La superficie siniestrada por la sequía hasta junio multiplica por cinco a la de todo 2022
La falta de lluvias daña 42.000 hectáreas, sobre todo en el Jiloca y la Serranía de MontalbánLa escasez de precipitaciones registradas esta primavera en la provincia de Teruel ha provocado hasta ahora daños en 41.848 hectáreas de cultivo aseguradas, dedicadas mayoritariamente al cereal de invierno, frente a las 8.764 siniestradas por esta causa en todo el año pasado. Tras intensificarse la inestabilidad meteorológica durante las últimas semanas, las afecciones se han incrementado debido de las tormentas de pedrisco, así como por las inundaciones provocadas por las fuertes precipitaciones.
La sequía ha sido la causa del 88% de la superficie siniestrada en la provincia turolense, que se eleva hasta las 47.506 hectáreas hasta el 16 de junio debido también a las afecciones causadas por el pedrisco (3.154 hectáreas), la fauna silvestre (1.466), la helada (545), la lluvia (288), la inundación (126) y el mal cuajado (80), según los datos ofrecidos por la oficina territorial de Agroseguro en Aragón.
Estas 47.506 hectáreas siniestradas hasta mediados de junio son un 60,7 % más del total de 2022, cuando fueron 28.656 con el pedrisco como el principal riesgo (15.633), seguido de la sequía (8.528). Esto supone que la superficie dañada por la falta de precipitaciones se ha multiplicado por cinco respecto al año pasado según las peritaciones realizadas hasta el 16 de junio.
La Cuenca del Jiloca es la que más siniestros ha reportado hasta el momento a Agroseguro, con 18.145 hectáreas, 18.110 dedicadas a cultivos herbáceos (cereal de invierno) y 34 a viña. La sequía se sitúa como el principal riesgo con 18.000 ha, pero además ha habido 105 dañadas por pedrisco, 34 por helada, 4 por fauna y 1 por inundación.
A continuación figura la Serranía de Montalbán, con 13.123 ha peritadas, todas de cultivos herbáceos. Del total, 10.946 han sufrido la escasez de precipitaciones, 2.052 las tormentas de granizo, 112 las heladas, 11 las lluvias 2 daños por la fauna silvestre.
La Hoya de Teruel ha registrado daños en 7.328 ha, dedicadas también en su totalidad a los cultivos herbáceos: 7.174 por la sequía, 114 por inundación, 35 por fauna y 4 por helada.
El Bajo Aragón, que ha sido la comarca agraria más afectada por los fenómenos meteorológicos adversos en las últimas campañas, contabiliza hasta ahora daños en 6.638 ha, de las que 6.317 se destinan al cultivo del cereal, 185 a los leñosos, 133 a los frutales y 3 a la cereza.
Los campos del Bajo Aragón se han visto afectados por casi todos los riesgos, aunque la sequía también aparece a la cabeza con 4.457 ha. A continuación figura el pedrisco (910), la fauna (670), la lluvia (276), la helada (234), el mal cuajado (80) y la inundación (11).
El Maestrazgo y la Sierra de Albarracín, esto es, las zonas más altas de la provincia donde los cultivos de cereal son más tardíos, son las que se han visto menos afectadas por las escasez de precipitaciones de esta primavera.
En el primer caso, han sido 1.224 las hectáreas siniestradas, todas ellas de cereal. El principal riesgo ha sido la sequía, con 979 ha afectadas, seguidas de la helada (161) y el pedrisco (87).
La Sierra de Albarracín ha registrado daños en 1.049 hectáreas, también de cereal. Esta es la única comarca agraria turolense en la que la sequía no ha sido la principal causa de los siniestros, sino la fauna silvestre, que ha dañado 755 ha frente a las 294 afectadas por la falta de lluvias.