La reclamación patrimonial de los afectados sube más de 4 millones de euros
El Ayuntamiento demanda a su vez los gastos a propietarios y segurosLos vecinos del edificio de la calle San Francisco, número 21 que colapsó hace un año han presentado una reclamación por posible responsabilidad patrimonial contra el Ayuntamiento de Teruel, informó la institución local en una nota de prensa. Los propietarios y los seguros a su vez están recibiendo las reclamaciones por parte del Ayuntamiento a través de burofax.
Aunque los vecinos reconocen en su escrito que el procedimiento de investigación no está concluido y que quedan pendientes de realizar diferentes pruebas y ensayos para determinar las causas exactas del hundimiento del edificio, cuantifican su reclamación en 3.864.265,15 euros. A esta cantidad, habría que sumar otros gastos para responder a las reclamaciones que han presentado contra ellos las comunidades de propietarios de los edificios colindantes y otras aseguradoras, así como los posibles alquileres futuros. En concreto, los vecinos del 21 reclaman 3.403.765,15 por daños materiales y 469.500 por daños morales, unas cantidades que pueden variar.
A partir del momento en el que los vecinos han presentado la reclamación por posible responsabilidad patrimonial, el Ayuntamiento de Teruel dispone de un plazo de seis meses para resolver, tiempo en el que espera poder conocer las causas que hicieron desmoronarse el edificio del número 21 de la calle de San Francisco.
En el caso del Ayuntamiento las cantidades que han sido reclamadas a propietarios y aseguradoras asciende a unos 800.000 euros, que corresponde a las facturas abonadas.
La reclamación patrimonial se tiene que hace en el plazo de un año, desde que se produjo el hecho o acto que motive la indemnización o desde la manifestación de su efecto lesivo.
El presidente de la comunidad de propietarios del número 21, Javier Carbó, explicó que recopilar toda la información para realizar la reclamación patrimonial había sido un “trabajo farragoso y complejo” y apuntó que el documento, que estaba incompleto, recoge el coste de reposición “lo que costaría hacer una vivienda como la que teníamos ahora con los materiales de entonces”.
Dar valor a muchas cosas es difícil porque tienen un componente moral y sentimental difícil de cuantificar, pero se ha tratado de hacer de manera concienzuda, con el apoyo de una empresa turolense.
La realización del inventario para poder hacer la reclamación patrimonial ha sido un proceso difícil para los vecinos, no solo del número 21. También de los números 19 donde tampoco pueden entrar a sus viviendas, porque el edificio está declarado en ruina parcial. Horas y horas de localizar documentación para cumplir con un difícil trámite.
