“La seguridad en las empresas frente al Covid-19 influye en la actitud de los trabajadores fuera”
Antonio Ortega, que preside la comisión económica de la Cámara, pide ir más allá de los protocolosEl presidente de la comisión económica de la Cámara de Teruel y director general de Turomas, Antonio Ortega, considera que las medidas de seguridad implementadas por las empresas para evitar el contagio de la Covid-19 entre los trabajadores pueden influir positivamente en cómo se comportan cuando están fuera. Al mismo tiempo, recomienda a los directivos cultivar las capacidades de motivar, comunicar y delegar. “Para gestionar una situación como la actual no hacen falta jefes, sino líderes”, asegura.
Estas fueron algunas de las reflexiones realizadas por Ortega el pasado viernes en el café virtual del Club Cámara dedicado a analizar la forma de gestionar las empresas en medio de una pandemia que ha derivado también en una crisis económica y social.
El presidente de la comisión económica de la Cámara explicó que “no se pueden hacer previsiones optimistas a corto plazo” dados los signos de ralentización de la economía. En el mejor de los casos, señaló que la situación podría cambiar en el segundo semestre de 2021 o en el primero de 2022. No obstante, apuntó que todos los cálculos están marcados por la “incertidumbre” dado que la aparición de una vacuna o de un tratamiento eficaz contra la Covid-19 podría ser “un revulsivo”. “Como la duda es saber cuándo contaremos con esto, hay que hacer que este periodo sea lo más llevadero posible y gestionar los negocios de la mejor manera, con fuerza y sin rendirse”, argumentó.
Tras recordar la alta incidencia del coronavirus en las tres últimas semanas en Aragón, Ortega recomendó a los 25 participantes en la exposición implementar “una buena prevención” e incluso ir “más allá de los protocolos establecidos”. “Es necesario saber a qué nos estamos enfrentando para adaptar nuestra estrategia, y también comunicárselo a la gente”, dijo.
En el caso de Turomas, “no nos conformamos con cumplir la norma y hemos establecido un protocolo de acceso con un punto de control por el que deben pasar trabajadores, proveedores y clientes, con una alfombra para desinfectar la suela del calzado, toma de temperatura, oxímetro y dispensador de gel hidroalcohólico”, dijo.
Recomendó a los asistentes trasladar estas medidas a los trabajadores, así como la legislación vigente en cada momento a través de correos internos y paneles informativos. Del mismo modo, aconsejó que todos lleven un control de sus contactos estrechos y que los apunten en una agenda, además de instalarse la aplicación Radar Covid.
“Sí pedimos responsabilidad podemos intervenir en lo que ocurre dentro de la empresa, pero también podemos influir en el comportamiento que tengan los trabajadores fuera. Está demostrado que los protocolos y las medidas de seguridad reducen drásticamente las tasas de contagio en los lugares de trabajo, pero hay que pedir esa misma responsabilidad fuera para evitar los contagios en las reuniones sociales”, advirtió.
Antonio Ortega recordó que la provincia de Teruel tiene “unos recursos muy limitados” para hacer frente a la pandemia, una media de edad de la población muy elevada y una climatología adversa en invierno que tampoco ayuda a reunirse en el exterior. “Es el ecosistema perfecto para que el virus campe a sus anchas y depende de la actitud de cada uno evitar las situaciones de riesgo para proteger especialmente a la gente mayor”, sostuvo.
A la pregunta de cómo responder ante la detección de un positivo en la empresa, Ortega explicó que, al margen de su aislamiento y tratamiento correspondiente, deberá comunicar sus contactos estrechos, esto es, aquellos con quienes ha estado en un radio de menos de dos metros y durante más de 15 minutos según la normativa vigente. Por eso, recomendó adaptar la organización de los centros de trabajo para reducir el número de contactos estrechos.
Entre esas medidas, se encuentra la segmentación virtual de los espacios para poder acordonar y desinfectar una parte sin tener que parar toda la producción, al margen de la desinfección metódica y recurrente, especialmente, de las herramientas compartidas. Establecer en la medida de lo posible teletrabajo, turnos y jornadas intensivas fueron otras de sus recomendaciones.
Habilidades directivas
En medio de esta situación, es también necesario “gestionar el clima laboral y trasladar calma a los trabajadores, que con toda probabilidad corren menos riesgo de contagio en la empresa que en otros ambientes en los que se puedan mover”.
Entre las habilidades directivas fundamentales, “cobra más sentido que nunca la capacidad de motivar y la empatía”. “La gente puede tener una situación complicada a nivel profesional o personal. Cada uno tiene su propia realidad y, a veces, la sobrecarga de información es muy negativa”, apuntó.
Y para saber motivar es necesario también saber comunicar. “La comunicación debe ser más asertiva que nunca, hay que cuidar qué y cómo se dice porque las susceptibilidades están a flor de piel. Y hay que ser flexibles porque el nivel de tensión y de ansiedad que genera la incertidumbre es muy elevado”, comentó.
En tercer lugar, señaló la virtud de hacer una delegación “efectiva y real”, esto es “facultar a la gente, porque reporta unos beneficios clarísimos de confianza y de autonomía, que son imprescindibles, por ejemplo, para el teletrabajo”.
En resumen, sostuvo que para gestionar la situación actual “no hacen falta jefes, sino líderes”.
Por último, también habló de sectores “refugio” como puede ser el químico o el agroalimentario, y la necesidad de diversificar las estrategias financieras y reducir los costes estructurales.