La provincia registra más de 500 intoxicaciones alimentarias en un lustro

Las intoxicaciones alimentarias no son un problema nuevo, pues aunque siempre son alarmantes, en la mayoría de los casos el tratamiento hace su efecto a los pocos días, si bien la incidencia en el paciente tiene un fuerte impacto.

En un análisis pormenorizado durante los últimos seis años, se han contabilizado 550 casos por intoxicaciones alimentarias y encuadrados en 52 brotes. No son uniformes todos los años, pues el pico de contagios se produjo en 2022, que con doce brotes tuvieron un alcance de 296 casos. La mayoría de estos 296 casos se produjeron en Guadalaviar (comarca Sierra de Albarracín), donde un brote de gastroenteritis alcanzó a la mayor parte de los 242 habitantes.

Tres años destacan entre los de mayor incidencia en este periodo: el 2019, en el que con diez brotes llegó a 73 personas infectadas, por distintas causas. Así también, el año 2023, en el cual se produjeron solamente cinco brotes pero que contagiaron a 89 personas. Además, en 2022, la población de Guadalaviar se vio afectada como consecuencia de la ingesta de agua en mal estado, produciéndose el mayor brote de este periodo. También se produjeron otros once brotes ese mismo año.

Una toxiinfección alimentaria es una enfermedad transmitida por la ingestión de agua o alimentos contaminados, que pueden producir un brote de distinta gravedad y en función del agente que lo ha provocado y sobre el que se estudiarán las causas. Y al mismo tiempo, para que se considere que una intoxicación es un brote, debe tener al menos dos o más casos provenientes de la misma transmisión y con elementos comunes.

Intoxicaciones

Desde la Subdirección General de Salud Pública en Teruel han desarrollado una campaña para concienciar a la población de la importancia de la educación sanitaria, haciendo pedagogía y difundiendo las medidas a tomar para que no se produzcan los brotes y para que, una vez detectados, poder corregirlos a la mayor brevedad posible.

Los brotes por toxiinfección alimentaria se puede producir por varios motivos, pero entre los más habituales se encuentran la salmonelosis, la gastroenteritis, el contagio por vías respiratorias e incluso por varicela. Son alimentos o líquidos (principalmente agua) que contienen bacterias, virus, parásitos, toxinas o moho.

La contaminación de alimentos se puede producir en toda la cadena alimentaria, bien desde la propia granja donde nace el producto, o en la fase de manipulación e incluso en la distribución de los productos ya elaborados.

En cuanto al origen de los brotes en Aragón en el periodo 2014-2023, en más de un 60% de los casos este tipo de infecciones se producen en los domicilios y por la incorrecta manipulación de los alimentos que tomamos.

Otro de los focos mayoritarios en los que se producen intoxicaciones son los centros institucionales, tales como residencias, hostales o comedores colectivos, donde el control de los alimentos no es todo lo exhaustivo que debiera ser.

Y, por último, la restauración: bares, hoteles y restaurantes son los lugares sobre los que pesan alrededor del 16% de los casos.

Último episodio

En lo que va de año 2024, se han contabilizado un total de 72 casos y que dan un total de 15 brotes. En total se contabilizan ocho ingresos en hospital por motivos de intoxicación alimentaria.

En Santa Eulalia, un brote de salmonelosis alcanzó a nueve personas, por ingesta de una tortilla de patata en mal estado. De estos nueve casos, dos necesitaron de ingreso hospitalarios y el resto fueron atendidos con síntomas de intoxicación.

Las altas temperaturas y una deficiente cocción del huevo provocaron que una familia se viera afectada por esta causa. Posteriormente, todos fueron dados de alta.

El pasado año también se produjo un episodio importante por intoxicación alimentaria, ya que en un establecimiento de restauración de la provincias de Teruel, 77 personas resultaron afectadas por un brote en el mes de mayo.

Mientras, Aragón ha recogido diferentes guarismos: en los últimos diez años se han producido casi 4.000 afectados por toxiinfecciones alimentarias, de los que más de 250 personas fueron hospitalizadas debido a la gravedad de las infecciones.

En este mismo periodo se contabilizaron dos fallecidos. La incidencia por cada 100.000 habitantes es muy variada en todo el periodo y oscila entre el 1,6 que corresponde a 2020 y el 6,6 que tuvo 2017, que fue el año de mayor incidencia.

En España se produjeron el año pasado más de 8.000 infecciones alimentarias.