construir una Universidad fuerte, debemos mantener un equilibrio entre la tradición académica y la innovación constante, sin perder de vista la perspectiva humana que debe impregnar todas nuestras decisiones”, argumenta. Se presenta a rectora de la Universidad de Zaragoza, y si lo consigue será la primera mujer en regir la institución en sus 550 años de historia.
-¿Cuáles han sido sus lecciones aprendidas para poder dar lo mejor de sí misma en esta nueva etapa a la que se postula y le postulan?
-En estos años como vicerrectora he tenido la oportunidad de vivir de cerca la evolución de nuestra comunidad universitaria y he observado que cada persona tiene algo valioso que aportar. La verdadera fuerza de una institución radica en la capacidad de trabajo colectivo, en la capacidad de fortalecer las relaciones entre el profesorado, el personal investigador, el personal administrativo y los estudiantes. He aprendido también que el liderazgo pasa por cuidar a las personas, crear espacios donde las ideas puedan prosperar y los retos puedan afrontarse con solidaridad y compromiso. Para dar lo mejor de mí misma en esta nueva etapa, aplicaré estas lecciones, impulsando un ambiente colaborativo, abierto e inclusivo, dando respuesta a las necesidades reales que nos demanda la sociedad.
-Lo suyo es romper techos de cristal al servicio de una cultura de derechos y de oportunidades. ¿Cómo se ha significado el ser mujer en su trayectoria?
-Lo cierto es que cuento con una dilatada trayectoria en gestión, he pasado por todo tipo de cargos: vicedecana de relaciones internacionales, movilidad y estudiantes, de estudios de posgrado, coordinadora de una titulación y presidenta de la comisión de garantía de la calidad; en estos últimos años, vicerrectora, a lo que además se suma que soy mujer, lo cual es para mí un aliciente en el sentido de que me convertiría en la primera mujer rectora de la Universidad de Zaragoza, tras 550 años de historia, lo que significaría romper el techo de cristal en este cargo y tratar de abrir el camino a otras mujeres que vendrán después. A esto debo añadir que siempre he tratado de ser una defensora incansable de una cultura universitaria inclusiva, que valore la diversidad y promueva la igualdad de oportunidades para todas las personas. Me decanto por un modelo de liderazgo inclusivo que favorezca el talento sin importar variables como el género o la procedencia.
-Inclusión, innovación y conexión, son verbos urgentes y necesarios que incorpora en su programa, manifestando toda una actitud.
-La inclusión debe ser un principio transversal que guíe todas nuestras decisiones: desde la captación de estudiantes, hasta la creación de programas de investigación. Debemos garantizar que todos los miembros de nuestra comunidad universitaria, independientemente de su origen, género, orientación o situación económica tengan las mismas oportunidades para desarrollarse y contribuir a la sociedad. La innovación también es un componente clave, la Universidad debe ser un espacio que fomente la creatividad y la experimentación. En un mundo que cambia tan rápidamente, debemos estar a la vanguardia, nuestra Universidad debe ser un laboratorio de ideas y proyectos, donde los estudiantes y los investigadores puedan explorar nuevas soluciones a los problemas más complejos de nuestra sociedad. La Universidad no puede ser una institución aislada del mundo y vivir en su burbuja, debe ser un referente de colaboración con las empresas, el gobierno, tanto autonómico como nacional, y la sociedad en general. Las alianzas entre instituciones, la colaboración internacional y el trabajo conjunto son esenciales para avanzar hacia una Universidad más moderna y accesible.
-¿Una experiencia de la que usted esté orgullosa a estas alturas del camino?
-Hay una experiencia que siempre recordaré con mucho orgullo, en quinto de carrera, cuando en mi época no existía experiencia de ir a estudiar a otros países, me fui de Erasmus a Utrecht en Holanda, fue un buen comienzo en una trayectoria que prosiguió con otras estancias, hasta convertirme en coordinadora Erasmus de los estudiantes europeos de Veterinaria. Fue un desafío porque a través de la cooperación y las ayudas, conseguíamos hacer frene a las barreras económicas y sociales a las que algunos de esos estudiantes se enfrentaban, conseguimos abrir puertas para muchos de ellos. Esa experiencia me enseñó lo que realmente significa ser una Universidad abierta y accesible para todos. No se trata solo de ofrecer una educación de calidad, sino también de garantizar que nadie se quede atrás debido a factores sociales, culturales o económicos.
-¿Qué filosofía, forma de hacer y trabajar es por la que apuesta y quiere?
-Mi forma de hacer y trabajar se basa en el cuidado de las personas que componen la comunidad universitaria, en fomentar la comunicación interna y externa, en potenciar la reputación de la Universidad, para convertir las titulaciones de todos los campus en centros de referencia. Por ejemplo, la nueva titulación de Ingeniería Aeroespacial en el Campus de Teruel y los estudios de Medicina o las que ya existen, a las que dotaremos de más recursos para hacerlas crecer y que los turolenses ganen en oferta formativa y calidad en las titulaciones.
-Porque, ¿cuál es la razón de ser de una Universidad pública?
-La razón de ser de una Universidad pública es, ante todo, el servicio a la sociedad. Su misión no se limita solo a impartir conocimientos, sino también a formar ciudadanos críticos, responsables y comprometidos, en ese aprendizaje permanente para la vida. Además, la Universidad pública debe ser un motor de cambio y progreso social, debe ser un espacio de innovación, investigación y reflexión que contribuya activamente a resolver los problemas sociales, económicos y medioambientales. En este sentido, nuestra Universidad tiene una responsabilidad crucial en Aragón y más allá, para formar a los líderes y profesionales del futuro, pero también para generar conocimiento que tenga un impacto positivo en nuestra comunidad y en el mundo.
-¿Qué virtudes cívicas son las que desea aportar a la comunidad para estos tiempos difíciles de necesidad ética y moral?
-En estos tiempos de incertidumbre, creo que los valores más importantes son la responsabilidad, la solidaridad, el respeto y el compromiso ético. La Universidad tiene la responsabilidad de formar no solo profesionales competentes, sino también ciudadanos éticamente responsables, conscientes de los problemas globales y dispuestos a contribuir a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
-¿Cómo definiría la marca perfil Unizar? ¿Cuáles son los ingredientes de esta convicción? ¿Y su diferencia significativa?
-Yo soy Unizar de los pies a la cabeza, por lo que defiendo que todos nos sintamos orgullosos de pertenecer a esta institución con 550 años de historia, por la que han pasado ilustres personajes, como por ejemplo Santiago Ramón y Cajal. La marca de nuestra Universidad debe ser sinónimo de excelencia, de innovación y de compromiso social. Todas las personas que pertenecemos a esta comunidad universitaria, las que trabajamos y las que estudian, tienen que sentirse orgullosas de estar en uno de los mejores centros de formación superior del mundo. Por ello, vamos a dar mucha importancia a la identidad y a la reputación, para seguir alcanzando mejores posiciones a nivel internacional.
-Porque usted proviene y prosigue de una cultura de participación y compromisos.
-Siempre me ha gustado el trabajo colaborativo, creo en las inteligencias múltiples que diría Howard Gardner y en que cada persona tiene un rol importante en la participación en proyectos y causas comunes. Esta cultura fomenta el trabajo en equipo, el respeto mutuo, la tolerancia y la construcción colectiva de soluciones a los problemas reales, lo cual es esencial para el crecimiento personal y social.
-Desde, por y para Aragón, y su identidad académica.
-Desde luego, yo llevo en las venas Aragón, provengo del mundo rural, de Leciñena, y soy una firme defensora de nuestra tierra. Debemos sacar pecho de nuestra historia, de nuestro patrimonio cultural y del potencial y talento de los aragoneses, promoviendo el desarrollo académico e investigador, para dar respuesta tanto a las necesidades actuales como a las aspiraciones futuras.
-Quiere y busca una Universidad con capacidad de adaptación, manteniendo toda su excelencia docente e investigadora.
-Sí, mi visión y la de mi equipo es una Universidad que no solo fomente la excelencia en la docencia y la investigación, sino que también tenga la capacidad de adaptarse a los cambios sociales, tecnológicos y medioambientales del mundo actual. La Universidad de Zaragoza debe ser un referente en innovación educativa y en la generación de conocimiento, pero también debe ser flexible, capaz de incorporar nuevas metodologías y enfoques pedagógicos, además de adaptarse a los cambios que en todos los sectores nos trae la inteligencia artificial, lo cual es también prioritario para preparar a nuestros estudiantes para los retos del futuro.
-Está visto que usted cree sincera que la Universidad debe ser un motor de transformación humana y social.
-Por supuesto, como institución pública, debe contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas, promover la igualdad de oportunidades y participar activamente en la solución de los grandes retos de nuestro tiempo. La formación integral de nuestros estudiantes debe ir más allá de los contenidos académicos, brindándoles las herramientas necesarias para ser agentes de cambio en el ejercicio de su futuro profesional, pero también en su dimensión de responsabilidad ciudadana.
-Destaca poner, más y mejor, a los y las estudiantes en el centro de la agenda universitaria, un alumnado protagonista que debe inspirar de forma permanente su ejercicio pleno de derechos y deberes.
-Mi compromiso es poner a los estudiantes en primer plano, escuchándolos, apoyándolos y proporcionando todos los recursos necesarios para que puedan desarrollar su potencial al máximo. Esto implica, por supuesto, garantizar sus derechos, pero también fomentar el sentido de responsabilidad y compromiso con la comunidad universitaria. Un alumnado activo, participativo y responsable es esencial para el desarrollo de una Universidad como la que queremos, moderna y de vanguardia.
-¿Cómo será la estrategia de trabajo que tiene previsto realizar usted y su equipo si son elegidos?
-Si soy elegida, mi estrategia de trabajo estará centrada en la colaboración entre los profesores y personal investigador, el personal administrativo y los estudiantes, creando un ambiente que favorezca la participación. Además, fomentaremos un enfoque innovador en la enseñanza, con el uso de las metodologías y tecnologías más actuales. También desarrollaremos programas para que todas las personas, personal docente e investigador y personal técnico de administración y servicios, tengan la posibilidad de tener estancias en otros centros internacionales que permitan establecer redes con colegas de otras universidades.
-Apuesta por una Universidad más moderna y accesible. ¿En qué se traducen estas palabras?
-Por supuesto, apostar por una Universidad más moderna y accesible significa garantizar que todos los estudiantes tengan la oportunidad de acceder a una educación de calidad. En términos de modernidad, se trata de incorporar nuevas tecnologías en los procesos de enseñanza y aprendizaje, de adaptar las infraestructuras universitarias a las necesidades actuales y de impulsar la investigación en áreas emergentes que respondan a los retos contemporáneos. En cuanto a accesibilidad, queremos crear un entorno inclusivo y diverso, donde todos puedan acceder a los recursos necesarios para su formación integral.
-¿Y cómo estar en la vanguardia ante el resto de universidades? ¿En qué escenarios podemos crecer, liderar y ser referencia?
-Seguiremos apostando, como en los años en los que he sido vicerrectora, en la investigación de alto impacto, en la colaboración interdisciplinar y en la creación de planes de estudio innovadores que respondan a las necesidades del mercado laboral y de la sociedad. Podemos liderar en campos muy diversos, apostando por una formación universitaria que se adapte a los retos globales y que prepare a nuestros estudiantes para afrontar los cambios que se avecinan. Además, insisto en que debemos fortalecer nuestras relaciones internacionales, posicionándonos como una Universidad de referencia a nivel internacional.
-En definitiva, una Universidad aragonesa del siglo XXI con oficio y vocación, abierta y solidaria, consciente del escenario global y social que atraviesa el mundo.
-Así es, la Universidad que merecemos los turolenses, oscenses y zaragozanos, una Universidad de vanguardia, de la que nos podamos sentir orgullosos. Una Universidad que sea una verdadera fuerza motriz de transformación.